miércoles, abril 07, 2010

La Escuela Del Mas Allá (Parte 2)

Vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron… Apocalipsis 21:1.
Antes de hablar acerca de lo que será nuestro estudio por toda la eternidad empecemos declarando lo que no habrá en la escuela del mas allá.
La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. Apocalipsis 21:23.
Miremos las dificultades que serán removidas, los exámenes que ya no existirán y las limitaciones que ya no habrán.
Ningún árbol del conocimiento del bien y del mal ofrecerá oportunidad a la tentación. No hay allí tentador ni posibilidad de injusticia. Todos los caracteres habrán resistido la prueba del mal, y habrán dejado de ser susceptibles a su poder. *
¡Cuando, borrada, la mancha del pecado, toda la tierra aparezca en "la hermosura de Jehová nuestro Dios"! Allí el estudioso de la ciencia podrá leer los informes de la creación sin hallar señales de la ley del mal. Escuchará la música de las voces de la naturaleza y no descubrirá ninguna nota de llanto ni voz de dolor. En todas las cosas creadas descubrirá una escritura, en el vasto universo contemplará "el nombre de Dios escrito en grandes caracteres" y ni en la tierra, ni en el mar, ni en el cielo quedará señal del mal. *
Ciertamente consolará Jehová a Sion; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto. Isaías 51:3.

¡Qué mundo diferente será aquel donde ya no exista el engañador; donde el pecado sea destruido y la más terrible consecuencia, la muerte, ya no exista mas!
El Señor promete cambiar nuestras lagrimas por alegrías. Los que se mantengan fieles y firmes ahora tendrán el privilegio de participar de esta escuela eterna.
…Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. Apocalipsis 7:14-17.
Cristo contemplará entonces su recompensa en los resultados de su obra, en aquella gran multitud que nadie podrá contar, presentada "sin mancha delante de su gloria con gran alegría". Aquel cuya sangre nos ha redimido y cuya vida ha sido para nosotros una enseñanza, "verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho".*
¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI VEN SEÑOR JESÚS!


La Educación, “35. La Escuela Del Mas Allá”, Elena G. de White

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