miércoles, marzo 31, 2010

Jesús Y La Cena Parte 1

Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase, sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba, se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido. Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies? Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después. Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo. Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza. Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos. Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos. Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis. Juan 13:1-17
Qué gran lección de humildad les enseñó Jesús a sus discípulos. Siempre existía una rivalidad entre ellos.

¿Quién de todos es el mayor?

No habiendo un sirviente en esta ocasión un de los discípulos se tendría que humillar y lavar los polvorientos pies a los demás. Pero ninguno de ellos estaba dispuesto a rebajarse hasta tal punto.

Jesús se quedo esperando por un momento para ver si alguno reaccionaba y luego él empezó a hacerlo.

Como es posible que el príncipe del universo, aquel que creó el universo se encontrase lavándole los pies a estos hombres insignificantes.

Pedro se quebranto de corazón, entendía su error y no podía dejar a su Señor humillarse de esa forma. “No me lavaras los pies jamás,” fue su respuesta.

Pero Jesús con este los estaba preparando para que trabajasen juntos. Obviamente para este momento ya Judas estaba lejos de la gracia Divina. Pero los otros discípulos necesitaban humillarse, aceptar a Jesús y trabajar unidos. Jesús le respondió, “Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.”
Cristo había venido para lavar el corazón de la mancha del pecado. Al negarse a permitir a Cristo que le lavase los pies, Pedro rehusaba la purificación superior incluida en la inferior.*
Este símbolo nos indica nuestra necesidad de la sangre redentora de Jesús. No somos dignos y necesitamos que él nos limpie de toda mancha de pecado.
Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Isaías 1:18.
Como Pedro y sus hermanos, nosotros también hemos sido lavados en la sangre de Cristo, y sin embargo la pureza del corazón queda con frecuencia contaminada por el contacto con el mal. Debemos ir a Cristo para obtener su gracia purificadora. Pedro rehuía el poner sus pies contaminados en contacto con las manos de su Señor y Maestro; pero ¡con cuánta frecuencia ponemos en contacto con el corazón de Cristo nuestros corazones pecaminosos y contaminados! *
Pero aun sin ser dignos o merecedores no hay otro camino a la salvación que Cristo Jesús.
El es el único que puede lavarnos. No estamos preparados para la comunión con él a menos que seamos limpiados por su eficacia.*
Juan lo llamo el cordero que nos limpia.
He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Juan 1:29.
El santo Vigilante del cielo está presente en estos momentos para hacer de ellos momentos de escrutinio del alma, de convicción del pecado y de bienaventurada seguridad de que los pecados están perdonados.*
Pero tal perdón solo esta disponible a aquel que se humilla y va en pos de él. La humildad, la confesión el arrepentimiento son la única salida para nuestra condición actual.
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9.
Interesantemente en estos actos de servicio podemos ver el origen de Dios y su carácter de amor.
En su vida y sus lecciones, Cristo dio un ejemplo perfecto del ministerio abnegado que tiene su origen en Dios. Dios no vive para sí. Al crear el mundo y al sostener todas las cosas, está sirviendo constantemente a otros. El "hace que su sol salga sobre malos y buenos, y llueve sobre justos e injustos." * Este ideal de ministerio fue confiado por Dios a su Hijo. Jesús fue dado para que estuviese a la cabeza de la humanidad, a fin de que por su ejemplo pudiese enseñar lo que significa servir. Toda su vida fue regida por una ley de servicio. Sirvió y ministró a todos. Así vivió la ley de Dios, y por su ejemplo nos mostró cómo debemos obedecerla nosotros.*
Qué gran contraste habrá aquel día cuando todo ojo le verá. El que nació en un pesebre, el que fue un humilde carpintero, el que fue maltratado, burlado, colocado entre los criminales y finalmente matado, vendrá en las nubes de los cielo con poder y gran gloria.

Los redimidos irán a morar con el por toda la eternidad. Pero en este momento lo único que podemos hacer para alcanzar ese regalo de salvación es, ir en pos de él y tomar nuestra cruz.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. Mateo 16:24-27.
¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!

 
* El Deseado De Todas Las Gentes, “71. Un Siervo De Siervos”, Elena G. de White

lunes, marzo 29, 2010

Jesús En El Getsemaní

Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad. Mateo 26:36-42
Fue en este lugar en donde el Señor Jesús tendría su lucha mas grande. Su humanidad se sentía debilitada y angustiada. Las fuerzas se habían ido.
Cada paso le costaba un penoso esfuerzo. Dejaba oír gemidos como si le agobiase una terrible carga. Dos veces le sostuvieron sus compañeros, pues sin ellos habría caído al suelo. *
“Mi alma esta triste hasta la muerte”, fueron sus palabras. El peso del pecado estaba causando una separación tan grande con su Padre que se sentía desesperado. Desde el principio Jesús y su Padre nunca se habían separado. Por primera vez el pecado había creado una densa y oscura separación que Jesús no veía el sol de justicia. Los rayos de misericordia se habían apartado de Él.

Dios ama al pecador, pero odia el pecado. Cargando el pecado de toda la humanidad, Dios ya no podía socorrerle.




Pero Dios sufrió con su Hijo. Los ángeles contemplaron la agonía del Salvador. Vieron a su Señor rodeado por las legiones de las fuerzas satánicas, y su naturaleza abrumada por un pavor misterioso que lo hacia estremecerse. Hubo silencio en el cielo. Ningún arpa vibraba. Si los mortales hubiesen percibido el asombro de la hueste angélica mientras en silencioso pesar veía al Padre retirar sus rayos de luz, amor y gloria de su Hijo amado, comprenderían mejor cuán odioso es a su vista el pecado. *
El enemigo ha corrompido la imagen, el carácter de Dios. El mundo piensa que a Dios no le importan nuestras vidas diarias. Que El no se interesa por nosotros. En medio del dolor y el sufrimiento, El está lejos. Piensa que quizá Dios nos creo y luego dejo a este mundo para que enfrentase su propia suerte. Pero podemos ver que Dios realmente entiende nuestras necesidades y se entristece al vernos sufrir.

El corazón humano anhela simpatía en el sufrimiento. Este anhelo lo sintió Cristo en las profundidades de su ser. *
El que siempre había tenido palabras de simpatía para ellos, sufría ahora agonía sobrehumana, y anhelaba saber que oraban por él y por sí mismos. *
Jesús experimentó tal sentir por el cual podemos ver que Dios se compadecer de nuestras necesidades. No hay lágrimas derramadas que él no vea y con corazón tierno se compadezca. Jesús estuvo allí y conoció sufrimiento para luego poder interceder por nosotros.
 
Tan grande era esta lucha que el Señor le dijo a su Padre, que si era posible pasase sobre él la copa amarga que debía tomar. Pero la relación estrecha con su Padre lo llevaba a siempre aceptar la voluntad de Dios.
 
Pero Su cuerpo continuaba debilitándose y El cayó al suelo mientras oraba al Padre celestial.

Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. Lucas 22:34.
La ciencia ha tratado de explicar tal condición. “Hematidrosis”: debido a la angustia experimentada por un individuo, lo vasos capilares en las glándulas sudoríficas se rompen. Esto causa que la persona empiece a sudar gotas de sangre. Como resultado, su piel también queda extremadamente frágil.

Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño. Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras. Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega. Mateo 26:43-46.
La gran batalla, el conflicto cósmico estaba por determinarse en el huerto del Getsemaní. Lo que había empezado en el cielo y continuado en la tierra se determinaría en este lugar.
 
Las huestes de las tinieblas estaban alrededor de Jesús tratando de destruirle. Así como Satanás con sus ángeles están alrededor nuestro cada día, tratando de destruirnos lo estaban en esa noche con Jesús. Si no fuese por los ángeles poderosos del cielo nosotros seriamos despedazados por las potestades de las tinieblas.
 
El enemigo hizo todo cuanto pudo para convencer a Jesús a que no muriese por la raza humana. No lo merecen, eran sus palabras. Satanás tenía todo en juego en este momento. Le dijo a Jesús: tu propio pueblo te matara, tu discípulo te traicionara, uno de ellos te negará, todos te abandonarán, la mayoría te rechazará.
 
No era demasiado tarde aun. Jesús podía limpiar la gotas de sangre de su desfigurado rostro y ascendido al Padre dejando este mundo a que pereciese tal como lo merecíamos. Por segunda vez le pregunto al Padre si fuese posible que pudiese pasar sobre el esa copa. Nuevamente encontró a sus discípulos durmiendo.
 
Pero El deseaba hacer la voluntad del Padre. Por tercera vez regreso a orar. Si es posible pase de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad.

Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Lucas 22:43.
El ángel que tomo el puesto de Lucifer en el cielo descendió para fortalecer a Jesús. No quitaría la copa amarga de sus manos, tampoco le daría fuerzas sobrehumanas para sobrellevar esta carga. Pero le mostraría la razón por la cual El había decidido morir por esta raza caída.

Le mostró los cielos abiertos y le habló de las almas que se salvarían como resultado de sus sufrimientos. Le aseguró que su Padre es mayor y más poderoso que Satanás, que su muerte ocasionaría la derrota completa de Satanás, y que el reino de este mundo sería dado a los santos del Altísimo. Le dijo que vería el trabajo de su alma y quedaría satisfecho, porque vería una multitud de seres humanos salvados, eternamente salvos. La agonía de Cristo no cesó, pero le abandonaron su depresión y desaliento. La tormenta no se había apaciguado, pero el que era su objeto fue fortalecido para soportar su furia. Salió de la prueba sereno y henchido de calma. Una paz celestial se leía en su rostro manchado de sangre. Había soportado lo que ningún ser humano hubiera podido soportar; porque había gustado los sufrimientos de la muerte por todos los hombres. *
Jesús no nos dejaría a perecer sin esperanza. En medio del dolor y el sufrimiento que padecemos en este terrible mundo podemos mirar hacia el cielo y ver que nos espera algo mejor.

Ve que los transgresores de la ley, abandonados a si mismos, tendrían que perecer. Ve la impotencia del hombre. Ve el poder del pecado. Los ayes y lamentos de un mundo condenado surgen delante de él. Contempla la suerte que le tocara, y su decisión queda hecha. Salvará al hombre, sea cual fuere el costo. Acepta su bautismo de sangre, a fin de que por él los millones que perecen puedan obtener vida eterna. *
La decisión queda hecha y la batalla decidida. Gracias a Dios podemos ser salvos. Gracias a la muerte de Jesús estaremos en el cielo aunque no lo merezcamos.
 
Pero habiendo hecho tan grande sacrificio por amor, ahora nosotros debemos aceptarle. Nosotros debemos ir en pos de Él y aceptar tan grande salvación.





¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!


 
* El Deseado De Todas Las Gentes, “74. Getsemaní”, Elena G. de White

domingo, marzo 28, 2010

La Entrada Triunfal Parte 1 (Semana Santa)

Dicho esto, iba delante subiendo a Jerusalén. Y aconteció que llegando cerca de Betfagé y de Betania, al monte que se llama de los Olivos, envió dos de sus discípulos, diciendo: Id a la aldea de enfrente, y al entrar en ella hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado jamás; desatadlo, y traedlo. Y si alguien os preguntare: ¿Por qué lo desatáis? le responderéis así: Porque el Señor lo necesita. Fueron los que habían sido enviados, y hallaron como les dijo. Y cuando desataban el pollino, sus dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino? Ellos dijeron: Porque el Señor lo necesita. Y lo trajeron a Jesús; y habiendo echado sus mantos sobre el pollino, subieron a Jesús encima. Y a su paso tendían sus mantos por el camino. Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto, diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas! Lucas 19:28-38.
El primer día de la semana Jesús les dio instrucciones específicas a sus discípulos. Ellos se admiraron al ver que todo lo que el Señor les dijo se cumplió. Encontraron el asna en el lugar donde El les había dicho y respondieron de la forma en la cual el les había indicado.

La idea de los discípulos es que Jesús había venida a librarlos y a establecer Su reino. Contentos estuvieron mas que dispuestos a colocar sus mantos sobre el asna y sentar a Jesús sobre ella para la entrada triunfal a Jerusalén.

Mientras descendían del monte de los Olivos presenciaban la magnífica ciudad y el sol brillante que reflejaba sobre el majestuoso templo. La nación se sentía orgullosa por el templo el cual había sido dedicado a Dios pero que lamentablemente les era mas importante que Dios mismo.

La multitud empezaba a crecer y todos gritaban contentos que su rey había llegado. Tiraban palmas en el suelo mientras el asna avanzaba lentamente hacia la ciudad.

De repente vieron una imagen tan extraña que dejó a todos confundidos.


Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella Lucas 19:41.
Al ver a Jesús llorar, a todo les bajo un sentimiento de tristeza inexplicable. No era como las lagrimas que derramo sobre la tumba de Lázaro. Eran gemidos, eran un clamor de terrible agonía.


…el Redentor del mundo se sintió abrumado por súbita y misteriosa tristeza. El, el Hijo de Dios, el Prometido de Israel, que había vencido a la muerte arrebatándole sus cautivos, lloraba, no presa de común abatimiento, sino dominado por intensa e irreprimible agonía. *
Aun el cielo quedo en silencio al presenciar esta imagen.


¡Mirad al Rey del cielo derramando copioso llanto! ¡Ved al Hijo del Dios infinito turbado en espíritu y doblegado bajo el peso del dolor! Los cielos se llenaron de asombro al contemplar semejante escena que pone tan de manifiesto la culpabilidad enorme del pecado, y que nos enseña lo que le cuesta, aun al poder infinito, salvar al pecador de las consecuencias que le acarrea la transgresión de la ley de Dios. Dirigiendo Jesús sus miradas hasta la última generación vió al mundo envuelto en un engaño semejante al que causó la destrucción de Jerusalén…Millones de almas sujetas al pecado, esclavas de Satanás, condenadas a sufrir la segunda muerte, se negarían a escuchar las palabras de verdad en el día de su visitación. ¡Terrible ceguedad, extraña infatuación!*
Ya He hablado sobre las imágenes que Jesús vio, lo que realmente lo llevo a llorar. (La Última Noche: Jerusalén). Pero brevemente enfatizo lo que llevo a Jesús a clamar de esta forma.


Diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación. Lucas 19:42-44.
No lloraba por sí mismo, por más que supiera adónde iba. Getsemaní, lugar de su próxima y terrible agonía, extendíase ante su vista…Poco más allá se destacaba el Calvario, lugar de la crucifixión. Sobre la senda que pronto le tocaría recorrer, iban a caer densas y horrorosas tinieblas mientras él entregaba su alma en expiación por el pecado. No era, sin embargo, la contemplación de aquellas escenas lo que arrojaba sombras sobre el Señor en aquella hora de gran regocijo, ni tampoco el presentimiento de su angustia sobrehumana lo que nublaba su alma generosa…Lloraba por el fatal destino de los millares de Jerusalén, por la ceguedad y por la dureza de corazón de aquellos a quienes él viniera a bendecir y salvar.” *
El Señor sufría al saber lo que habían rechazado que serían destruidas eternamente. Lloraba al saber que no tendría esperanza de vida eterna. Su condena había llegado.


¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! Mateo 23:37.
Estas palabras me conmueven el corazón al pensar el amor que Jesús tiene hacia nosotros. Dio si vida por nosotros y le continuamos rechazando. Pero no solo lloraba por la nación judía. Lloraba por todos nosotros.


La nación judía era un símbolo de las personas que en todo tiempo desprecian las súplicas del amor infinito. Las lágrimas vertidas por Cristo cuando lloró sobre Jerusalén fueron derramadas por los pecados de todos los tiempos. En los juicios pronunciados sobre Israel, los que rechazan las reprensiones y amonestaciones del Espíritu Santo de Dios pueden leer su propia condenación.*
Cristo vió en Jerusalén un símbolo del mundo endurecido en la incredulidad y rebelión que corría presuroso a recibir el pago de la justicia de Dios. Los lamentos de una raza caída oprimían el alma del Señor, y le hicieron prorrumpir en esas expresiones de dolor. Vió además las profundas huellas del pecado marcadas por la miseria humana con lágrimas y sangre; su tierno corazón se conmovió de compasión infinita por las víctimas de los padecimientos y aflicciones de la tierra; anheló salvarlos a todos. Pero ni aun su mano podía desviar la corriente del dolor humano que del pecado dimana; pocos buscarían la única Fuente de salud. El estaba dispuesto a derramar su misma alma hasta la muerte, y poner así la salvación al alcance de todos; pero muy pocos iban a acudir a él para tener vida eterna.*
Ojala que durante este corto tiempo que nos queda, podamos aceptar a Jesús en nuestras vidas. Que tristeza trae al corazón de los han luchado por llevar el evangelio a las personas y han sido rechazados. Pero que tristeza mas grande trae al corazón de Jesús, saber que El murió por nosotros y nosotros despreciamos tan grande salvación.

Dejémosle entrar a nuestras vidas. Permitámosle que transforme nuestros corazones y nos gozaremos al verle regresar pronto en las nubes de los cielos.
 


¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN, SEÑOR JESÚS!
 
El Conflicto De Los Siglos, “1. La Destrucción De Jerusalén”, Elena G. de White

sábado, marzo 27, 2010

Jesús En El Principio (Semana Santa)

Estaremos recorriendo algunos de los eventos que transcurrieron durante la última semana de la pasión del Señor Jesús. Para poder entender realmente lo que el Señor hizo por nosotros debemos primeramente recordar quien es El.

El Sacrificio, la muerte en la cruz, el precio de la salvación solo entra en contexto cuando se entiende quien realmente fue nuestro amado Jesús. Mas aun, la relación que debe existir con el Señor va mas allá de las emociones y los sentimientos por lo que Jesús sufrió durante esta semana.


En El Principio
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho… Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Juan 1:1-3; 14.
Recordemos que Jesús es Dios hecho hombre. Lamentablemente, muchos niegan este hecho. Pero apóstol san Juan nos aclara que Jesús (el verbo) era con Dios y era Dios. Jesús creó los mundos y luego El se hizo carne y luego habito entre nosotros.

La gloria del Padre está en Jesús puesto que El y el Padre uno son. Aunque cubierto por el manto de humanidad, la gloria de Dios estaba en el. No podemos comprender completamente este concepto pero Jesús fue 100% humano y fue 100% divino.
Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas. Hebreos 1:1-3.
Jesús es el resplandor de su gloria, la imagen mima de su sustancia. Por lo cual El recibía en el cielo la misma adoración, la misma honra que el Padre. Sin tener principio ni fin El es Dios.


Aunque Era Dios
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. Filipenses 2:5-11.
Llegamos a entender un poco mejor cuán grande fue el sacrificio en favor de la humanidad. El se humillo siendo Dios, se despojo de todo, siendo adorado en el cielo y vino a morir una de las peores muertes para salvarnos a nosotros. No era obligación hacerlo, fue una decisión que El tomó por amor a nosotros.


El Pagó El Precio De Nuestros Pecados
Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Isaías 53:3-6.
Nuestro destino a causa del pecado, fue cambiado por medio de Cristo Jesús. Mereciendo la muerte el nos trajo la vida, pues El es la vida.
Cristo fué tratado como nosotros merecemos a fin de que nosotros pudiésemos ser tratados como él merece. Fué condenado por nuestros pecados, en los que no había participado, a fin de que nosotros pudiésemos ser justificados por su justicia, en la cual no habíamos participado. El sufrió la muerte nuestra, a fin de que pudiésemos recibir la vida suya. *
¿Porqué Lo Hizo?
Dios dió a su Hijo unigénito para que llegase a ser miembro de la familia humana, y retuviese para siempre su naturaleza humana. Tal es la garantía de que Dios cumplirá su promesa…Dios adoptó la naturaleza humana en la persona de su Hijo, y la llevó al más alto cielo. Es “el Hijo del hombre” quien comparte el trono del universo. Es “el Hijo del hombre” cuyo nombre será llamado: “Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.” El YO SOY es el Mediador entre Dios y la humanidad, que pone su mano sobre ambos. El que es “santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores,” no se avergüenza de llamarnos hermanos. En Cristo, la familia de la tierra y la familia del cielo están ligadas. Cristo glorificado es nuestro hermano. El cielo está incorporado en la humanidad, y la humanidad, envuelta en el seno del Amor Infinito.*
El Señor vino a reconciliarnos con el Padre. El vino a reunificar a la familia terrenal con la celestial. Jesús vino a restaurar lo que experimentaban Adán y Eva en el Edén. ¡Qué privilegio! Somos llamados hijos de Dios, hermanos de Jesús y hechos parte de la familia real.


