Voy a analizar cada evangelio concerniente a los eventos finales y luego haremos un resumen incluyendo otros textos de la Biblia. En esta ocasión veremos el evangelio según San Mateo 24.
3 Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? 4 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. 5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. 6 Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. 7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. 8 Y todo esto será principio de dolores. 9 Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. 10 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. 11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; 12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. 13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. 14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
En estos primeros versículos vemos una doble aplicación a estos eventos. No solamente se relatan al fin del siglo (los tiempos de los discípulos) sino que estas señales también nos hablan del tiempo antes de la segunda venida de Jesús. Como requisito antes del fin se necesita predicar el evangelio en todo el mundo. Yo creo fielmente que esto está a punto de suceder, que el evangelio está llegando a todos los rincones de la tierra. Notemos que el fin al cual se hace referencia es el fin de todo, el fin del mundo. El señor le dice a sus discípulos que serán bienaventurados los que perseveran hasta el fin, los que crucen todas estas cosas pero se mantengan firmes.
15 Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), 16 entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. 17 El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; 18 y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.
Si mantenemos en mente que estas señales tienen doble aplicación, entendemos que así como en los tiempos de los discípulos en el cual se les dio una señal especifica para abandonar la cuidad a nosotros también se nos dará una señal cuando tendremos que abandonar las ciudades para no enfrentar la ira de Dios. A Lot y a su familia se le dio una señal para abandonar a Sodoma y Gomorra, a Noé se le dio una señal para entrar al arca, al pueblo de Israel se le dio una señal para que sus primogénitos no muriesen sino que todos fuesen librados. En todas estas ocasiones el Señor los guardo. ¿Pero qué significa guardar?
Lot y su familia escucharon el llamado y abandonaron la cuidad, pero la esposa de Lot no acepto su decisión y en la prueba de fe falló porque miro hacia atrás y se convirtió en estatua de sal. Por eso el Señor nos dice que no se descienda a buscar nada a sus casas sino salgan rápidamente no mirando hacia atrás. Puedes imaginarte como ese arca se movía de un lado a otro, el olor que se sentía adentro con todos los animales y los largos días que se pasaron alli. Fueron días difíciles para Lot y su familia el dejar todo atrás y para Noé y su familia estar encerrados en ese arca, pero Dios los guardo a través de la tribulación, no los removió por completo. Finalmente el pueblo de Israel estuvo presente durante las plagas de Egipto pero en medio de estas plagas el Señor los guardo. Si ellos colocaban la señal en el dintel de sus puertas no temerían al ángel destructor el cual pasaba por sus casas pero no entraba.
19 Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!20 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo; 21 porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. 22 Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; más por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
Vemos ahora que así como en el pasado en el cual los justos aunque protegidos por Dios también tuvieron que enfrentar la tribulación también nosotros tendremos que enfrentarla. Nos dice la escritura que por amor a los escogidos los días serán acortados de otra forma nadie seria salvo. Por eso estas señal, la abominación desoladora (las estudiaremos más adelante) es la que le indica a los escogidos, al pueblo de Dios que es hora de abandonar las ciudades, salir de Babilonia para no beber del cáliz de la ira de Dios.
23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. 24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. 25 Ya os lo he dicho antes. 26 Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. 27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. 28 Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.
En estos versículos el Señor nos advierte de los muchos falos profetas que se levantara. El último gran engaño de Satanás será de personificar la venida de Jesús. Este gran engaño no solo está dirigido a los impíos sino también a los ESCOGIDOS. Por lo cual el Señor en su misericordia nos describe la forma en la cual El vendrá para que no seamos engañados. Será algo visible como el relámpago. Veremos más adelante que las grandes señales que se realizarán solo Dios las puede causar y de esa forma podremos saber que Es el Señor que viene y no un impostor.
29 E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. 30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. 31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
Me detengo aquí un momento para enfatizar el orden en el cual se encuentran estos eventos. Después de la gran tribulación habrá señales en el sol, la luna y las estrellas y las potencias de los cielos serán conmovidas. No se nos olvide la doble aplicación de estas señales. El señor les describía a sus discípulos eventos del fin del siglo y de su segunda venida. Después de estos grandes eventos los cuales todos verán aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo. Porque digo que todos lo verán, "porque todas las tribus de la tierra harán lamentación". DURANTE este gran evento es que el Señor con GRAN VOZ DE TROMPETA juntara a sus escogidos desde un extremo del cielo hasta el otro. Vemos entonces que los ángeles juntaran a los mismos escogidos que pasaron esa gran tribulación. (En un estudio pasado analicé la gran voz de trompeta con la voz de mando, voz de arcángel y trompeta de Dios en 1 Tesalonicenses 4)
32 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. 33 Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. 34 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. 35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Aquí el Señor nos enfatiza dos cosas. Primero que estas señales están para que nosotros como pueblo escogido, sepamos cuando él está a las puertas y sepamos que el tiempo está cerca cuando tendremos que abandonar las ciudades y evitar la ira de Dios. ¡Pero más importante que el Señor esta apunto de venir! También no recuerda una vez mas la doble aplicación puesto que mencióna, que no pasara esta generación hasta que todo esto acontezca, refiriéndose a los tiempos de los discípulos.
36 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. 37 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. 38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, 39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre. 40 Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. 41 Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada. 42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
Nuevamente enfatizo la importancia de tomar todo el contexto de este capítulo. Entre medio de “Nadie sabe el día y la hora” y “velád, pues porque nos sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor” se encuentra los tiempos de Noé y la diferencia entre los impíos y los escogidos. Así como Noé fue tomado en el arca y sobrevivio el gran diluvio mientras que los demás fueron dejados afuera, también así será cuando venga el Señor. Notemos que estos versículos están describiendo la venida del Señor.
43 Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. 44 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. 45 ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? 46 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. 47 De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá. 48 Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; 49 y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos, 50 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, 51 y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Finalmente, enfatizando que nadie sabe cuando vendrá el Señor, se nos da otros dos ejemplos. El padre de su casa vela porque no sabe cuando el ladrón vendrá a minar su casa y el siervo que hace la voluntad del Señor en todo tiempo será llevado al cielo en la segunda venida de Cristo. Todo esto se lleva a cabo después de la gran tribulación de aquellos días. Pero aunque sean tiempos difíciles como lo fue para el pueblo de Israel, para Noé, para Lot y sus Hijas, el Señor nos sellara para que no suframos Su ira. Inmediatamente después seremos tomados por sus ángeles. Por eso si se nos dice que Jesús esta en el desierto no lo creías. El Señor no tocara esta tierra hasta el final de los 1,000 anos. Su venida será algo visible en todo el mundo y en su venida es cuando finalmente recibiremos nuestra recompensa, “el que perseverare hasta el final, este será salvo”
¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!
pienso que es de sabios poder mantener una postura Espiritual de fidelidad a JESUS y el camino que el ha trazado para nuestras vidas.
ResponderEliminarCristo viene pronto así que estemos preparados... seamos Santos, fieles y vivamos en obediencia, para ser dignos del ser perfecto que dio su vida para librarnos de la muerte eterna.