No vacilamos en decirles que para obtener la herencia inmortal y el tesoro eterno, tienen que vencer en esta vida de pruebas. Todo lo que mancha y contamina el alma debe desaparecer, debe ser limpiado del corazón. Debemos saber lo que significa participar de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que está en el mundo por causa de la concupiscencia. ¿Están dispuestos a combatir contra los deseos de la carne? ¿Están listos para luchar contra el enemigo de Dios y el hombre? Satanás está decidido a esclavizar toda alma de ser posible; porque está empeñado en un juego desesperado para arrebatarle a Cristo y a la vida eterna las almas de los hombres. ¿Le permitirán que les arrebate las gracias del Espíritu de Dios para implantar en ustedes su propia naturaleza corrupta? ¿O aceptarán la gran provisión de la salvación, y por los méritos del infinito sacrificio hecho en favor de ustedes llegar a ser participantes de la naturaleza divina? Dios dio a su Hijo unigénito para que por medio de su vergüenza, sufrimiento y muerte, ustedes pudieran tener gloria, honor e inmortalidad.
¡EL SEÑOR VIENE PRONTO, AMEN, SI, VEN SEÑOR JESÚS!
* Cada Día con Dios, “La Herencia Inmortal”, Elena G. de White
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