lunes, febrero 01, 2010

La Última Noche – Parte 4 (Sodoma y Gomorra)

¡La última noche ha llegado! Los mensajeros le han revelado a Lot, a través de su poder que son ángeles del cielo, pero por primera vez le revelan su doble misión.

Aquella última noche no se distinguió porque se cometieran mayores pecados que en otras noches anteriores; pero la misericordia, tanto tiempo despreciada, al fin cesó de interceder por ellos. Los habitantes de Sodoma habían pasado los límites de la longanimidad divina, "el límite oculto entre la paciencia de Dios y su ira." Los fuegos de su venganza estaban por encenderse en el valle de Sidim.*1

Y dijeron los varones a Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar; porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto, Jehová nos ha enviado para destruirlo. Génesis 19:12, 13

Los ángeles manifestaron a Lot el objeto de su misión: "Vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor de ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto Jehová nos ha enviado para destruirlo." Los forasteros a quienes Lot había tratado de proteger, le prometieron a su vez protegerlo a él y salvar también a todos los miembros de su familia que huyeran con él de la ciudad impía. *1

El Señor fue grandemente misericordioso con Lot. El Señor estaba retrasando la destrucción de estas ciudades solo para que Lot y su familia salieran de ella de la misma forma en la que los ángeles ahora retienen los vientos para que su pueblo sea sellado.

Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar; porque Jehová va a destruir esta ciudad. Mas pareció a sus yernos como que se burlaba. Génesis 19:14

Los ángeles manifestaron a Lot cuál era su misión, y le hacen saber que Dios traería destrucción sobre la ciudad impía. Lot creyó las palabras de los ángeles, pero su familia se resistía a recibir su mensaje. Tanto tiempo habían vivido en vista y sonido de maldad que sus sentidos estaban embotados con el carácter grave del pecado. Lot había afligido su alma por los pecados degradantes que los Sodomitas continuamente cometían, y sin embargo aún el no pensaba que su pecado fuese del carácter degradante que era, ni consideró que estaban tan firmemente asentados como para ya no tener remedio alguno. Les pide permiso a los ángeles para ir y advertir a sus hijas y yernos que viven en la ciudad. Hizo su camino a través de la turba, que no habían podido, causarle daño por el poder de los ángeles, y dio el mensaje a sus hijos. Con dolor y terror les pide que abandonen la ciudad condenada, y huyan con él antes que la destrucción se lleve a cabo, pero lo ven a él como a un loco, viniendo a ellos con ese mensaje a la medianoche. Se ríen de su temor, pensando que una horrible pesadilla ha enloquecido su cerebro. No se tomaran la molestia sobre el asunto, sino que lo tratan como una broma, y estos que no reciben el mensaje, continúan durmiendo, ignorando la advertencia final de sus vidas. *2

Las propias hijas de Lot lo trataron de loco y ignoraron su llamado a salir de la cuidad. Ignoraron el hecho de que el fin había llegado.

…Lot salió para avisar a sus yernos. Repitió las palabras de los ángeles: "Levantaos, salid de este lugar; porque Jehová va a destruir esta ciudad." Pero a ellos les pareció que Lot bromeaba. Se rieron de lo que llamaron sus temores supersticiosos. Sus hijas se dejaron convencer por la influencia de sus maridos. Se encontraban perfectamente bien donde estaban. No podían ver señal alguna de peligro. Todo estaba exactamente como antes. Tenían grandes haciendas, y no les parecía posible que la hermosa Sodoma iba a ser destruida. *1

En gran parte, Lot fue la causa de que sus hijas ignoraran su amonestación a escapar por sus vidas. Lot era el que había decidió vivir en Sodoma, el los había llevado a esa cuidad. Pero al final de cuantas ellas ya tenían uso de la razón y debían escoger salvar sus propias vidas. Pero esta es una amonestación seria a los padres de familia, sobre el lugar donde llevaran a sus hijos y las influencias que ellos permitan.