Recompensa Final
Con todo lo que el Señor Jesús hizo, podemos estar seguros que pronto regresará. Podemos estar seguros que todos los que hayamos creído en El, que todos los que le hayamos aceptado he ido en pos del seremos reunidos en el reino de los cielos. Cuando el Señor venga, tanto los justos muertos como los vivos recibirán la recompensa final, pues fiel y justo es aquel que lo ha prometido.
Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas. Filipenses 3:20, 21.
Por su vida y su muerte, Cristo logró aun más que restaurar lo que el pecado había arruinado…en Cristo llegamos a estar más íntimamente unidos a Dios como que si nunca hubiésemos pecado. Al tomar nuestra naturaleza, el Salvador se vinculó con la humanidad por un vínculo que nunca se ha de romper. A través de las edades eternas, queda ligado con nosotros.*

¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!



El Deseado De Todas Las Gentes, “1. Dios Con Nosotros”, Elena G. de White

jueves, marzo 25, 2010

La Escuela Del Mas Allá (Parte 1)

Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Juan 17:3.

Todos en este mundo somos estudiantes. Como suele acontecer en las escuelas, hay estudiantes motivados e talentosos y hay estudiantes perezosos e indiferentes. Este mundo es apenas la primera escuela en el estudio que se hará por toda la eternidad.

El cielo es una escuela; su campo de estudio, el universo; su maestro, el Ser infinito. En el Edén fue establecida una filial de esa escuela y, una vez consumado el plan de redención, se reanudará la educación en la escuela del Edén.*

Pero a diferencia de Adán y Eva en el Edén, nosotros no hemos tenido la oportunidad de ver a nuestro maestro cara a cara. No hemos tenido el privilegio de escuchar Su voz, de tener una mejor comprensión de Su poder. El pecado nos ha limitado severamente. Pero pronto todo esto cambiara.

Y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. Apocalipsis 22:4.

Facultado otra vez para comparecer ante Dios, el hombre volverá a recibir enseñanza de él, como al principio:*

Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente. Isaías 52:6.

He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Apocalipsis 21:3.

Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. 1 Corintios 13:12.

El mejor y mas perfecto estudio eterno se realizara en el cielo. Pero la preparación que se haga aquí, ahora, tendrá un gran impacto en el mas allá.

La vida en la tierra es el comienzo de la vida en el cielo; la educación en la tierra es una iniciación en los principios del cielo; la obra de la vida aquí es una preparación para la obra de la vida allá. Lo que somos ahora en carácter y servicio santo es el símbolo seguro de lo que seremos entonces.*

Por medio de la Palabra de Dios podemos ir conociéndole. Podemos ver su carácter de amor y misericordia. Podemos encontrarla revelación del poder de Dios. Logramos ver una sombre de lo que será el cielo. Pero, ¿puedes imaginarte cuando ya estemos en el cielo, como será?

Se ofrecerán al estudiante una historia de alcance infinito y de riqueza inefable. Aquí, desde la posición ventajosa que le ofrece la Palabra de Dios, el estudiante logra una perspectiva del vasto campo de la historia, y puede obtener algún conocimiento de los principios que rigen el curso de los sucesos humanos. Pero su visión está aún empañada y su conocimiento es incompleto. No verá claramente las cosas hasta que esté a la luz de la eternidad. *

¡Que privilegio será estar matriculado en la escuela del celestial! Revestidos de inmortalidad veremos cara a cara a nuestro Dios. Compartiremos con nuestros seres amados y nunca más seremos interrumpidos por la muerte. Finalmente, se revelara lo que haremos de ser.

Aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 1 Juan 3:2


¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!


* La Educación, “35. La Escuela Del Mas Allá”, Elena G. de White

miércoles, marzo 24, 2010

La Templanza Y La Segunda Venida

“E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.” Lucas 1: 17.

El Señor tenia a un escogido que prepararía el camino para su primera venida. Así también ahora, el tiene un pueblo que debe preparar el camino para su segunda venida.

Juan había de salir como mensajero de Jehová, para comunicar a los hombres la luz de Dios. Debía dar una nueva dirección a sus pensamientos. Debía hacerles sentir la santidad de los requerimientos de Dios, y su necesidad de la perfecta justicia divina. Un mensajero tal debía ser santo. Debía ser templo del Espíritu de Dios. A fin de cumplir su misión, debía tener una constitución física sana, y fuerza mental y espiritual. Por lo tanto, le sería necesario dominar sus apetitos y pasiones. Debía poder dominar todas sus facultades, para poder permanecer entre los hombres tan inconmovible frente a las circunstancias que le rodeasen como las rocas y montañas del desierto.*

Dios también esta llamando a hombres y mujeres para esta obra tan solemne. Especialmente, hoy en día cuando estamos tan ocupados en todo, menos lo celestial. Es que Dios en su amor y misericordia nos hace este llamado. Todo los acontecimientos nos están señalando que la segunda venida del Señor Jesús esta cerca. Hay tantas personas que no conocen que hay un Dios que creo los cielos y la tierra, y un día mando a su único Hijo para salvarlos.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16.

Es nuestro deber mostrar al mundo y hablarle de ese Dios que nos amo tanto que dio lo que es y era tan precioso, su Único Hijo, al Señor Jesús.

Al preparar el camino para la primera venida de Cristo, representaba a aquellos que han de preparar un pueblo para la segunda venida de nuestro Señor. El mundo está entregado a la sensualidad. Abundan los errores y las fábulas. Se han multiplicado las trampas de Satanás para destruir a las almas. Todos los que quieran alcanzar la santidad en el temor de Dios deben aprender las lecciones de temperancia y dominio propio. Las pasiones y los apetitos deben ser mantenidos sujetos a las facultades superiores de la mente. Esta disciplina propia es esencial para la fuerza mental y la percepción espiritual que nos han de habilitar para comprender y practicar las sagradas verdades de la Palabra de Dios. Por esta razón, la temperancia ocupa un lugar en la obra de prepararnos para la segunda venida de Cristo.*

Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne. Romanos 13:11-14.

Si queremos ser instrumentos en las manos de Dios. Pidámosle ayuda, El nos dice:

…Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Lucas 11:9,10.

El Señor Jesús esta por regresar por segunda vez, y el viene a buscar a un pueblo puro y sin mancha.

Por eso, amados estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por el sin mancha e irreprochables, en paz. 2 Pedro 3:14.

Hay un último mensaje que dar a este mundo. Pidámosle a Dios que lo podamos hacer nosotros. Dejemos todo aquello que no permite que el Espíritu Santo nos unja con su poder. Permitamos ser usados. como lo fueron los hombres y mujeres del pasado.

¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!

*El Deseo De Toda Las Gentes, “10. La Voz que Clamaba en el Desierto”, Elena G. de White

* KCC

lunes, marzo 22, 2010

¡Aquí Viene El Novio! (Parte 3)

Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Mateo 25:5-7.

El esposo se retrasa. El llega hasta la media noche, el momento más oscuro, el momento en el cual ninguna de las vírgenes lo esperaba, el momento en el cual todas se habían dormido.

Tal es la condición del mundo ahora. Oscuro por la confusión, el dolor, el sufrimiento, el pecado y la muerte. La luz de Dios ha sido apagada y muchos prefirieran las tinieblas.

