martes, abril 20, 2010

Si El Viniera Hoy

Prepárate para venir al encuentro de tu Dios. Amós 4:12.

Iniciemos considerando el porqué pareciese que Dios ha retrasado su promesa.

El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento 2 Pedro 3:9.
Es necesario entender que por amor a nosotros Dios aun no ha cumplido con tal promesa. Hemos perdido de vista las cosas celestiales por las cosas terrenales. Las visibles han cubierto las invisibles.
…Estamos ahora en los mismos umbrales del mundo eterno; pero es el propósito del adversario de las almas inducirnos a postergar la terminación del tiempo. Satanás asaltará de toda manera posible a los que profesan ser el pueblo que guarda los mandamientos de Dios y espera la segunda aparición de nuestro Salvador en las nubes de los cielos con poder y grande gloria. Inducirá a tantos como pueda a postergar el día malo, a identificarse en espíritu con el mundo y a imitar sus costumbres. *1

Nuestro soberano Dios sabe exactamente el día y la hora en la cual este mundo llegará a su final. Quizá no tengamos el poder para cambiar las circunstancias de este mundo, pero nuestra preparación y la de los que están alrededor nuestro son parte de esta cadena de eventos que lleva al pronto regreso de Jesús.

Al considerar el poco tiempo que nos queda, debiéramos velar y orar como pueblo, y en ningún caso dejarnos distraer de la solemne obra de preparación para el gran acontecimiento que nos espera. Porque el tiempo se alarga aparentemente, muchos se han vuelto descuidados e indiferentes en sus palabras y acciones. No comprenden su peligro, y no ven ni entienden la misericordia de nuestro Dios al prolongar el tiempo de gracia a fin de que tengan oportunidad de adquirir un carácter digno de la vida futura e inmortal. Cada momento es del más alto valor. Se les concede tiempo, no para que lo dediquen a estudiar sus propias comodidades y a transformarse en moradores de la tierra, sino para que lo empleen en la obra de vencer todo defecto de su carácter, y en ayudar a otros, por su ejemplo y esfuerzo personal, a ver la belleza de la santidad.*1
Pero qué tal si el Señor viene hoy. ¿Estuviésemos listos? Considere cuidadosamente esta serie de preguntas que la sierva del Señor nos hace.

Suponed que Cristo apareciera hoy en las nubes de los cielos, ¿quién estaría listo para salir a su encuentro? Suponed que fuéramos trasladados al reino de los cielos tales como somos, ¿estaríamos preparados para unirnos con los santos de Dios, para vivir en armonía con la familia real, con los hijos del Rey Celestial? ¿Qué preparación habéis hecho para el juicio? ¿Habéis hecho las paces con Dios? ¿Estáis colaborando con Dios? ¿Estáis tratando de ayudar a los que os rodean en vuestra casa, en vuestro vecindario, a aquellos con quienes os relacionáis y que no están guardando los mandamientos de Dios?... ¿Nos estamos preparando para salir al encuentro del Rey?...*2
Hoy es el tiempo de preparación. Así como el pueblo se preparaba para el gran día de preparación, nosotros deberíamos prepararnos para el glorioso encuentro de Cristo Jesús.

Si fuera posible que se nos admitiera en el cielo tales como somos, ¿cuántos de nosotros podríamos mirar a Dios? ¿Cuántos de nosotros tenemos el vestido de boda? ¿Cuántos de nosotros estamos sin mancha, ni arruga ni cosa semejante? ¿Cuántos de nosotros somos dignos de recibir la corona de vida?...La vocación no hace al hombre. Solo serán dignos de recibir la corona de vida, inmarcesible, aquellos en cuyo interior se haya formado Cristo. *2
¿Qué debemos estar haciendo ahora? Estamos haciendo tan poco pero sentimos que no tenemos necesidad de nada.

…Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. Mateo 16:24-27.
Queda en claro lo que el Señor demanda por nosotros y comparado a la grandeza del cielo no es nada.

Se me mostró al residuo en la tierra. El ángel les dijo: “¿Queréis huir de las siete postreras plagas?... En tal caso, debéis morir para poder vivir. ¡Preparaos, preparaos, preparaos! Debéis realizar mayores preparativos que los que habéis realizado... Sacrificadlo todo para Dios. Ponedlo todo sobre su altar: el yo, vuestras propiedades, todo, como sacrificio vivo. El entrar en la gloria lo exigirá todo. *2
Existen muchas cosas que nos hacen perder de vista el cielo. No sé porque al comparar lo que Dios ofrece preferimos continuar viviendo en este mundo.

Pero, tened por seguro que el fin esta cerca. Si El viniere hoy, ¿estarías listo?



¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI VEN SEÑOR JESÚS!




1* Maranata: El Señor Viene, “Por Qué Se Prolonga El Tiempo De Prueba”, Elena G. de White
2* Maranata: El Señor Viene, “¡Preparáos, Preparáos, Preparáos!”, Elena G. de White

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