Lleno de dolor, regresó Lot a su casa, y contó su fracaso. Entonces los ángeles le mandaron levantarse, llevar a su esposa y a sus dos hijas que estaban aún en la casa, y abandonar la ciudad. Pero Lot se demoraba. Aunque diariamente se afligía al presenciar actos de violencia, no tenía un verdadero concepto de la abominable iniquidad y la depravación que se practicaban en esa vil ciudad. No comprendía la terrible necesidad de que los juicios de Dios reprimiesen el pecado. Algunos de sus cercanos se aferraban a Sodoma, y su esposa se negaba a marcharse sin ellos. A Lot le parecía insoportable la idea de dejar a los que más quería en la tierra. Le apenaba abandonar su suntuosa morada y la riqueza adquirida con el trabajo de toda su vida, para salir como un pobre peregrino. Aturdido por el dolor, se demoraba, y no podía marcharse. Si no hubiese sido por los ángeles de Dios, todos habrían perecido en la ruina de Sodoma. Los mensajeros celestiales asieron de la mano a Lot y a su mujer y a sus hijas, y los llevaron fuera de la ciudad. *1

A Lot le fue muy difícil salir de la cuidad a pesar de que aceptó el mensaje de estos varones del cielo.

Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad. Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad. Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas. Génesis 19:15-17

¡Que difícil fue para Lot salir de Sodoma! Tuvo que dejar parte de su familia atrás y todas las riquezas que había acumulado fueron sacrificadas. Tuvo que salir de Sodoma un hombre pobre. El trabajo de años ahora fue contado en vano. No sentía la necesidad terrible de que el juicio de Dios callera sobre la ciudad impía, y aún vacilaba. Los ángeles le instan a salir inmediatamente, pero Lot, estupefacto con el dolor por la pérdida de sus hijos y su propiedad, todavía vacila. Los ángeles se apoderan de sus manos, y las manos de su esposa e hijos, y con la violencia misericordiosa apresuran a salir de la ciudad. Cuando llegan a los límites de la ciudad, una orden les es dada con vehemencia sorprendente: "Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas". Unos momentos de retraso ahora, unos momentos de fluctuación, el desprecio por unos momentos de la advertencia, les costará a los fugitivos sus vidas. Ellos ni siquiera pueden mirar hacia atrás para ver si su hermosa casa ha sobrevivido a la ruina general, o la tormenta estallará sobre ellos. Dios ha retrasado su juicio retributivo sólo para que puedan escapar. ¡Qué cuidado, qué ternura, a estas cuatro personas que huyen de la ciudad condenada! *3

Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. Apocalipsis 7:1-3

¡Es necesario entender que este mundo ha llegado a su última noche! El Señor está reteniendo la destrucción de este mundo por pura misericordia a sus escogidos. No podemos vacilar, no podemos dudar por un segundo. El mundo, los amigos y aun los familiares te trataran de loco, de fanático, de alarmista. Dirán que todo sigue normal, que no hay evidencias de destrucción o de juicio. Pero el límite desconocido entre la misericordia y la ira de Dios ha sido cruzado. El tiempo de gracia está a punto de cerrar.

El panorama de nuestro mundo ciertamente es alarmante. Dios está retirando su Espíritu de las ciudades impías que se han convertido como las ciudades del mundo antediluviano, y como Sodoma y Gomorra. Los habitantes de estas ciudades han sido probados y juzgados. Hemos llegado al momento en el que Dios va a castigar a los malhechores presuntuosos, que se niegan a guardar sus mandamientos y desprecian sus mensajes de advertencia. El que soporta por mucho tiempo con los malhechores les da a todos la oportunidad de buscarlo y humillar sus corazones delante de él.*4

Todo el mundo tiene la oportunidad de venir a Cristo y ser convertido, para que Él pueda sanarlos. Pero llegará un momento en que la misericordia ya no será ofrecida. Costosas mansiones, maravillas de habilidad arquitectónica, serán destruidas en un momento sin previo aviso, cuando el Señor vea que los propietarios han pasado los límites del perdón. La destrucción por el fuego de los edificios señoriales que se suponen que son a prueba de fuego, es un ejemplo de cómo en poco tiempo la arquitectura de la tierra quedará en ruinas. *4

¿Que harás tu cuando se nos llame a salir de las ciudades? ¿Te quedaras atrás como lo hicieron las hijas de Lot? ¿O salvaras tu vida y la de tu familia?

¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!



1* Patriarcas Y Profetas, “La Destrucción De Sodoma”, Elena G. de White
2* Signs Of The Times, “Sodom’s Last Warning”, October 9, 1893, Elena G. de White
3* Signs Of The Times, “The Doom Of Sodom A Warning For The Last Days”, October 16, 1893 Elena G. de White
4* This Day With God, “144. Securing Our Inheritance”, Elena G. de White

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