Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. Mateo 24:15-18Si recordamos, este capitulo empieza con una pregunta que los discípulos le hacen al Señor Jesús. El les contesta la pregunta, revelando las señales de la destrucción de Jerusalén y el fin del mundo.
Para los cristianos de aquella época, la señal, para abandonar la ciudad fue cuando las legiones romanas rodearon a Jerusalén. No podían demorara y todo aquel que quedara atrás seguramente moriría.
Dice el profeta: “Vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia... Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades” Apocalipsis 18:1, 2, 4, 5. ¿Cuándo llegan sus pecados hasta el cielo? Cuando la ley de Dios sea finalmente invalidada por medio de la legislación. Entonces la crisis del pueblo de Dios le proporciona a éste la oportunidad de mostrar quién es el gobernante del cielo y de la tierra. Mientras un poder satánico está conmoviendo los elementos desde abajo, Dios envía luz y poder a su pueblo para que el mensaje de la verdad pueda ser proclamado a todo el mundo. *1
Nosotros también seremos llamados a salir de las ciudades. Cuando la ultima noche de este mundo este apunto de concluir, los pecados habrán llegado hasta el cielo y Jesús se alistara para su regreso en las nubes de los cielos.
Tiempo es de actuar, oh Jehová, porque han invalidado tu ley. Salmos 119:126.
Cuando la tierra que el Señor proveyó como asilo para sus hijos a fin de que pudieran adorarlo de acuerdo con los dictados de su conciencia, la tierra sobre la cual durante largos años ha estado extendido el escudo de la Omnipotencia, la tierra que Dios ha favorecido haciéndola depositaria de la pura religión de Cristo, cuando esa tierra, por medio de sus legisladores, abjure de los principios del protestantismo y ceda el paso a la apostasía romana para que pisotee la ley de Dios, entonces se manifestará la obra final del hombre de pecado. Los protestantes volcarán toda su influencia y su poder del lado del papado; mediante un decreto nacional que imponga el falso día de reposo, darán vida y vigor a la corrompida fe de Roma, reviviendo su tiranía y opresión de las conciencias. Entonces habrá llegado el momento de que Dios actúe poderosamente para vindicar su verdad. *1Como vimos en el estudio anterior, Estados Unidos al igual que Jerusalén fue altamente bendecida. Esta nación abrió las puertas a todos los que eran oprimidos por dirigentes religiosos. Pero pronto llegará el momento en el cual se habrán alejado de Dios de tal manera que pisotearan su ley. Cada día podemos ver como el santo día del Señor es rechazado.
Hay motivo para inquietarse por el estado religioso del mundo actual. Se ha jugado con la gracia de Dios. La multitud ha anulado la ley de Dios “enseñando doctrinas y mandamientos de hombres.” Mateo 15:9. La incredulidad prevalece en muchas iglesias de nuestra tierra; no es una incredulidad en el sentido más amplio, que niegue abiertamente la Sagrada Escritura, sino una incredulidad envuelta en la capa del cristianismo, mientras mina la fe en la Biblia como revelación de Dios. La devoción ferviente y la piedad viva han cedido el lugar a un formalismo hueco. Como resultado prevalece la apostasía y el sensualismo. Cristo declaró: “Asimismo también como fué en los días de Lot; ... como esto será el día en que el Hijo del hombre se manifestará.” Lucas 17:28-30. El registro diario de los acontecimientos atestigua el cumplimiento de estas palabras. El mundo está madurando rápidamente para la destrucción. Pronto se derramarán los juicios de Dios, y serán consumidos el pecado y los pecadores. *2¿En que momento debemos todos abandonar las ciudades?
No está lejano el tiempo en que, como los primeros discípulos, seremos obligados a buscar refugio en lugares desolados y solitarios. Así como el sitio de Jerusalén por los ejércitos romanos fue la señal para que huyesen los cristianos de Judea, así la asunción de poder por parte de esta nación [los Estados Unidos], con el decreto que imponga el día de descanso papal, será para nosotros una amonestación. Entonces será el momento de abandonar las grandes ciudades, y prepararnos para abandonar las menores en busca de hogares retraídos en lugares apartados entre las montañas Joyas de los. *3Esta será entonces nuestra señal. Cuando el día falso de adoración sea impuesto como ley debemos abandonar las ciudades. En el estudio anterior vivimos las razones por las cuales deberíamos considerar abandonar las ciudades ahora. Pero cuando esta señal se manifieste ya no será una sugerencia.
Antes de destruir a Sodoma, Dios mandó un mensaje a Lot: “Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas.” La misma voz amonestadora fué oída por los discípulos de Cristo antes de la destrucción de Jerusalén: “Y cuando viereis a Jerusalem cercada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estuvieren en Judea, huyan a los montes.” Lucas 21:20, 21. No debían detenerse para salvar algo de su hacienda, sino aprovechar lo mejor posible la ocasión para la fuga. *2
Hubo una salida, una separación decidida de los impíos, una fuga para salvar la vida. Así fué en los días de Noé; así ocurrió en el caso de Lot; así en el de los discípulos antes de la destrucción de Jerusalén, y así será en los últimos días. De nuevo se oye la voz de Dios en un mensaje de advertencia, que manda a su pueblo separarse de la impiedad creciente. *2Debemos abandonar las ciudades antes que sea demasiado tarde, sino seremos participes de las plagas que se desatarán sobre ellas.
Dentro de no mucho tiempo habrá tal contienda y confusión en las ciudades, que los que deseen salir de ellas no podrán hacerlo. *3¿Por qué habrá tanta confusión en las ciudades? Para contestar esta pregunta, es necesario entender cual es el plan de Satanás. Analicemos las estrategias que el utilizará.