La venida del esposo ocurrió a medianoche, es decir en la hora más oscura. De la misma manera la venida de Cristo ha de acontecer en el período más oscuro de la historia de esta tierra. Los días de Noé y Lot pintan la condición del mundo precisamente antes de la venida del Hijo del hombre. Las Escrituras, al señalar este tiempo, declaran que Satanás obrará con todo poder y “con todo engaño de iniquidad”. 2 Tesalonicenses 2:9, 10. Su forma de obrar es revelada claramente por las tinieblas que van rápidamente en aumento, por la multitud de errores, herejías y engaños de estos últimos días. No solamente está Satanás cautivando al mundo, sino que sus mentiras están leudando las profesas iglesias de nuestro Señor Jesucristo. La gran apostasía se desarrollará hasta llegar a las tinieblas de la medianoche, impenetrables como negro saco de cilicio. Para el pueblo de Dios será una noche de prueba, una noche de lloro, una noche de persecución por causa de la verdad. Pero en medio de esa noche de tinieblas, brillará la luz de Dios. *

En medio de tal oscuridad a veces es difícil ver la luz de Dios. Nuestros ojos de fe a son cubiertos por las lágrimas que este mundo produce. Las dificultades de la medianoche crearán el periodo mas oscuro de la historia humana. Pero la luz de Dios nunca dejara de brillar.

A pesar de que todas se habían dormido las lámparas de las cinco prudentes continuaban ardiendo.

Mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Mateo 25:4.

En la parábola, las vírgenes prudentes tenían aceite en las vasijas de sus lámparas. Su luz ardió con llama viva a través de la noche de vela. Cooperaron en la iluminación efectuada en honor del esposo. Brillando en las tinieblas, contribuyeron a iluminar el camino que debía recorrer el esposo hasta el hogar de la esposa, para celebrar la fiesta de bodas. *

Así los seguidores de Cristo han de verter luz sobre las tinieblas del mundo. Por medio del Espíritu Santo, la Palabra de Dios es una luz cuando llega a ser un poder transformador en la vida del que la recibe. Implantando en el corazón los principios de su Palabra, el Espíritu Santo desarrolla en los hombres los atributos de Dios. La luz de su gloria—su carácter—ha de brillar en sus seguidores. Así ellos han de glorificar a Dios, han de iluminar el camino a la casa del Esposo, a la ciudad de Dios, a la cena de bodas del Cordero. *

No nos olvidemos que al a través de la eternidad, Dios siempre ha sido el origen de la luz.

Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Génesis 1:2, 3.

La luz de Dios nunca se apaga y a pesar de que el enemigo la trata de cubrirla, por medio de Jesús, puede continuar brillando en nuestras vidas.

Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. 2 Corintios 4:6.

Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; MAS SOBRE TI AMANECERÁ JEHOVÁ, Y SOBRE TI SERÁ VISTA SU GLORIA. Isaías 60:1.

Que hermosa esperanza. Aun cuando todo parece perdido, cuando estamos en la condición mas desesperada, los rayos de luz celestial pueden penetrar en nuestras vidas. Nos llevan a levantara nuestras ojos hacia el cielo. Quizá las lagrimas no sean completamente enjugadas aun, pero coloca una paz en nuestros corazones y una seguridad que pronto vendrá el que las enjugara de una vez y para siempre.

El mundo está envuelto por las tinieblas de la falsa concepción de Dios. Los hombres están perdiendo el conocimiento de su carácter, el cual ha sido mal entendido y mal interpretado. En este tiempo, ha de proclamarse un mensaje de Dios, un mensaje que ilumine con su influencia y salve con su poder. Su carácter ha de ser dado a conocer. Sobre las tinieblas del mundo ha de resplandecer la luz de su gloria, de su bondad, su misericordia y su verdad. *

Tal fue la obra por la cual Jesús vino a este mundo. El vino a demostrar la gloria del Padre, a dar a conocer Su carácter. Por medio de El llegamos al Padre.

Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. Juan 14:7.

Cristo, el resplandor de la gloria del Padre, vino al mundo como su luz. Vino a representar a Dios ante los hombres…En la sinagoga de Nazaret dijo:

El Espíritu del Señor es sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón; para pregonar a los cautivos libertad, y a los ciegos vista; para poner en libertad a los quebrantados: para predicar el año agradable del Señor. Lucas 4:18, 19.

Esta era la obra que él recomendó a sus discípulos que hicieran.

Vosotros sois la luz del mundo…Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:14, 16.

Esta es la obra que el profeta Isaías describe cuando dice:

¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes metas en casa; que cuando vieres al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu carne? Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salud se dejará ver presto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. Isaías 58:7, 8.

Lo Que El Mundo Necesita Ahora

Su, pueblo, su iglesia, sus agentes todos debemos ser luz al mundo.

De esta manera, en las noches de tinieblas espirituales, la gloria de Dios ha de brillar por medio de su iglesia, al levantar ésta a los quebrantados y consolar a los dolientes. *

En torno de nosotros, por todas partes se oyen los lamentos de tristeza del mundo. Por doquiera están los necesitados y afligidos. A nosotros nos toca ayudarlos a aligerar y suavizar las durezas y la miseria de la vida.*

El Señor ha dejado las herramientas a nuestras disposición para poder compartir la luz de esperanza a las almas sedientas.

Hay muchas personas que han perdido la esperanza. Devolvedles la luz del sol. Muchos han perdido su valor. Habladles alegres palabras de aliento. Orad por ellos. Hay personas que necesitan el pan de vida. Leedles de la Palabra de Dios. Muchos están afectados de una enfermedad del alma que ningún bálsamo humano puede alcanzar y que ningún médico puede curar. Orad por esas almas. Llevadlas a Jesús. Decidles que hay bálsamo en Galaad y que también hay allí Médico. *

No es que el mundo lo merezca. No es que nosotros merezcamos tal misericordia. Este regalo lo recibimos por el grande amor de Dios. Un amor capaz de dar lo mejor del cielo. El enemigo vencido no es capaz de interrumpir tal vínculo celestial.

La luz es una bendición, una bendición universal que derrama sus tesoros sobre un mundo ingrato, impío, corrompido. Tal ocurre con la luz del Sol de Justicia. Toda la tierra, envuelta como está en las tinieblas del pecado, del dolor y el sufrimiento, ha de ser iluminada con el conocimiento del amor de Dios. Ninguna secta, categoría o clase de gente ha de ser privada de la luz que irradia del trono celestial. *

El mensaje de esperanza y misericordia ha de ser llevado a los confines de la tierra. El que quiere, puede extender la mano y asirse del poder de Dios, y hacer paz con él, y hallará paz. *

Debo recalcar dos puntos muy importantes. La luz que nosotros reflejamos es de Dios. Por mas buenos que seamos no es suficiente. Todo proviene de Dios.

