Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Mateo 25:5-7.
El esposo se retrasa. El llega hasta la media noche, el momento más oscuro, el momento en el cual ninguna de las vírgenes lo esperaba, el momento en el cual todas se habían dormido.
Tal es la condición del mundo ahora. Oscuro por la confusión, el dolor, el sufrimiento, el pecado y la muerte. La luz de Dios ha sido apagada y muchos prefirieran las tinieblas.
La venida del esposo ocurrió a medianoche, es decir en la hora más oscura. De la misma manera la venida de Cristo ha de acontecer en el período más oscuro de la historia de esta tierra. Los días de Noé y Lot pintan la condición del mundo precisamente antes de la venida del Hijo del hombre. Las Escrituras, al señalar este tiempo, declaran que Satanás obrará con todo poder y “con todo engaño de iniquidad”. 2 Tesalonicenses 2:9, 10. Su forma de obrar es revelada claramente por las tinieblas que van rápidamente en aumento, por la multitud de errores, herejías y engaños de estos últimos días. No solamente está Satanás cautivando al mundo, sino que sus mentiras están leudando las profesas iglesias de nuestro Señor Jesucristo. La gran apostasía se desarrollará hasta llegar a las tinieblas de la medianoche, impenetrables como negro saco de cilicio. Para el pueblo de Dios será una noche de prueba, una noche de lloro, una noche de persecución por causa de la verdad. Pero en medio de esa noche de tinieblas, brillará la luz de Dios. *
En medio de tal oscuridad a veces es difícil ver la luz de Dios. Nuestros ojos de fe a son cubiertos por las lágrimas que este mundo produce. Las dificultades de la medianoche crearán el periodo mas oscuro de la historia humana. Pero la luz de Dios nunca dejara de brillar.
A pesar de que todas se habían dormido las lámparas de las cinco prudentes continuaban ardiendo.
Mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Mateo 25:4.
En la parábola, las vírgenes prudentes tenían aceite en las vasijas de sus lámparas. Su luz ardió con llama viva a través de la noche de vela. Cooperaron en la iluminación efectuada en honor del esposo. Brillando en las tinieblas, contribuyeron a iluminar el camino que debía recorrer el esposo hasta el hogar de la esposa, para celebrar la fiesta de bodas. *
Así los seguidores de Cristo han de verter luz sobre las tinieblas del mundo. Por medio del Espíritu Santo, la Palabra de Dios es una luz cuando llega a ser un poder transformador en la vida del que la recibe. Implantando en el corazón los principios de su Palabra, el Espíritu Santo desarrolla en los hombres los atributos de Dios. La luz de su gloria—su carácter—ha de brillar en sus seguidores. Así ellos han de glorificar a Dios, han de iluminar el camino a la casa del Esposo, a la ciudad de Dios, a la cena de bodas del Cordero. *
No nos olvidemos que al a través de la eternidad, Dios siempre ha sido el origen de la luz.
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Génesis 1:2, 3.
La luz de Dios nunca se apaga y a pesar de que el enemigo la trata de cubrirla, por medio de Jesús, puede continuar brillando en nuestras vidas.
Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. 2 Corintios 4:6.
Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; MAS SOBRE TI AMANECERÁ JEHOVÁ, Y SOBRE TI SERÁ VISTA SU GLORIA. Isaías 60:1.
Que hermosa esperanza. Aun cuando todo parece perdido, cuando estamos en la condición mas desesperada, los rayos de luz celestial pueden penetrar en nuestras vidas. Nos llevan a levantara nuestras ojos hacia el cielo. Quizá las lagrimas no sean completamente enjugadas aun, pero coloca una paz en nuestros corazones y una seguridad que pronto vendrá el que las enjugara de una vez y para siempre.
El mundo está envuelto por las tinieblas de la falsa concepción de Dios. Los hombres están perdiendo el conocimiento de su carácter, el cual ha sido mal entendido y mal interpretado. En este tiempo, ha de proclamarse un mensaje de Dios, un mensaje que ilumine con su influencia y salve con su poder. Su carácter ha de ser dado a conocer. Sobre las tinieblas del mundo ha de resplandecer la luz de su gloria, de su bondad, su misericordia y su verdad. *
Tal fue la obra por la cual Jesús vino a este mundo. El vino a demostrar la gloria del Padre, a dar a conocer Su carácter. Por medio de El llegamos al Padre.
Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. Juan 14:7.
Cristo, el resplandor de la gloria del Padre, vino al mundo como su luz. Vino a representar a Dios ante los hombres…En la sinagoga de Nazaret dijo:
El Espíritu del Señor es sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón; para pregonar a los cautivos libertad, y a los ciegos vista; para poner en libertad a los quebrantados: para predicar el año agradable del Señor. Lucas 4:18, 19.
Esta era la obra que él recomendó a sus discípulos que hicieran.
Vosotros sois la luz del mundo…Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:14, 16.
Esta es la obra que el profeta Isaías describe cuando dice:
¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes metas en casa; que cuando vieres al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu carne? Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salud se dejará ver presto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. Isaías 58:7, 8.
Lo Que El Mundo Necesita Ahora
Su, pueblo, su iglesia, sus agentes todos debemos ser luz al mundo.
