martes, octubre 13, 2009

APRESUREMOS LA VENIDA DEL SEÑOR

El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.*1

Lamentablemente nosotros no hemos hecho el trabajo necesario para que el Señor venga ya. El Señor nos dice que,

…será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.*2


Pero no hemos dedicado el tiempo necesario para predicar este mensaje para que llegue a todos los habitantes de la tierra. La pluma inspirada nos dice:

El Señor es un Dios celoso, pero él ha soportado los pecados y transgresiones de su pueblo en esta generación. Si el pueblo de Dios hubiese caminado bajo Su dirección, la obra de Dios hubiese avanzado y el mensaje de la verdad hubiese llegado a todas los habitantes sobre la faz de la tierra. Si el pueblo de Dios le hubiere creído siendo hacedores de su palabra, y hubiesen guardado Sus mandamientos, el ángel no habría volado por el cielo con el mensaje a los cuatro ángeles que soltarían los vientos para que soplaran sobre la tierra: “No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.” Pero debido a que el pueblo es desobediente, desagradecido y profano, lo mismo que los antiguos hijos de Israel, se prolonga el tiempo para que todos puedan escuchar el último mensaje de misericordia proclamado con voz poderosa. La obra del Señor se ha atrasado, el tiempo del sellamiento se ha atrasado. Muchos no han oído la verdad. Pero el Señor les dará la oportunidad de escuchar y convertirse, y la gran obra de Dios seguirá avanzando. *3

Cuatro ángeles poderos todavía están reteniendo los vientos de la tierra. Aun se prohíbe que una terrible destrucción se desate en su plenitud. Los accidentes por tierra y mar; la pérdida de vidas que aumenta constantemente a cause de las tormentas, las tempestades, los accidentes, los terremotos y los huracanes empujarán a las naciones hacia un mortífero combate, mientras los ángeles retienen los cuatro vientos y prohíben que el terrible poder de Satanás se ejerza en toda su furia, hasta que los siervos de Dios sean sellados en sus frentes.*4

El Señor ya hubiese venido pero espera hasta que todos tengan la oportunidad de ser salvos. Empleemos nuestros esfuerzos en la predicación del evangelio. Esta obra empieza en nuestras vidas. Necesitamos ser purificados, recibir una conversión genuina que nos aleje de las cosas de este mundo y nos enfoque en el cielo. Luego el Espíritu Santo nos llevará a predicar con gran fuerza y poder el mensaje del pronto regreso de Jesús. ¿Podemos apresurar su venida? Si nos esforzamos cada día, si clamamos por su venida y si trabajamos arduamente el evangelio será predicado a todo el mundo entonces veremos a Jesús. ¡Las señales nos lo indican!

¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!

1* 2 Pedro 3:9
2* Mateo 24:14
3* Manuscript Releases vol.15, pg. 292
4* Review and Herald, Junio 7, 1887


1 comentario:

  1. Cristo está aguardando con deseo anhelante la manifestación de sí mismo en su iglesia. Cuando el carácter de Cristo se reproduzca perfectamente en su pueblo, entonces vendrá a buscar a los suyos. Es un privilegio de todo cristiano, no solamente esperar la venida de nuestro Señor, sino también apresurarla. Si todos los que profesan su nombre estuviesen llevando frutos para su gloria, ¡cuán prestamente se sembrarían en todo el mundo las semillas del evangelio! ¡Con cuánta presteza maduraría la última gran mies, y vendría Cristo! (Consejos para los maestros, padres y alumnos, pp. 306-308).

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