Pero ningún hombre puede impartir lo que él mismo no ha recibido. En la obra de Dios, la humanidad no puede generar nada. Ningún hombre puede por su propio esfuerzo convertirse en un portaluz de Dios…Es el amor de Dios continuamente transferido al hombre lo que lo capacita para impartir luz. En el corazón de todos los que están unidos a Dios por la fe, el áureo aceite del amor fluye libremente, para brillar en buenas obras, en un servicio real y sincero por Dios. *

Notemos que somos simplemente instrumentos que brillan la luz de Dios. Somos agentes divinos. Nosotros también estamos siendo iluminados mientras iluminamos a otros. Nuestros esfuerzos serán en vano si esa luz celestial no obra en nosotros primero. Somos como la luna reflejando la luz del sol de justicia.

Cristo no pide que sus seguidores luchen por brillar. El dice: Dejad que brille vuestra luz. Si habéis recibido la gracia de Dios, la luz está en vosotros. Quitad los impedimentos, y la gloria del Señor se revelará. La luz brillará, para penetrar y disipar las tinieblas. No podéis dejar de brillar en vuestra esfera de influencia.*

La Fuente De Poder

Dios siempre ha sido y seguirá siendo la fuente de poder. Nuestro Padre esta mas que dispuesto a derramar sobre nosotros el poder del Espíritu Santo. Pero nosotros no lo deseamos. Nosotros no suplicamos para poder recibirlo.

En la inconmensurable dádiva del Espíritu Santo se hallan contenidos todos los recursos del cielo. No es por causa de restricción alguna por parte de Dios por lo que las riquezas de su gracia no fluyen hacia la tierra, a los hombres. Si todos tuvieran la voluntad de recibir, todos serían llenados de su Espíritu.*

Gran parte de esto tiene que ver con nuestra propia condición espiritual. Con la falta de compromiso que tenemos con Dios. Con el poco amor que le tenemos a las almas. Con el poco deseo y necesidad de estar ya en el cielo.

La religión de Cristo significa más que el perdón del pecado; significa la extirpación de nuestros pecados y el henchimiento del vacío con las gracias del Espíritu Santo. Significa iluminación divina, regocijo en Dios. Significa un corazón despojado del yo y bendecido con la presencia permanente de Cristo. Cuando Cristo reina en el alma, hay pureza, libertad del pecado. Se cumple en la vida la gloria, la plenitud, la totalidad del plan evangélico. La aceptación del Salvador produce un resplandor de perfecta paz, y amor perfecto, de perfecta seguridad. La belleza y fragancia del carácter de Cristo, reveladas en la vida, testifican de que Dios ha enviado ciertamente a su Hijo al mundo, para ser su Salvador. *

El Cielo En Espera

Es el privilegio de toda alma ser un canal vivo por medio del cual Dios pueda comunicar al mundo los tesoros de su gracia, las inescrutables riquezas de Cristo. No hay nada que Cristo desee tanto como agentes que representen al mundo su Espíritu y carácter. No hay nada que el mundo necesite tanto como la manifestación del amor del Salvador mediante la humanidad. Todo el cielo está esperando que haya canales por medio de los cuales pueda derramarse el aceite santo para que sea un gozo y una bendición para los corazones humanos.*

Que podamos formar parte del grupo prudente. Del grupo que tiene suficiente aceite para ser luz en la última noche de este mundo. La media noche está a punto de concluir, la mañana gloriosa se acerca. ¡Que seamos de los que entren a las cenas de las bodas del cordero!

¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!

* Palabras De Vida Del Gran Maestro, “El Premio Inmerecido”, Elena G. de White

jueves, marzo 18, 2010

¡Aquí Viene El Novio! (Parte 2)

Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron... Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite. Mateo 25:5, 3.

El esposo se retrasó mas de lo esperando. Siendo ya tarde las diez vírgenes se durmieron.

Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Mateo 25:6, 7.

Como vimos en la seria, La Última Noche, el Señor en el momento mas oscuros, mas desesperante, mas inesperado es cuando se manifiesta.

Pero así como ocurrió en la parábola, ocurre hoy en día. Interviene un tiempo de espera, la fe es probada; y cuando se oye el clamor: “He aquí, el esposo viene; salid a recibirle”, muchos no están listos. *

Antes de continuar recordemos que la parábola empieza haciendo una separación entre estas vírgenes.

Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite. Mateo 25:2, 3.

¿A quienes representan las cinco insensatas?

  • La clase representada por las vírgenes fatuas NO están formada de hipócritas. *
  • Sus componentes manifiestan respeto por la verdad, la han defendido, y son atraídos hacia aquellos que la creen… *
  • Esta clase se halla simbolizada también por los oyentes representados por el terreno rocoso.
    • Reciben la palabra con prontitud, pero no asimilan sus principios. *
    • La influencia de la palabra no es permanente. *
    • El Espíritu obra en el corazón del hombre de acuerdo con su deseo y consentimiento, implantando en él una nueva naturaleza. *

Las cinco insensatas también estaban esperando al esposo, recordemos que todo lo que compartían en común las diez vírgenes. (¡Aquí Viene El Novio! – Parte 1)

Pero les faltaba:

  • Realmente conocer a Dios
  • Rendirse por completo al Espíritu Santo.
  • Caer sobre la Roca, Cristo Jesús, y permitir que su vieja naturaleza fuera quebrantada.
  • Estudiar su carácter; mantener comunión con el Señor.
  • Aprender a confiar en Jesús.

¿Que es lo que realmente sucede con las insensatas?

  • Las personas representadas por las vírgenes fatuas se han contentado con una obra superficial.*
  • Su servicio a Dios degenera en formulismo. *

Vendrán a ti como viene el pueblo, y se estarán delante de ti como mi pueblo, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra; antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia. Ezequiel 33:31.

El apóstol Pablo nos recalca que tal será la condición de la mayoría de personas en los últimos días. Debido a esta condición nosotros debemos estar preparados.

En los postreros días vendrán tiempos peligrosos: que habrá hombres amadores de sí mismos... amadores de los deleites más que de Dios; teniendo apariencia de piedad, mas habiendo negado la eficacia de ella. 2 Timoteo 3:1-5.

Las Insensatas De Nuestros Días

La primer reacción de las insensatas, al ver que el esposo venia, fue pedirle aceite a las prudentes.

Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mateo 25:8.

Esta es la clase de personas que en tiempo de peligro clama: Paz y seguridad. Arrullan sus corazones en la seguridad, y no sueñan con peligros. Cuando se despiertan alarmados de su letargo, disciernen su destitución, y tratan de que otros suplan su necesidad; pero en las cosas espirituales ningún hombre puede suplir la deficiencia del otro. La gracia de Dios ha sido libremente ofrecida a toda alma. Se ha proclamado el mensaje evangélico:*

El que tiene sed, venga: y el que quiere, tome del agua de la vida de balde. Apocalipsis 22:17.

Todos hemos recibido esta invitación. La obra es individual, la salvación es personal.

Pero el carácter es intransferible. Ningún hombre puede creer por otro. Ningún hombre puede recibir el Espíritu por otro. Nadie puede impartir a otro el carácter que es el fruto de la obra del Espíritu. *

[Si ] estuvieren en medio de ella [la tierra] Noé, Daniel, y Job, vivo yo, dice el Señor Jehová, no librarán hijo ni hija; ellos por su justicia librarían solamente sus propias vidas. Ezequiel 14:20.