De esta manera, en las noches de tinieblas espirituales, la gloria de Dios ha de brillar por medio de su iglesia, al levantar ésta a los quebrantados y consolar a los dolientes. *
En torno de nosotros, por todas partes se oyen los lamentos de tristeza del mundo. Por doquiera están los necesitados y afligidos. A nosotros nos toca ayudarlos a aligerar y suavizar las durezas y la miseria de la vida.*
El Señor ha dejado las herramientas a nuestras disposición para poder compartir la luz de esperanza a las almas sedientas.
Hay muchas personas que han perdido la esperanza. Devolvedles la luz del sol. Muchos han perdido su valor. Habladles alegres palabras de aliento. Orad por ellos. Hay personas que necesitan el pan de vida. Leedles de la Palabra de Dios. Muchos están afectados de una enfermedad del alma que ningún bálsamo humano puede alcanzar y que ningún médico puede curar. Orad por esas almas. Llevadlas a Jesús. Decidles que hay bálsamo en Galaad y que también hay allí Médico. *
No es que el mundo lo merezca. No es que nosotros merezcamos tal misericordia. Este regalo lo recibimos por el grande amor de Dios. Un amor capaz de dar lo mejor del cielo. El enemigo vencido no es capaz de interrumpir tal vínculo celestial.
La luz es una bendición, una bendición universal que derrama sus tesoros sobre un mundo ingrato, impío, corrompido. Tal ocurre con la luz del Sol de Justicia. Toda la tierra, envuelta como está en las tinieblas del pecado, del dolor y el sufrimiento, ha de ser iluminada con el conocimiento del amor de Dios. Ninguna secta, categoría o clase de gente ha de ser privada de la luz que irradia del trono celestial. *
El mensaje de esperanza y misericordia ha de ser llevado a los confines de la tierra. El que quiere, puede extender la mano y asirse del poder de Dios, y hacer paz con él, y hallará paz. *
Debo recalcar dos puntos muy importantes. La luz que nosotros reflejamos es de Dios. Por mas buenos que seamos no es suficiente. Todo proviene de Dios.
Pero ningún hombre puede impartir lo que él mismo no ha recibido. En la obra de Dios, la humanidad no puede generar nada. Ningún hombre puede por su propio esfuerzo convertirse en un portaluz de Dios…Es el amor de Dios continuamente transferido al hombre lo que lo capacita para impartir luz. En el corazón de todos los que están unidos a Dios por la fe, el áureo aceite del amor fluye libremente, para brillar en buenas obras, en un servicio real y sincero por Dios. *
Notemos que somos simplemente instrumentos que brillan la luz de Dios. Somos agentes divinos. Nosotros también estamos siendo iluminados mientras iluminamos a otros. Nuestros esfuerzos serán en vano si esa luz celestial no obra en nosotros primero. Somos como la luna reflejando la luz del sol de justicia.
Cristo no pide que sus seguidores luchen por brillar. El dice: Dejad que brille vuestra luz. Si habéis recibido la gracia de Dios, la luz está en vosotros. Quitad los impedimentos, y la gloria del Señor se revelará. La luz brillará, para penetrar y disipar las tinieblas. No podéis dejar de brillar en vuestra esfera de influencia.*
La Fuente De Poder
Dios siempre ha sido y seguirá siendo la fuente de poder. Nuestro Padre esta mas que dispuesto a derramar sobre nosotros el poder del Espíritu Santo. Pero nosotros no lo deseamos. Nosotros no suplicamos para poder recibirlo.
En la inconmensurable dádiva del Espíritu Santo se hallan contenidos todos los recursos del cielo. No es por causa de restricción alguna por parte de Dios por lo que las riquezas de su gracia no fluyen hacia la tierra, a los hombres. Si todos tuvieran la voluntad de recibir, todos serían llenados de su Espíritu.*
Gran parte de esto tiene que ver con nuestra propia condición espiritual. Con la falta de compromiso que tenemos con Dios. Con el poco amor que le tenemos a las almas. Con el poco deseo y necesidad de estar ya en el cielo.
La religión de Cristo significa más que el perdón del pecado; significa la extirpación de nuestros pecados y el henchimiento del vacío con las gracias del Espíritu Santo. Significa iluminación divina, regocijo en Dios. Significa un corazón despojado del yo y bendecido con la presencia permanente de Cristo. Cuando Cristo reina en el alma, hay pureza, libertad del pecado. Se cumple en la vida la gloria, la plenitud, la totalidad del plan evangélico. La aceptación del Salvador produce un resplandor de perfecta paz, y amor perfecto, de perfecta seguridad. La belleza y fragancia del carácter de Cristo, reveladas en la vida, testifican de que Dios ha enviado ciertamente a su Hijo al mundo, para ser su Salvador. *
El Cielo En Espera
Es el privilegio de toda alma ser un canal vivo por medio del cual Dios pueda comunicar al mundo los tesoros de su gracia, las inescrutables riquezas de Cristo. No hay nada que Cristo desee tanto como agentes que representen al mundo su Espíritu y carácter. No hay nada que el mundo necesite tanto como la manifestación del amor del Salvador mediante la humanidad. Todo el cielo está esperando que haya canales por medio de los cuales pueda derramarse el aceite santo para que sea un gozo y una bendición para los corazones humanos.*
Que podamos formar parte del grupo prudente. Del grupo que tiene suficiente aceite para ser luz en la última noche de este mundo. La media noche está a punto de concluir, la mañana gloriosa se acerca. ¡Que seamos de los que entren a las cenas de las bodas del cordero!
¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!
* Palabras De Vida Del Gran Maestro, “El Premio Inmerecido”, Elena G. de White
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