Estamos viviendo en el tiempo del fin. La rápida sucesión de las señales de los tiempos anunciados, proclama la inminencia de la venida de nuestro Señor. La época en que vivimos es importante y solemne. El Espíritu de Dios se está retirando gradual pero ciertamente de la tierra. Ya están cayendo juicios y plagas sobre los que menosprecian la gracia de Dios. Las calamidades en tierra y mar, la instabilidad social, las amenazas de guerra, como funestos presagios, anuncian la proximidad de acontecimientos de la mayor gravedad.
¡EL SEÑOR VIENE, PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!
* Testimonios Selectos, Tomo 5, “23. La Crisis Final”, Elena G. de White
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