No puedo dejar de enfatizar cuán importante es la preparación. Si tan solo nos diésemos cuenta cuan cerca está la venida de el Señor.

Es en la crisis cuando se revela el carácter. Cuando la voz fervorosa proclamó a media noche: “He aquí, el esposo viene; salid a recibirle”, y las vírgenes que dormían fueron despertadas de su sueño, se vio quién había hecho la preparación para el acontecimiento. Ambas clases fueron tomadas desprevenidas; pero una estaba preparada para la emergencia, y la otra fue hallada sin preparación. Así también hoy en día, una calamidad repentina e inesperada, algo que pone al alma cara a cara con la muerte, demostrará si uno tiene verdadera fe en las promesas de Dios. Mostrará si el alma es sostenida por la gracia. La gran prueba final viene a la terminación del tiempo de gracia, cuando será demasiado tarde para que la necesidad del alma sea suplida. *

En el día final, muchos pretenderán ser admitidos en el reino de Cristo, diciendo:

Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste”. Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Lucas 13:26, 27.

Pero la respuesta es:

Dígoos que no os conozco; apartaos de mí. Mateo 7:22.

Las más tristes de todas las palabras jamás escuchadas por oídos mortales son las que constituyen la sentencia: “No os conozco”. El compañerismo del Espíritu, que vosotros habéis despreciado, es lo único que podría identificaros con la gozosa multitud en la fiesta nupcial. No podéis participar en esa escena. Su luz caería sobre ojos cegados, su melodía en oídos sordos. Su amor y su gozo no haría vibrar ninguna cuerda de alegría en el corazón entumecido por el mundo. Sois excluidos del cielo por vuestra propia falta de idoneidad para habitar en él. *

Que tristes palabras. Pero el Señor las dirá. La pregunta es, ¿serán esas las palabras que Jesús nos diga a nosotros?

No podemos estar listos para encontrar al Señor despertándonos cuando se oye el clamor: “He aquí el esposo”, y entonces recoger nuestras lámparas vacías para llenarlas. No podemos mantener a Cristo lejos de nuestra vida aquí, y sin embargo ser hechos idóneos para su compañerismo en el cielo. *

En esta vida no han practicado el compañerismo con Cristo; por lo tanto no conocen el lenguaje del cielo, son extraños a sus gozos. *

El que no conoce a Jesús en este mundo y no ha aprendido a caminar con el ahora, no lo podrá hacer en el cielo. La salvación se obtiene hoy. La luz que recibimos debe brillar en nuestras vidas. Solo cuando se tiene al poder del Espíritu Santo es que podemos ser luz a mundo oscuro.

Pero ningún hombre puede impartir lo que él mismo no ha recibido. En la obra de Dios, la humanidad no puede generar nada. Ningún hombre puede por su propio esfuerzo convertirse en un portaluz de Dios. Era el áureo aceite vertido por los mensajeros celestiales en los tubos de oro, para ser conducido del recipiente de oro a las lámparas del santuario, lo que producía una luz continua, brillante y resplandeciente. Es el amor de Dios continuamente transferido al hombre lo que lo capacita para impartir luz. En el corazón de todos los que están unidos a Dios por la fe, el áureo aceite del amor fluye libremente, para brillar en buenas obras, en un servicio real y sincero por Dios. *

Lo Que Necesitamos Ahora

Sin el Espíritu de Dios, un conocimiento de su Palabra no tiene valor. La teoría de la verdad, cuando no va acompañada del Espíritu Santo, no puede avivar el alma o santificar el corazón. Uno puede estar familiarizado con los mandamientos y las promesas de la Biblia, pero a menos que el Espíritu de Dios grabe la verdad, el carácter no será transformado. Sin la iluminación del Espíritu, los hombres no podrán distinguir la verdad del error, y caerán bajo las tentaciones maestras de Satanás. *

La obra no es nuestra y la salvación es un don, es un regalo de Dios.

Así los seguidores de Cristo han de verter luz sobre las tinieblas del mundo. Por medio del Espíritu Santo, la Palabra de Dios es una luz cuando llega a ser un poder transformador en la vida del que la recibe. Implantando en el corazón los principios de su Palabra, el Espíritu Santo desarrolla en los hombres los atributos de Dios. La luz de su gloria—su carácter—ha de brillar en sus seguidores. Así ellos han de glorificar a Dios, han de iluminar el camino a la casa del Esposo, a la ciudad de Dios, a la cena de bodas del Cordero. *

¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!

* Palabras De Vida Del Gran Maestro, “El Premio Inmerecido”, Elena G. de White

lunes, marzo 15, 2010

¡Aquí Viene El Novio! (Parte 1)

Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que, tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Mateo 25:1

La parábola de las diez vírgenes nos deja grandes lecciones para nuestros días. En ella encontremos la necesidad tan grande que el mundo entiende.

Regresemos rápidamente al contexto en el cual el Señor relato esta parábola.

CRISTO está sentado con sus discípulos sobre el Monte de las Olivas. El sol se ha puesto detrás de las montañas, y las sombras de la noche, a guisa de cortina, cubren los cielos.

El Señor utilizaba las experiencias de la vida, lo que ocurría todos los días para que Sus discípulos entendiesen las lecciones espirituales. Viendo la boda que se estaba realizando y la espera del esposo y aprovechó para ensenarles algo que nosotros como el remanente debemos mantener siempre en mente.

Cerca de la casa de la novia se hallan diez doncellas vestidas de blanco. Cada una lleva una lámpara encendida y una pequeña vasija para aceite. Todas están esperando con ansiedad la aparición del esposo. Pero se produce una demora. Transcurre una hora tras otra, y las que están esperando se cansan y se duermen. A la media noche se oye un clamor: “He aquí, el esposo viene; salid a recibirle”. De repente se despiertan las que dormían y saltan sobre sus pies. Ven la procesión que avanza, alumbrada por las antorchas y alegrada por la música. Oyen la voz del esposo y de la esposa. Las diez vírgenes toman sus lámparas y comienzan a acondicionarlas, apresurándose a marchar. Pero cinco de ellas no habían llenado sus vasijas de aceite. No presumieron que habría una demora tan larga, y no se habían preparado para la emergencia. Afligidas, se dirigieron a sus compañeras más prudentes, diciendo: “Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan”. Pero las otras cinco, con sus lámparas recién aderezadas, habían vaciado sus vasijas. No tenían aceite de sobra, y respondieron: “Porque no nos falte a nosotras y a vosotras, id antes a los que venden, y comprad para vosotras”.

Mientras iban a comprar, la procesión avanzó y las dejó atrás. Las cinco que tenían sus lámparas encendidas se unieron a la muchedumbre, entraron en la casa con el séquito nupcial, y la puerta se cerró. Cuando las vírgenes fatuas llegaron al salón del banquete, recibieron un rechazamiento inesperado. El jefe de la fiesta declaró: “No os conozco”. Fueron dejadas afuera, en la calle desierta, en las tinieblas de la noche.

