Si no fuera por el amor de Cristo que nos es dado voluntariamente, ahora estaríamos en una desesperación impotente, en la medianoche espiritual. Agradeced a Dios cada día porque nos dio a Jesús. ¿No aceptaréis su don? ¿No seréis sus testigos? El tiempo es corto; y os toca trabajar mientras dura el día, viviendo una vida imperecedera, ocultando vuestra vida con Cristo en Dios. De ahí que “cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria” Colosenses 3:4.
¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!
A Fin De Conocerle, "¿Te Has Alistado?", Elena G. De White
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