lunes, octubre 12, 2009

EL ORIGEN DEL MAL – Parte 2


Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. !!Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.*1

Despues de tantas oportunidades que Dios le dio a Lucifer, necesariamente se desató una guerra en el cielo. Lucifer con sus ángeles no prevalecieron y fueron lanzados fuera. Pero obviamente los engaños de Satanás no habían terminado. Aunque ya no tenía acceso al cielo Lucifer aun continuaba ejerciendo su influencia sobre los mundos no caídos. La pregunta que viene a la mente es, ¿Porqué Dios no destruyo a Lucifer? Para poder obtener la respuesta a esta pregunta es necesario entender el carácter de Dios. La Biblia nos dice,

El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.*2

El gobierno, la creación y la ley de Dios están basados en su amor. El nunca fuerza a nadie que lo obedezca puesto que la obediencia viene como resultado del amor. Lucifer por mucho tiempo había implantado dudas sobre el gobierno de Dios. El argumentaba que Dios no era justo y compasivo. Si Dios hubiese destruido a Lucifer en el cielo, las dudas que Lucifer había plantado hubiesen permanecido. Por lo cual el Señor en su sabiduría permitió que el pecado se desarrollase hasta su punto más terrible para que el universo entero entendiese sus consecuencias. Al ver los resultados de Lucifer, la maldad y el sufrimiento que causarían, todos quedarían plenamente convencidos de que Dios es justo y bueno. Todos lo servirían por amor y no por temor.

El resultado de esta gran batalla fue que Lucifer, ahora conocido como el diablo, y Satanás fue lanzado a la tierra. De esa forma la batalla cósmica se transfirió a este planeta donde pronto terminara.

¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI VEN SEÑOR JESÚS!

1* Apocalipsis 12:7-12
2* 1 Juan 4:8

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