lunes, diciembre 21, 2009

El Santuario – El Plan De La Salvación (Parte 10)

…y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto. Hebreos 9:2
El arca del pacto contenía la vara de Aarón. El pueblo de Israel en varias ocasiones se había revelado con Dios. Coré, por ejemplo, junto con algunos príncipes del pueblo decidieron que ellos también podían guiar al pueblo. En una demostración poderoso Dios castigo a Coré y a su sequita, demostrando que Moisés era el líder que Dios había escogido para guiar al pueblo y que Aarón y la tribu de Levi habían sido escogidos para ministrar el santuario. La tierra se abrió y trago vivo a Coré junto con su familia. Luego descendió fuego del cielo (recordemos que Dios es fuego consumidor) y consumió a los príncipes que se revelaron.

Pudiese parecer algo fuerte esta historia pero Dios le dio muchas oportunidades a Coré que se arrepintiese pero no lo hizo. De la misma forma a nosotros nos ha dado muchas oportunidades para que nos arrepintamos. Pero el Señor está a las puertas y muy pronto la puerta de gracias se cerrará. Y los impíos serán consumidos pero esta vez será para muerte eterna.

El pueblo vez tras vez renegaban y criticaban a Moisés y a Dios mismo. Dios quería demostrarle al pueblo de una vez por toda la persona y la tribu que había escogido para ministrar el santuario. Los líderes de cada tribu colocaron sus nombres sobre una vara, fueron 12 varas en total, una por tribu. La señal de Dios seria que una de las vara reverdecería. Puesto que Dios había escogido a Aarón, su vara fuer la que reverdeció (Números 17)
Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había reverdecido, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras. Entonces sacó Moisés todas las varas de delante de Jehová a todos los hijos de Israel; y ellos lo vieron, y tomaron cada uno su vara. Y Jehová dijo a Moisés: Vuelve la vara de Aarón delante del testimonio, para que se guarde por señal a los hijos rebeldes; y harás cesar sus quejas de delante de mí, para que no mueran. Números 17:8-10
Como un recordativo perpetuo la vara que reverdeció se mantuvo dentro del arca del pacto en el lugar santísimo.

Esta vara representa al que Dios escogió para ministrar en el lugar santísimo en el cielo. Solo hay uno que puede dar vida a lo que estaba muerto. Solo hay uno en el cual nosotros podemos alcanzar la vida eterna.
Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. Juan 6:44
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Juan 11:25, 26
¡Qué gran esperanza nos da Cristo Jesús! Por medio de su sangre redentora nos limpia de pecado. Pero no solamente nos limpia de pecado sino que nos da esperanza de vida eterna. Solo Dios puede dar la vida y solo Dios puede devolver la vida a los que estaba muerto.
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 1 Tesalonicenses 4:16, 17

He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? 1 Corintios 15:51-55
¡Qué grandioso será ese día! ¡Qué gran esperanza de vida tenemos en Cristo Jesús! Pronto, muy pronto será.


¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!

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