Tu Ángel Protector

El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende. Salmos 34:7

Los ángeles son enviados a los hijos de Dios con misiones de misericordia.*1

El Señor en su amor y misericordia no nos ha dejado solos en este mundo. No solo tenemos la promesa del consolador, el Espíritu Santo que trabaja cada día en nuestras vidas, sino también de sus santos ángeles.

Cada discípulo de Cristo tiene su ángel guardián respectivo. Estos centinelas celestiales protegen a los justos del poder del maligno. *1

Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos. Mateo 18:10

Los ángeles de Dios velan por nosotros. Sobre esta tierra hay miles y decenas de miles de mensajeros celestiales comisionados por el Padre para prevenir que Satanás obtenga alguna ventaja sobre los que se niegan a caminar en el camino de maldad. Y estos ángeles que cuidan a los hijos de Dios en la tierra están en comunicación con el Padre en los cielos .* 2

Pero nosotros tenemos tan poco conocimiento sobre el ministerio de estos mensajeros de Dios.

Debemos entender mejor la misión de los ángeles. Sería bueno recordar que cada verdadero hijo de Dios tiene la cooperación de los seres celestiales. Los ejércitos invisibles de luz y poder asisten a los mansos y humildes que creen y reclaman las promesas de Dios. Querubines y serafines, y ángeles poderosos en fortaleza, están de pie a la diestra de Dios, "Todos son espíritus administradores, enviados para ministrar a los que serán herederos de la salvación". * 2

Los que trabajan por el bien de los demás están trabajando en unión con los ángeles celestiales. Ellos tienen su compañía constante, su ministerio incesante. Ángeles de luz y poder están siempre cerca, para proteger, para consolar, para curar, instruir, inspirar. La más alta educación, la verdadera cultura, el más alto servicio posible a los seres humanos en este mundo, es de ellos .* 2

Realmente es un trabajo impresionante el que Dios hace a través de ellos en favor nuestro. Lo podemos ver a lo largo de la historia de este mundo.

Visitaron a Abrahán con promesas de bendición; al justo Lot, para rescatarle de las llamas de Sodoma; a Elías, cuando estaba por morir de cansancio y hambre en el desierto; a Eliseo, con carros y caballos de fuego que circundaban la pequeña ciudad donde estaba encerrado por sus enemigos; a Daniel, cuando imploraba la sabiduría divina en la corte de un rey pagano, o en momentos en que iba a ser presa de los leones; a San Pedro, condenado a muerte en la cárcel de Herodes; a los presos de Filipos; a San Pablo y a sus compañeros, en la noche tempestuosa en el mar; a Cornelio, para hacerle comprender el Evangelio, a San Pedro, para mandarlo con el mensaje de salvación al extranjero gentil. Así fue como, en todas las edades, los santos ángeles ejercieron su ministerio en beneficio del pueblo de Dios.*1

¿Te has puesto a pensar como será el ángel que ha estado a tu lado desde tu nacimiento? Aparte de Dios, si hay alguien que te conoce quizá mejor de lo que tú te conoces a ti mismo es tu ángel protector. ¿Qué pensara tu ángel protector de ti? ¿Cuántas veces te habrá librado del peligro? ¿Cuántas veces te habrá ayudado en tu diario caminar?

Si pudieras ver los muchos peligros en los cuales eres conducido todos los días en forma segura por estos mensajeros del cielo, gratitud brotaría en tu corazón y se expresaría en tus labios.* 2

¡Cuántas promesas el Señor nos ha dado! Tenemos la ayuda del cielo para vencer el mal. Tenemos un camino por el cual, aunque angosto y tenebroso, podremos ser guiados protegidos por el Señor.

Aprende a confiar en Dios. Aprende a ir a Aquel que es poderoso para salvar. . . . Dile al amado Salvador, justo lo que necesitas. El que dijo: "Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis," no va a rechazar tu oración. Él enviará a sus ángeles para que te guarden y protejan de los ángeles malos, y hará que sea fácil hacer lo correcto. Entonces será más fácil que si lo intentas con tus propias fuerzas. ¿Entonces te sentirás así: "He pedido a Dios que me ayude, y Él lo hará. Voy a hacer el bien en su fuerza. No voy a entristecer a los ángeles queridos que Dios ha designado para velar por mí. Nunca tomare un curso que los aleje de mí”. *2

Que esta sea nuestra oración todos los días.

¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!

1* “El Conflicto De Los Siglos, “¿Quiénes Son Los Ángeles?”, Elena G. de White
2* The Truth About Angels, “Angel Ministry Today”, Elena G. de White