Veamos los distintos componentes de esta parábola. También veremos lo que las diez vírgenes si estaban haciendo.


¿Que representan?

  • Las Vírgenes:
    • Se las llama vírgenes porque profesan una fe pura.
    • Las dos clases de personas que profesan estar esperando a su Señor.
  • Las Lámparas
    • Las lámparas representan la Palabra de Dios.

“Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”. Salmos 119:105.

  • El Aceite
    • El aceite es un símbolo del Espíritu Santo.
    • La misión de los dos ungidos (los dos olivos en Zacarías 4) es comunicar al pueblo de Dios que sólo la gracia celestial puede hacer de su Palabra una lámpara para los pies y una luz para el sendero.

“No con ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”. Zacarías 4:6.


El Panorama – Las Diez Vírgenes

  • En la parábola todas las vírgenes salieron a recibir al esposo.
  • Están esperando en el atardecer de la historia de esta tierra la venida de Jesús.
  • Todas tenían lámparas y vasijas para el aceite.
  • Todas aseveran ser cristianas.
  • Por un tiempo parecía no haber diferencia entre ellas.
    • Tal ocurre con la iglesia que vive precisamente antes de la segunda venida de Cristo. Todos tienen el conocimiento de las Escrituras.
    • Todos han oído el mensaje de la pronta venida de Cristo, y esperan confiadamente su aparición.

Lamentablemente, aunque las diez habían recibido el mismo mensaje no todas disfrutaron de las fiestas de las bodas.

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. Apocalipsis 3:20, 21.

Busquemos cada día ese poder transformador que nos permitirá participar muy pronto de las cenas de las bodas del cordero.


¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!


* Palabras De Vida Del Gran Maestro, “El Premio Inmerecido”, Elena G. de White

miércoles, marzo 10, 2010

La Última Noche – Parte 13 (El Fin Del Mundo)


Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Mateo 25:6
La última noche de este mundo está por concluir. Su fin anuncia el regreso de Jesús.
El pueblo de Dios espera con ansia las señales de la venida de su Rey. Y cuando se les pregunta a los centinelas: "¿Qué hay de la noche?" se oye la respuesta terminante: "¡La mañana viene, y también la noche!" Isaías 21:11, 12, La luz dora las nubes que coronan las cumbres. Pronto Su gloria se revelará. El Sol de Justicia está por salir. Tanto la mañana como la noche van a principiar: la mañana del día eterno para los justos y la noche perpetua para los impíos. *1
Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo….Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Mateo 25:34, 41

jueves, marzo 04, 2010

La Última Noche – Parte 12 (El Mundo – Protección Divina)


Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano. Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás, ni después de él lo habrá en años de muchas generaciones. Joel 2:1, 2.
Mientras muchos permanecen dormidos, y muchos desperdician las preciosas horas en descuidada indiferencia, podríamos decir EN EL MISMO BORDE DEL MUNDO ETERNO, los que creen deben ser sobrios, deben despertar, deben ser fervientes y diligentes y velar en oración. *1
Quizá estas palabras pueden parecer repetitivas. Para muchos la venida del Señor es un evento distante. Es algo que sucederá en el alejado futuro. Las personas viven cada día pensando que tendrán la oportunidad de vivir una vida completa, sin compromisos, disfrutando de todo.

Son pocos los que miran al cielo y entienden que el fin está cerca. Son pocos los que claman al Señor día y noche para que regrese. Mientras las bendiciones del Señor se continúan derramando, pensamos que hay tiempo y no tenemos la necesidad de que Jesús regrese. La sierva del Señor lo llama una “descuidada indiferencia”.

miércoles, marzo 03, 2010

La Última Noche – Parte 11 (El Mundo)


Mirad que no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y: El tiempo está cerca. Más no vayáis en pos de ellos. Lucas 21:8.

Entre los engaños realizados por Satanás, quizá el peor de ellos será el hacerse pasar por Jesús. Muchos de nosotros podremos decir que no seremos engañados, pero hemos sido cegados con respecto a cuan extenso es el poder de Satanás.

Los profetas del pasado recibieron poder para obrar grandes milagros, incluyendo el de resucitar muertos. En el tiempo de los discípulos no solo vieron el poder de Jesús, sino que al recibir el Espíritu Santo también resucitaron a muertos.


Pero ahora en día, vivimos en un tiempo de lógica, de explicaciones, de “avanzada ciencia”. Si hubiésemos visto el mar partirse en dos, fuego descender del cielo, huestes celestiales guerrear contra hombres, quizá tendríamos un conocimiento real de lo que es el poder Divino.

martes, marzo 02, 2010

La Última Noche – Parte 10 (El Mundo)


Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Mateo 24:23.
Entre las señales que Jesús dio, anunciando el fin, El enfatizo varias veces la de los falsos profetas y maestros.

Como vimos en el estudio de Jerusalén este se cumplió en el tiempo de los discípulos, pero se volverá a cumplir en el tiempo del fin. Satanás se unirá con las iglesias, comúnmente referidas como Babilonia y pisoteara la ley de Dios. Utilizara su poder para obrar grandes milagros y prodigios con el propósito de engañar aun si fuere posible a los escogidos.
Antes que ocurran los acontecimientos finales de la obra de la apostasía, habrá una gran confusión en lo que concierne a la fe. No habrá conceptos claros y definidos con respecto al misterio de la Divinidad. Una verdad tras otra se irá corrompiendo. *1
Los grandes despliegues de poder, causaran una confusión de doctrinas. Como he escrito anteriormente, esta confusión ya se está viendo (Cumplimiento Profético - Ha Caído, Ha Caído Babilonia). La última encuesta demuestra que aun los miembros de las iglesias protestantes de Los Estados Unidos están mesclando creencias de otras denominaciones. Bajo el disfraz de “unión amistosa” la iglesia católica se unirá a todas estas iglesias, mesclando doctrinas y causando mayor confusión.

lunes, marzo 01, 2010

La Última Noche – Parte 9 (El Mundo)


Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. Mateo 24:14
Habrá un periodo breve de predicación entre medio de la señal para abandonar las ciudades y el fin del tiempo de gracia. Cuando se legislen las leyes dominicales en este país debemos abandonar las ciudades grandes. Pero el Señor aun retendrá los vientos por un momento mas para que se de el fuerte clamor.
Cuando se esté terminando la obra de la salvación, vendrá aflicción sobre la Tierra, y las naciones se airarán, aunque serán mantenidas en jaque para que no impidan la realización de la obra del tercer ángel. En ese tiempo descenderá la “lluvia tardía”, o refrigerio de la presencia del Señor, para dar poder a la voz fuerte del tercer ángel, y preparar a los santos para que puedan subsistir durante el plazo cuando las siete plagas postreras serán derramadas. *1
Recordemos que este triple mensaje final debe ser predicado a todos. Los justos juicios de Dios permiten que todos reciban la oportunidad de obtener a Jesús como su abogado.