miércoles, noviembre 25, 2009

El Milenio - (Parte 5)

Al concluir los 1,000 años cuando la santa cuidad descienda del cielo los santos descenderán a esta tierra. Es aquí donde encontramos el concepto del “lago de fuego”. El lago de fuego o como comúnmente se le conoce el infierno ha sido representado de distintas formas a través de la historia. El movimiento popular presenta al infierno como un lugar rodeado por paredes de fuego, es la casa del enemigo. Más aun el infierno es presentado como el lugar donde los impíos serán lanzados y se quemaran por toda la eternidad. Pero esto no es lo que la Biblia presenta.
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años. Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. Apocalipsis 20:6-10

En primer lugar recalco que la Biblia muchas veces presenta el mismo evento de distintas formas. Por ejemplo, los capítulos 2, 7, 8 y 11 de Daniel y el capitulo 13 de Apocalipsis presentan la mismas profecías o partes de las misma profecía.

Menciono esto porque el apóstol Juan utiliza distintas formas para describir la destrucción final de Satanás y los impíos. Todos cuyos nombres no se encuentran en el libro de la vida tendrán que enfrentar la muerte segunda.

¡Qué contraste entre ellos y los que resucitaron en la primera resurrección! Los justos estaban revestidos de juventud y belleza inmortales. Los impíos llevan las huellas de la enfermedad y de la muerte.*

Estos mismos son los que se levantarán en contra de la cuidad amada pero Dios los consumirá con fuego del cielo. Finalmente, el diablo es lanzado en el lago de fuego y azufre junto con la bestia y el falso profeta. A esta descripción se le agrega el hecho de que “serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos”.

En forma paralela a los versículos anteriores el apóstol Juan vuelve a describir estos eventos.

Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. Apocalipsis 20:13-15

Pregunto, ¿pueden acaso la muerte y el Hades ser lanzados al lago de fuego? ¡El apóstol Juan aclara que el lago de fuego es la muerte segunda! En otras palabras todas estas descripciones son de la muerte eterna.

La muerte segunda

Fuego consumidor

Lago de fuego y azufre

Infierno

¿Sera entonces que Satanás, los impíos, el falso profeta, la bestia, la muerte y el Hades se estarán quemando por los siglos de los siglos? En realidad esto lo que nos indica es que serán destruidos por completo, pero sus consecuencias serán eternas. La Biblia nos aclara esto en varias ocasiones.

¿Quién permanecerá delante de su ira? ¿y quién quedará en pie en el ardor de su enojo? Su ira se derrama como fuego, y por él se hienden las peñas. Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían. Mas con inundación impetuosa consumirá a sus adversarios, y tinieblas perseguirán a sus enemigos. ¿Qué pensáis contra Jehová? El hará consumación; no tomará venganza dos veces de sus enemigos. Nahúm 1:6-9

Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser. Ezequiel 28:18, 19

Porque los malignos serán destruidos…Pues de aquí a poco no existirá el malo; Observarás su lugar, y no estará allí. Salmos 37:9-10

Mas los impíos perecerán, Y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros Serán consumidos; se disiparán como el humo…Mas los transgresores serán todos a una destruidos; La posteridad de los impíos será extinguida. Salmos 37:20-22, 38

Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Malaquías 4:1

He aquí que serán como tamo; fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de la llama; no quedará brasa para calentarse, ni lumbre a la cual se sienten. Isaías 47:14

Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda. Apocalipsis 21:8

El Señor no desea que el ser humano perezca.

Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva… Ezequiel 33:11

Pero solamente hay una paga para el pecado y esa es la muerte. Para que nosotros seamos felices eternamente el Señor tendrá que destruir el pecado junto con sus resultados para siempre. No será un fuego eterno pero sus consecuencias si lo serán.

Los justos recibirán la gran recompensa. Al final de los 1,000 años, luego que la santa cuidad desciende y el Señor destruye el pecado para siempre nosotros heredaremos los cielos nuevos y la tierra nueva. Finalmente, viviremos con Jesús y nuestros seres amados para siempre felices.

Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra…Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz…Los justos heredarán la tierra, Y vivirán para siempre sobre ella. Salmos 37:9, 11, 29

Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Apocalipsis 21:1-7

El gran conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni pecadores. Todo el universo está purificado. La misma pulsación de armonía y de gozo late en toda la creación. De Aquel que todo lo creó manan vida, luz y contentamiento por toda la extensión del espacio infinito. Desde el átomo más imperceptible hasta el mundo más vasto, todas las cosas animadas e inanimadas, declaran en su belleza sin mácula y en júbilo perfecto, que Dios es amor.*


¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!

* Para una descripción más detallada sobre este evento – El Conflicto de Los Siglos “El Fin Del Conflicto”, Elena G. de White


No hay comentarios:

Publicar un comentario