viernes, junio 18, 2010

¡El Señor Viene Pronto, En Esto Pensad!

Me he preguntado, al ver a la gente en nuestras ciudades corriendo de un lado a otro con sus negocios, si alguna vez han pensado en el día de Dios que está por sobrevenir. Cada uno de nosotros debiera estar viviendo con referencia al gran día que pronto nos sobrecogerá. *1
El estilo de vida que este mundo ha creado es una rutina desesperante. Todos corren de un lado a otro, envueltos en los negocios y placeres que no queda tiempo para la reflexión. No hay tiempo para encontrar el propósito a la vida porque Dios queda en el olvido en nuestro diario vivir. ¡Oh si no detuviésemos a pensar que el gran día del Dios está por sobrevenir, cuan distintas serian nuestras vidas.
¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. Santiago 4:13, 14.
A la luz de la Biblia y por medio de la oración es necesario que nos detengamos de esta rutina peligrosa en la que nos encontramos y determinemos lo que será de nuestras vidas. Estamos al borde de la eternidad y nuestra salvación depende de ello.

Si alguna vez hubo un tiempo cuando una actitud de seria reflexión conviene a todo aquel que teme a Dios, es ahora, cuando es esencial la piedad personal. Debería plantearse la pregunta: "¿Quién soy yo, y cuál es mi trabajo y misión en este tiempo? ¿De qué lado estoy trabajando, del de Cristo o del enemigo?" Que cada alma se humille ante Dios, porque seguramente ahora estamos viviendo en el gran Día de Expiación. Ahora mismo los casos de muchos están siendo examinados ante Dios, porque deben dormir en sus tumbas por un corto tiempo. Para ese día vuestra profesión de fe no es vuestra garantía, sino el estado de vuestros afectos. ¿Está limpio de contaminación el templo del alma? ¿Están confesados mis pecados y me estoy arrepintiendo de ellos ante Dios, para que puedan ser borrados? ¿Me estimo a mí mismo demasiado livianamente? ¿Estoy dispuesto a hacer cualquier sacrificio por la excelencia del conocimiento de Jesucristo? ¿Siento en todo momento que no me pertenezco, sino que soy la propiedad de Cristo; que mi servicio pertenece a Dios, de quién soy? *1
Debiéramos preguntarnos: " ¿Para qué estamos viendo y trabajando? ¿Y cuál será el resultado de todo esto?" *1
Tal perspectiva cambia nuestra forma de vivir. El eterno peso de gloria moldea nuestras acciones y permite que el Señor sea el centro de nuestras vidas. No mantiene atentos a lo que está apunto de acontecer.
No podemos permitirnos vivir sin tomar en cuenta el día del juicio; pues aunque se posponga mucho, ahora está cerca, a las puertas, y se apresura grandemente. La trompeta del Arcángel pronto sorprenderá a los vivos y despertará a los muertos. *1
En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación. 2 Corintios 6:2.
Muchos se preguntan porque hablo tanto acerca de la venida del Señor y la vida de los redimidos en el cielo. Estos son los temas de deleite para los que se encuentran en estrecha relación con Jesús. El reencuentro con Aquel que se fue a preparar mansiones para nosotros y nos prometió regresar. El hacer la voluntad de Dios y vivir ante El por toda la eternidad. El ser revestido de inmortalidad para gozar con nuestros seres amados es lo que llena nuestros pensamientos y fluye de nuestros corazones cada día.
Si no hallamos placer ahora en la contemplación de las cosas celestiales; si no tenemos interés en tratar de conocer a Dios, ningún deleite en contemplar el carácter de Cristo; si la santidad no tiene atractivos para nosotros, podemos estar seguros de que nuestra esperanza del cielo es vana. La perfecta conformidad a la voluntad de Dios es el alto blanco que debe estar constantemente delante del cristiano. El se deleitará en hablar de Dios, de Jesús, del hogar de felicidad y pureza que Cristo ha preparado para los que le aman. La contemplación de estos temas, cuando el alma se regocija en las bienaventuradas declaraciones de Dios, es comparada por el apóstol al goce de "las virtudes del siglo venidero". *1
Si estáis en una correcta relación con Dios hoy día, estaréis preparados en caso de que Cristo venga hoy. *1


¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!



Eventos De Los Últimos Días, “La Vida Devocional Del Remanente”, Elena G. de White

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