jueves, mayo 06, 2010

¿Por qué Sufrimos?

Quizá esta sea la pregunta que mas se haya realizado a través de la historia humana. ¿Por qué sufrimos? Tal pregunta está basada en una mas difícil aun de contestar.
Para muchos el origen del pecado y el por qué de su existencia es causa de gran perplejidad. Ven la obra del mal con sus terribles resultados de dolor y desolación, y se preguntan cómo puede existir todo eso bajo la soberanía de aquel cuya sabiduría, poder y amor son infinitos. *1
La realidad es que no se puede contestar tal pregunta. Nuestras mentes simplemente no tienen la capacidad de cubrir estos temas.
Es esto un misterio que no pueden explicarse. Y su incertidumbre y sus dudas los dejan ciegos ante las verdades plenamente reveladas en la palabra de Dios y esenciales para la salvación. Hay quienes, en sus investigaciones acerca de la existencia del pecado, tratan de inquirir lo que Dios nunca reveló; de aquí que no encuentren solución a sus dificultades; y los que son dominados por una disposición a la duda y a la cavilación lo aducen como disculpa para rechazar las palabras de la santa Escritura. *1
El pecado es como un cáncer que empieza a destruir el cuerpo de un ser humano. Su origen puede ser desconocido y la razón por la cual se trate de encontrar el origen es para desarrollar un cura y quizá prevenirlo en otras personas. Pero si alguien tiene esta terrible enfermedad no necesita saber nada mas que sus consecuencias y los posibles tratamientos.

De igual forma, nosotros sabemos cuál es la consecuencia del pecado, la muerte. Pero, “la dadiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”

Lamentablemente, esta vida está llena de dolor y sufrimiento. Algunos enfrentan dificultades a mayor grado que otros. El enemigo aprovecha estos momentos para hacernos perder esperanza, para alejarnos de Dios, para hacernos dudar.

Pero lo único que se puede ejercer en estos momentos es la fe. La fe de un porvenir mejor, la fe de que pronto estaremos en las mansiones celestiales, la fe que nos espera un lugar donde ya no habrá mas llanto clamor ni dolor, donde la muerte una mas entrará. Fue pues para eso que vino Jesús.
Todo el universo habrá visto la naturaleza y los resultados del pecado. Y su destrucción completa que en un principio hubiese atemorizado a los ángeles y deshonrado a Dios, justificará entonces el amor de Dios y establecerá su gloria ante un universo de seres que se deleitarán en hacer su voluntad y en cuyos corazones se encontrará su ley. Nunca más se manifestará el mal. La Palabra de Dios dice: "No se levantará la aflicción segunda vez." (Nahum .1:9.) La ley de Dios que Satanás vituperó como yugo de servidumbre, será honrada como ley de libertad. Después de haber pasado por tal prueba y experiencia, la creación no se desviará jamás de la sumisión a Aquel que se dio a conocer en sus obras como Dios de amor insondable y sabiduría infinita. *1
Si le preguntases a alguien que tiene una enfermedad mortal si estuviese dispuesto a cambiar su vida con tal de ser sanado quizá te contestase que si. Dios nos pregunta ahora si estamos dispuestos a cambiar nuestras vidas con tal de ser limpiados del pecado y obtener la vida eterna. ¿Qué responderás?
He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Juan 1:29
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma semejanza, como por el Espíritu del Señor. 2 Corintios 3:18.

¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!



1* El Conflicto De Los Siglos, “29. El Origen Del Mal”, Elena G. de White

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