domingo, septiembre 30, 2012

Pensamiento Del Día

Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Juan 8:12.
 Los que siguen a Jesús serán colaboradores juntamente con Dios. No caminarán en tinieblas, sino que hallarán la verdadera senda donde Jesús, la Luz del mundo, encabeza la marcha; y a medida que orienten sus pasos hacia Sion, avanzando por fe, obtendrán una brillante experiencia en las cosas de Dios. La misión de Cristo, tan oscuramente comprendida, tan débilmente interpretada, que lo llamó del trono al misterio del altar de la cruz del Calvario, se descubrirá más y más a la mente, y se verá que en el sacrificio de Cristo se halla el manantial y el principio de toda otra misión de amor. El amor de Cristo es el que ha sido el incentivo de cada verdadero misionero en las ciudades, los pueblos, las carreteras y los caminos del mundo.

La iglesia de Cristo sobre la tierra fue organizada con propósitos misioneros, y es de la mayor importancia que cada miembro individual de la iglesia sea un obrero sincero junto con Dios, lleno del Espíritu, teniendo la mente de Cristo, perfeccionado en simpatía con Cristo, y por lo tanto, concentrando cada energía de acuerdo con la habilidad que le fue confiada para la salvación de las almas. Cristo requiere que cada uno que sea llamado por su nombre, haga de su obra la primera y más alta consideración, y que coopere desinteresadamente con las inteligencias celestiales al salvar a los que perecen por los cuales murió Cristo.

Hacer mal uso de los medios o la influencia, o de cualquier capital de la mente o del cuerpo que nos ha sido confiado, es robar a Dios y robar al mundo; porque es cambiar las energías a otro canal que aquel en el que Dios planeó que debieran avanzar para la salvación del mundo. Cuando Cristo estuvo sobre la tierra, envió a sus discípulos a proclamar el reino de Dios por toda Judea, y en este ejemplo reveló claramente que es el deber de su pueblo, durante todo el tiempo, impartir a otros el conocimiento que tienen del camino, la vida y la verdad. En todos sus trabajos, Jesús procuró instruir a su iglesia para la obra misionera, y al aumentar la cantidad de los creyentes, se extendería su misión, hasta que finalmente el mensaje del evangelio, circundaría el mundo mediante sus servicios.—The Review and Herald, 30 de octubre de 1894.

sábado, septiembre 29, 2012

Pensamiento Del Día

No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Gálatas 6:9. 
En esta vida, el trabajo que hacemos por Dios parece a menudo casi infructuoso. Nuestros esfuerzos para hacer el bien pueden ser fervientes y perseverantes, sin que podamos ver sus resultados. El esfuerzo puede parecernos perdido. Pero el Salvador nos asegura que nuestra obra queda anotada en el cielo, y que la recompensa no puede faltar... En las palabras del salmista leemos: “Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas”. Salmos 126:6.

Aunque la gran recompensa final se dará cuando Cristo venga, el servicio fiel hecho de todo corazón para Dios reporta una recompensa aun en esta vida. El obrero tendrá que afrontar obstáculos, oposición y amargos desalientos y descorazonamientos. Tal vez no vea los frutos de su labor. Pero aun con todo eso encuentra en su labor una bienaventurada recompensa.

Todos los que se entregan a Dios en un servicio abnegado por la humanidad están cooperando con el Señor de gloria. Este pensamiento dulcifica toda labor, fortalece la voluntad, sostiene el ánimo para cuanto haya de acontecer. Trabajando con corazón abnegado, ennoblecido por ser participantes de los padecimientos de Cristo, y compartiendo su simpatía, contribuyen a aumentar su gozo, y reportan honor y alabanza a su exaltado nombre.

En comunión con Dios, con Cristo y con los santos ángeles, están rodeados por una atmósfera celestial, una atmósfera que da salud al cuerpo, vigor al intelecto y gozo al alma. Todos los que consagran cuerpo, alma y espíritu al servicio de Dios, estarán recibiendo constantemente una nueva dotación de fuerza física, mental y espiritual. Las inagotables bendiciones del cielo están a su disposición. Cristo les da el aliento de su propio espíritu, la vida de su propia vida. El Espíritu Santo pone a trabajar sus más elevadas energías en el corazón y la mente.—Obreros Evangélicos, 529, 530.

viernes, septiembre 28, 2012

Pensamiento Del Día

Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. Isaías 40:3. 
¿Sienten el poder santificador de la verdad sagrada en el corazón, la vida y el carácter? ¿Tienen la seguridad de que Dios, por causa de su querido Hijo, ha perdonado sus pecados? ¿Están luchando para vivir con una conciencia libre de ofensa hacia Dios y la humanidad? ¿Ruegan a menudo a Dios en favor de sus amigos y vecinos? Si hicieron la paz con Dios, y colocaron todo en el altar, pueden ocuparse con provecho en el servicio de ganar almas.—The Church Officers’ Gazette, septiembre de 1914.

Al poner en práctica cualquier plan establecido para llevar a todos el conocimiento de la verdad presente, y de las maravillosas providencias relacionadas con el progreso de la causa, en primer lugar consagrémonos nosotros mismos plenamente a Aquel cuyo nombre deseamos exaltar. Oremos fervorosamente en beneficio de quienes deseamos visitar llevándolos con fe viviente, uno a uno, ante la presencia de Dios.

