Estamos en los bordes del mundo eterno, y debemos dar un testimonio con el cual todo el cielo debe concordar. El ángel nos ha hablado: “Preparaos, uníos; el Señor está a las puertas.” Si tan sólo haces tu parte y te postras ante la cruz del Calvario, recibirás la bendición de Dios. Dios te ama. Él no quiere acercarte a El para hacerte daño, ¡oh, no, sino para darte consuelo, para verter sobre ti el aceite de regocijo, para sanar las heridas que el pecado ha hecho, para vendar los que Satanás ha golpeado. Él quiere darte las vestiduras de regocijo para el espíritu contristado. ¿Dejarás a Jesús entrar? ¿Caerás sobre la Roca para ser quebrantado? ¿Te humillarás al pie de la cruz? Jesús coloca sus brazos alrededor de ti, y te reconfortará. ¿Lo harás sin más demora? Que Dios permita que te puedas mover bajo Su providencia y estar preparados para la venida del Señor.
¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!
The Review And Herald, “Draw Nigh to God”, (March 4, 1890, Elena G. de White
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