Debemos conocer las Escrituras, para investigar las profecías y ver que se aproxima el día, y exhortarnos mutuamente con celo y esfuerzo a una mayor fidelidad... ¿Dejaremos nuestra fe? ¿Perderemos nuestra confianza? ¿Seremos impacientes? No, no. No pensaremos en esas cosas... Levantemos nuestra cabeza y gocémonos, porque nuestra redención está cerca. Está más cerca que cuando creímos por primera vez.
¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!
* A Fin De Concerle, “¡Él Viene Otra Vez!”, Elena G. de White
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