El Milenio - (Parte 1)

El milenio para muchos es de gran misterio. El único registro de este periodo de tiempo se encuentra en un corto capítulo del libro de Apocalipsis. Puesto que este libro es difícil de entender algunos han especulado que los mil años es un periodo profético y su significado queda ofuscado. Pero la Biblia es muy clara en este aspecto, especialmente cuando se interpreta a luz de otros textos bíblicos.

Mi objetivo será contestar las siguientes preguntas:

¿Cuándo empieza?
¿Son 1,000 años proféticos o literales?
¿A dónde estarán los santos durante este tiempo, en la tierra o el cielo?
¿Existe un infierno, y si existe adonde está, es eterno?
¿Cómo es que Satanás es atado con una gran cadena?
¿Qué pasará con los impíos?
¿Cuál es el propósito de los mil años?

En esta parte vamos a analizar el tiempo cuando los mil años empiezan y terminan. En la segunda parte entraremos en detalle sobre los eventos que se llevaran a cabo durante los mil años. Finalmente, expondré una estudio el cual da un poco mas de luz sobre este tema a manera de resumen.

¹ Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. ² Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; ³ y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo. ⁴ Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. ⁵ Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. ⁶ Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años. Apocalipsis 20:1-6

La primera pregunta que necesitamos contestar es cuando van a empezar los mil años. En los primeros tres versículos vemos imágenes poderosas de lo que va suceder justo antes de que empiece este periodo. Pero para poder entenderlo mejor necesitamos comparar algunos textos de la Biblia.

En el verso 4 encontramos el cumplimiento de el mensaje del tercer ángel (Apocalipsis 14:9-13). Se les da facultad de juzgar a todos aquellos que no recibieron la marca de la bestia en sus frentes. Ahora este es un grupo que incluye a todos los justos a través de las edades que se mantuvieron firmes a la verdad y prefirieron la muerte antes que rechazar a Dios.

Los versículos 5 y 6 nos hablan acerca de dos resurrecciones. ¡Los que tendrán el privilegio de reinar con Cristo por mil años incluyen a los justos vivos y todos aquellos que tuvieron parte en la primera resurrección pero no parte de la segunda resurrección! Esto es muy importante porque nos ayuda a entender cuando empiezan los mil años.

Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 1 Tesalonicenses 4:14-17

Ya hemos estudiado que Pablo se esta refiriendo al gran día del Señor cuando el descienda en la nubes de los cielos y dará la recompensa a todos los justos. Si notamos las palabras que el utiliza, “los muertos en Cristo resucitaran primero”. Esta frase nos da entender dos cosas, los justos (muertos en Cristo) serán los que tendrán parte de la primera resurrección a la cual el apóstol Juan se refiere en Apocalipsis 20. También nos da a entender que antes que los vivos sean arrebatos en las nubes los muertos en Cristo resucitaran primero y recibirán a Jesús en la nubes. ¡Qué gran esperanza!

Puesto que los mil años incluye a todos los que tienen parte en la primera resurrección pero termina con la segunda resurrección, necesariamente debe empezar cuando el Señor Jesús venga por segunda vez.

¡La Biblia nos recalca este punto una vez mas!

Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. 1 Corintios 15:20-23

Los que son de Cristo resucitarán en su venida. Estos son los que forman parte de la primera resurrección, es decir los que resucitan a principio de los mil años.

Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro. Mateo 24:30, 31

Nuevamente vemos que cuando el Señor Jesús regresa es cuando los justos serán llevados con él y se dará principio a los mil años.

En resumen hemos contestado ya algunas preguntas. Los mil años empiezan cuando el Señor Jesús regrese por segunda vez. Todos los justos, vivos y muertos estaremos con él durante este tiempo (en el siguiente estudio veremos adonde estaremos). Los impíos vivos serán destruidos como resultado de la venida del Señor (La ira de Dios) y los muertos no resucitarán hasta la segunda resurrección es decir al concluir los mil años.

Que nuestro propósito sea estar entre los escogidos los cuales estén dispuestos a dar su vida si es necesario con tal de mantenerse firmes y fieles a Dios. Nuestro sufrimiento puede ser grande pero nuestra recompensa será incalculable.

¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI VEN SEÑOR JESÚS!