Tengamos siempre presente que nuestra obra ha de progresar. Hemos de continuar conociendo al Señor. El comprende los principios que impulsan cada mente. Ha sido testigo del rumbo persistente y rebelde de algunos a quienes amonestó y aconsejó reiteradamente. Su ojo que todo lo ve ha notado la desafiante continuación de los planes humanos. El camino del hombre está delante de Dios. El conoce los pensamientos. “Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos” Proverbios 15:3. El mira hasta los confines de la tierra y ve lo que hay debajo de todos los cielos. El Señor escudriña los corazones.
Despierte a la gente a la importancia de los tiempos en que vivimos, de modo que pueda ponerse bajo la disciplina de Cristo. En su vida humana Cristo reveló una naturaleza divina: ningún defecto se manifestó en su carácter. Contemplando su vida de renunciamiento y sacrificio para ministrar la verdad al mundo, las vidas pueden ser transformadas, y pueden aprender a reflejar su imagen...
No seamos indiferentes a nuestra responsabilidad de formar caracteres justos, sino pongámonos bajo la influencia modeladora del Espíritu Santo para desarrollar caracteres que reflejen la vida divina.
¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!
* Alza tus Ojos, "El Mensaje del Tercer Angel Es Seguro”, Elena G. de White
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