Ya hemos visto como el Señor mismo cumplió la ley y nadie tiene autoridad para cambiarla. También hemos visto como los 10 mandamientos siguen tan vigentes como lo fue para el pueblo de Israel, puesto que la ley no era de los Israelitas, ¡la ley es de Dios! Miremos a lo que el Señor se refiere cuando habla acerca de los dos grandes mandamientos.
Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. Mateo 22:34-40Miremos el primer gran mandamiento y recordemos que esta pregunta fue hecha para tentar a Jesús y que no es la primera vez que se encuentra el gran mandamiento en las Escrituras. Luego de que Moisés lanzó las tablas de piedra que contenían los 10 mandamientos escritos por la mano de Dios, se le instruye a Moisés que se vuelvan a escribir (Deuteronomio 5). De paso yo pregunto, ¿como es posible pensar que se puede cambiar o peor aun abolir algo que fue establecido por Dios y escrito con su proprio dedo?
Los Mandamientos, Deuteronomio 5:
- No tendrás dioses ajenos delante de mí.
- No harás para ti escultura, ni imagen alguna…No te inclinarás a ellas ni las servirás
- No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano
- Guardarás el día de reposo para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo a Jehová tu Dios…
Estos primeros cuatro están dirigidos explícitamente a Dios. Los dirijo al capitulo 6 de Deuteronomio el cual refiriéndose a los mandamientos de Dios nos dice:
Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase…Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
Me emociono cuando leo las Escrituras y ellas solas se interpretan de una manera tan perfecta tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo. Por primera vez encontramos el gran mandamiento al cual se refería Jesús, “amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.” Vemos como este gran mandamiento solamente es un resumen de los primeros cuatro, no lo repone sino que establece la base de los primeros cuatro, el amor a Dios puesto que los diez mandamientos continuanban despues de que se dio el gran mandamiento en Deutronomio.
Ahora regreso al capitulo 5 donde están los últimos seis mandamientos de Dios.
Ahora regreso al capitulo 5 donde están los últimos seis mandamientos de Dios.
5. Honra a tu padre y a tu madre
6. No matarás.
7. No cometerás adulterio.
8. No hurtarás.
9. No dirás falso testimonio
10. No codiciarás
Estos sies se pueden resumir en el Segundo gran madamiento repetido por Jesus, “amaras a tu projimo como a ti mismo”.
Estos seis mandamientos se encuentran repetidos por Jesús a el joven rico depues que le hizo una pregunta muy interesante, una pregunta que todos nos debemos hacer,
¿Sera que después de la muerte y resurrección los mandamientos de Dios simplemente dejan de ser algo necesario para tener la vida eterna? En ninguna manera. La ley de Dios es eterna. ¡Por si misma la ley no nos salva pero nos enseña el camino a Dios al guardaramos Sus mandamientos por amor! En otras palabras guardamos Sus mandamientos por amor y los mandamientos se pueden resumir en un gran mandameinto, amor a Dios.
Estos seis mandamientos se encuentran repetidos por Jesús a el joven rico depues que le hizo una pregunta muy interesante, una pregunta que todos nos debemos hacer,
¿qué bien haré para tener la vida eterna? (Mateo 19:16)Lo interesante es que Jesús le respondió,
Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. (Mateo 19:17)El joven rico le llamo a Jesús “maestro bueno” porque el sabia quien era Jesús. Lo mas probable es que el Joven rico estaba cumpliendo los primeros cuatro los cuales componen el primer gran mandamiento. Pero no estaba cumpliendo el Segundo gran mandamiento porque aunque el pensaba que cumplía los últimos seis (los cuales Jesús específicamente le repitió) en realidad no lo estaba haciendo. Este joven no sentía amor por su prójimo al no estar dispuesto a ayudar a los pobres.
¿Sera que después de la muerte y resurrección los mandamientos de Dios simplemente dejan de ser algo necesario para tener la vida eterna? En ninguna manera. La ley de Dios es eterna. ¡Por si misma la ley no nos salva pero nos enseña el camino a Dios al guardaramos Sus mandamientos por amor! En otras palabras guardamos Sus mandamientos por amor y los mandamientos se pueden resumir en un gran mandameinto, amor a Dios.
El apóstol Santiago menciona este concepto de una forma tan simple de entender, a través de la matemática.
Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. (Santiago 2:10)Finalmente enfatizo algo muy importante, nuestra salvación es un regalo de Dios. Nosotros no podemos cumplir la ley de Dios por nuestra propia fuerza es un don que Dios nos otorga. El nos transforma para cumplir su ley.
Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible. (Mateo 19:25, 26)
Dios hace posible que nosotros, siendo pecadores seamos santos, seamos capaces de guardar su ley. ¿Porque demostramos que amamos a Dios si cumplimos sus mandamientos? ¿Qué es lo único el amor no tiene? El amor nunca egocentrismo, el amor no permite que la persona solo se fije en si mismo sino en la persona que ama tal como lo describe el apóstol Pablo en 2 Corintios 13. La ley de Dios se enfoca en el amor a Dios y el amor al prójimo. Por eso, “de estos dos mandamientos depende toda la ley”. Aceptemos el regalo de la salvación y cumplamos su santa ley porque le amamos y obtendremos la vida eterna.
¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!
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