viernes, septiembre 25, 2009

EL ORIGEN DEL MAL - Parte 1 (El Cielo)

El Origen del Mal o del pecado se encuentra en el cielo. Este es un tema largo y lleno de misterios los cuales con nuestras mentes finitas simplemente no entenderemos ahora en su totalidad. Pero el Señor nos a revelado a través de su palabra y el Espíritu de Profecía parte de esta historia cósmica.

Siendo la ley del amor el fundamento del gobierno de Dios, la felicidad de todos los seres inteligentes depende de su perfecto acuerdo con los grandes principios de justicia de esa ley. Dios desea de todas sus criaturas el servicio que nace del amor, de la comprensión y del aprecio de su carácter. No halla placer en una obediencia forzada, y otorga a todos libre albedrío para que puedan servirle voluntariamente. *1

Todo en el cielo era perfecto, la entrada del pecado es un misterio. No entenderemos como surgió el pecado puesto que darle explicación es tratar de justificar el pecado. Pero la Biblia nos dice en quien empezó este mal y cuales eran sus pensamientos.

¿En Quien Se Originó?

Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. *2

!!Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. *3

¿Que Pensamientos Albergaba?

Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. *4

Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura…. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación….A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra. *5

Lucifer, sello de la perfección misteriosamente empezó a albergar pensamientos de grandeza a causa se su perfección.

Descontento con el puesto que ocupaba, a pesar de ser el ángel que recibía más honores entre las huestes celestiales, se aventuró a codiciar el homenaje que sólo debe darse al Creador. En vez de procurar el ensalzamiento de Dios como supremo en el afecto y la lealtad de todos los seres creados, trató de obtener para sí mismo el servicio y la lealtad de ellos. Y codiciando la gloria con que el Padre infinito había investido a su Hijo, este príncipe de los ángeles aspiraba al poder que sólo pertenecía a Cristo.

Reunidos en concilio celestial, los ángeles rogaron a Lucifer que desistiese de su intento. El Hijo de Dios presentó ante él la grandeza, la bondad y la justicia del Creador, y también la naturaleza sagrada e inmutable de su ley.

El propósito de este príncipe de los ángeles llegó a ser disputar la supremacía del Hijo de Dios, y así poner en tela de juicio la sabiduría y el amor del Creador.

El Rey del universo convocó a las huestes celestiales a comparecer ante él, a fin de que en su presencia él pudiese manifestar cuál era el verdadero lugar que ocupaba su Hijo y manifestar cuál era la relación que él tenía para con todos los seres creados….Alrededor del trono se congregaron los santos ángeles, una vasta e innumerable muchedumbre, "millones de millones," y los ángeles más elevados, como ministros y súbditos, se regocijaron en la luz que de la presencia de la Deidad caía sobre ellos. Ante los habitantes del cielo reunidos, el Rey declaró que ninguno, excepto Cristo, el Hijo unigénito de Dios, podía penetrar en la plenitud de sus designios y que a éste le estaba encomendada la ejecución de los grandes propósitos de su voluntad.

Los altos honores conferidos a Lucifer no fueron justipreciados como dádiva especial de Dios, y por lo tanto, no produjeron gratitud alguna hacia su Creador. Se jactaba de su esplendor y elevado puesto, y aspiraba a ser igual a Dios. La hueste celestial le amaba y reverenciaba, los ángeles se deleitaban en cumplir sus órdenes, y estaba dotado de más sabiduría y gloria que todos ellos. Sin embargo, el Hijo de Dios ocupaba una posición más exaltada que él. Era igual al Padre en poder y autoridad.

El compartía los designios del Padre, mientras que Lucifer no participaba en los concilios de Dios. ¿"Por qué —se preguntaba el poderoso ángel— debe Cristo tener la supremacía? ¿Por qué se le honra más que a mí?"

Abandonando su lugar en la inmediata presencia del Padre, Lucifer salió a difundir el espíritu de descontento entre los ángeles. Trabajó con misteriosa reserva, y por algún tiempo ocultó sus verdaderos propósitos bajo una aparente reverencia hacia Dios. Principió por insinuar dudas acerca de las leyes que gobernaban a los seres celestiales, sugiriendo que aunque las leyes fuesen necesarias para los habitantes de los mundos, los ángeles, siendo más elevados, no necesitaban semejantes restricciones, porque su propia sabiduría bastaba para guiarlos….La exaltación del Hijo de Dios como igual al Padre fue presentada como una injusticia cometida contra Lucifer, quien, según se alegaba, tenía también derecho a recibir reverencia y honra.

Astutamente inducía a sus oyentes a que expresaran sus sentimientos; luego, cuando así convenía a sus intereses, repetía esas declaraciones en prueba de que los ángeles no estaban del todo en armonía con el gobierno de Dios. Mientras aseveraba tener perfecta lealtad hacia Dios, insistía en que era necesario que se hiciesen cambios en el orden y las leyes del cielo para asegurar la estabilidad del gobierno divino.*1

Lucifer no estaba contento con el puesto que se la había conferido. No entendía porque Dios el padre le daba tan alto honor al hijo. Luego Lucifer detrás del escenario empezó a sembrar dudas sobre el carácter y la sabiduría de Dios. Su engaño empezó con los ángeles a los cuales convencía que por su servicio directo a Dios y su sabiduría no necesitaban las leyes de Dios. El gran engaño era que Lucifer los “Libraría” porque los caminos de Dios son duros y su ley gravosa. ¿Cual fue la repuesta de Dios? Mas adelante lo veremos. (Para un panorama mas detallado vea "El Deseado De Todas Las Gentes”, El Origen Del Mal)


¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN SI VEN SEÑOR JESÚS!


1* El Deseado De Todas Las Gentes, “El Origen Del Mal”, Elena G. de White
2* Ezequiel 28:14
3* Isaías 14:12
4* Isaías 14:13, 14
5* Ezequiel 28:12-17

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