“Pero antes de proceder a estas medidas extremas, debemos... entrampar a los que honran el verdadero sábado. Podemos separar a muchos de Cristo por la mundanalidad, la concupiscencia y el orgullo. Se pensarán seguros porque creen la verdad, pero la complacencia del apetito o de las bajas pasiones, que confundirá el juicio y destruirá el discernimiento, producirá su caída” *4
“Pero nuestra principal preocupación es silenciar a esta secta de guardadores del sábado. Debemos excitar la indignación popular contra ellos. Alistaremos grandes hombres, hombres mundialmente sabios, de nuestro lado, e induciremos a los que están en autoridad a llevar adelante nuestros propósitos. Entonces el descanso que yo he establecido será hecho obligatorio por leyes muy severas e impositivas. Los que las desobedezcan serán apartados de sus ciudades y aldeas, y se les hará sufrir hambre y privación. Una vez que tengamos el poder, mostraremos lo que podemos hacer con aquellos que no desean apartarse de su lealtad a Dios... Ahora que estamos poniendo a las iglesias protestantes y al mundo en armonía con este brazo derecho de nuestra fuerza, finalmente tendremos una ley para exterminar a todos los que no se sometan a la autoridad. Cuando la muerte sea la pena por la violación de nuestro día de reposo, entonces muchos que ahora están alistados con los observadores de los mandamientos vendrán a nuestro lado. *4La muerte será el castigo para todo aquel que desobedezca las leyes humanas y sigua las Divinas. Esto hará que los que no tienen su fe cimentada en Jesús y no se han entregado de corazón a el, salgan de las filas de la iglesia y se unan a la oposición.
¿Por qué es este mandamiento tan importante?
El sábado será la gran piedra de toque de la lealtad; pues es el punto especialmente controvertido. Cuando esta piedra de toque les sea aplicada finalmente a los hombres, entonces se trazará la línea de demarcación entre los que sirven a Dios y los que no le sirven. Mientras la observancia del falso día de reposo (domingo), en obediencia a la ley del estado y en oposición al cuarto mandamiento, sea una declaración de obediencia a un poder que está en oposición a Dios, la observancia del verdadero día de reposo (sábado), en obediencia a la ley de Dios, será señal evidente de la lealtad al Creador. Mientras que una clase de personas, al aceptar el signo de la sumisión a los poderes del mundo, recibe la marca de la bestia, la otra, por haber escogido el signo de obediencia a la autoridad divina, recibirá el sello de Dios. *5El Sábado es un monumento que exalta a nuestro creador. Es una señal que las criaturas creadas deben adorar a aquel que creo los cielos y la tierra en seis días y el séptimo lo santifico, lo bendijo y en el reposó.
Además la última noche de este mundo pondrá fin al gran conflicto cósmico que empezó desde el cielo. La batalla en contra del gobierno de Dios y su santa ley se resolverá de un vez para siempre.
Desde el origen de la gran controversia en el cielo, el propósito de Satanás ha consistido en destruir la ley de Dios. Para realizarlo se rebeló contra el Creador y, aunque expulsado del cielo, continuó la misma lucha en la tierra. Engañar a los hombres para inducirlos luego a transgredir la ley de Dios, tal fue el objeto que persiguió sin cejar. Sea esto conseguido haciendo a un lado toda la ley o descuidando uno de sus preceptos, el resultado será finalmente el mismo. El que peca "en un solo punto" manifiesta menosprecio por toda la ley; su influencia y su ejemplo están del lado de la transgresión; y viene a ser "culpado de todos" los puntos de la ley. Santiago 2:10. *6
En su afán por desacreditar los preceptos divinos, Satanás pervirtió las doctrinas de la Biblia, de suerte que se incorporaron errores en la fe de millares de personas que profesan creer en las Santas Escrituras. El último gran conflicto entre la verdad y el error no es más que la última batalla de la controversia que se viene desarrollando desde hace tanto tiempo con respecto a la ley de Dios. En esta batalla estamos entrando ahora; es la que se libra entre las leyes de los hombres y los preceptos de Jehová, entre la religión de la Biblia y la religión de las fábulas y de la tradición. *6Hace sentido que la ultima batalla de este mundo se concentre en el punto que causo no solo la entrada del pecado en esta tierra sino lo que produjo la rebelión de los ángeles en el cielo.
La corrupción política está destruyendo el amor a la justicia y el respeto a la verdad; y hasta en los Estados Unidos de la libre América, se verá a los representantes del pueblo y a los legisladores tratar de asegurarse el favor público doblegándose a las exigencias populares por una ley que imponga la observancia del domingo. La libertad de conciencia que tantos sacrificios ha costado no será ya respetada. En el conflicto que está por estallar veremos realizarse las palabras del profeta: "Airóse el dragón contra la mujer, y se fue para hacer guerra contra el residuo de su simiente, los que guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesús." Apocalipsis 12:17. *6Esforcémonos en el Señor y mantengámonos de parte de la justicia. Recordemos siempre las palabras de Jesús.
No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. Mateo 5:17, 18
¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI VEN SEÑOR JESÚS!
1* Maranata, “171. La Ley Invalidada En Estados Unidos”, Elena G. de White
2* Patriarcas Y Profetas, “14. La Destruccion De Sodoma”, Elena G. de White
3* Maranata, “172. La Señal Para Salir De Las Ciudades”, Elena G. de White
4* Maranata, “155. La Estrategia del Diablo”, Elena G. de White
5* Maranata, “207. El Comienzo Del Fin”, Elena G. de White
6* El Conflicto De Los Siglos, “36. El Conflicto Inminente”, Elena G. de White
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