El Señor conoce nuestros pensamientos y propósitos, ¡y con cuánta facilidad puede enternecernos! ¡Cómo su Espíritu, como un fuego, puede subyugar el corazón empedernido! ¡Cómo puede llenar el alma de amor y ternura! ¡Cómo puede darnos las gracias de su Espíritu Santo y capacitarnos para salir a trabajar por las almas!

El poder de la gracia subyugadora debe sentirse en toda la iglesia en esta época; y se sentirá si prestamos atención a los consejos de Cristo dados a sus seguidores. A medida que aprendamos a adornar la doctrina de Cristo nuestro Salvador, ciertamente veremos la salvación de Dios.

A todos los que están por encargarse de una tarea misionera especial, quiero decirles: “Sean diligentes en sus esfuerzos; vivan bajo la dirección del Espíritu Santo. Aumenten diariamente su experiencia cristiana. Que los que poseen aptitudes especiales trabajen por los que no creen, tanto en los lugares acomodados como en los lugares humildes. Busquen diligentemente a las almas que perecen. Piensen en el gran deseo que Cristo tiene de llevar a su redil nuevamente a los que se han descarriado”.

Busquen a las almas como quienes saben que han de rendir cuentas por ellas. Mediante la obra misionera que realicen en la iglesia y en el vecindario, hagan brillar su luz con rayos claros y definidos con el fin de que ninguna persona pueda levantarse en el juicio y decir: “¿Por qué no me hablaron acerca de la verdad? ¿Por qué no se preocuparon de mi alma?”—Consejos sobre Mayordomía Cristiana, 198, 199.

jueves, septiembre 27, 2012

Pensamiento Del Día

La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Romanos 13:12. 
Después de que se han hecho los esfuerzos más fervorosos para presentar la verdad ante aquellos a los que Dios ha confiado grandes responsabilidades, no se desanimen si la rechazan. La verdad fue rechazada en los días de Cristo. Estén seguros de mantener la dignidad de la obra con planes bien ordenados y una conversación piadosa.

Nunca teman levantar el estandarte demasiado alto. Las familias que se dedican a la obra misionera debieran acercarse a los corazones. El espíritu de Jesús debiera empapar el alma del obrero. Son las palabras agradables y de simpatía, la manifestación de amor desinteresado por su alma, lo que romperá las barreras del orgullo y del egoísmo y mostrará a los incrédulos que poseemos el amor de Cristo; y entonces la verdad se abrirá camino al corazón. En esto consiste nuestra obra y el cumplimiento del plan de Dios.

Debemos poner de lado toda vulgaridad y aspereza. Debemos estimular la cortesía, el refinamiento y la urbanidad cristiana. Guárdense de ser bruscos y descorteses. No consideren esas peculiaridades como virtudes, porque Dios no las considera así. Esfuércense por no ofender innecesariamente a los que no son de nuestra fe. Nunca hagan, cuando no sea necesario, que los rasgos más objetables de nuestra fe se destaquen de manera prominente. El seguir un curso así, es sólo hacer un daño a la causa.

Todos deben buscar el tener la influencia suavizadora y subyugadora del Espíritu de Dios en el corazón: una ternura y un amor por las almas semejantes al de Cristo. Los que son enviados para trabajar juntos, deben abandonar sus nociones particulares y sus ideas preconcebidas, y tratar de trabajar juntos, con el corazón y el alma, para realizar la voluntad de Dios. Deben planear trabajar en armonía con el fin de trabajar para sacar provecho.

Necesitamos más, mucho más, del Espíritu de Cristo, y menos, mucho menos, del yo y de las peculiaridades de carácter que colocan una pared que nos mantiene separados de nuestros semejantes. Podemos hacer mucho para quebrantar esas barreras, mostrando las gracias de Cristo en nuestra vida. Jesús ha estado confiando sus bienes a la iglesia, siglo tras siglo. Una generación tras otra durante siglos ha estado recogiendo la cantidad cada vez mayor de luz y verdad hasta que las crecientes responsabilidades han pasado a nuestro tiempo... Queremos estar vestidos, no con nuestras propias ropas, sino con toda la armadura de la justicia de Cristo.—The Atlantic Canvasser, 18 de diciembre de 1890.

miércoles, septiembre 26, 2012

Pensamiento Del Día

Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Hechos 4:32. 
El mundo necesita misioneros, misioneros locales consagrados, y nadie será registrado en los libros del cielo como cristiano si no tiene un espíritu misionero. Pero no podemos hacer nada sin energía santificada. Tan pronto como se pierde el espíritu misionero del corazón, y el celo por la causa de Dios comienza a languidecer, la carga de nuestros testimonios y planes son un clamor por prudencia y economía, y comienza el descuido real de la obra misionera.

En vez de disminuir la obra, condúzcanse todas las juntas de tal manera que se manifieste un propósito multiplicador para llevar adelante la gran obra de amonestar al mundo, aunque pueda costar abnegación y sacrificio propio. Si cada miembro de iglesia estuviera constantemente impresionado con este pensamiento: “No soy mío, he sido comprado con precio”, todos sentirían que están bajo la obligación más sagrada de mejorar cada habilidad dada por Dios, de duplicar su utilidad, año tras año, y no tendrían excusa para la negligencia espiritual. Entonces no habría falta de simpatía por el Maestro en la gran obra de salvar almas.

¿Quiénes hay entre nosotros que, teniendo percepción espiritual, pueden discernir el agitado conflicto que continúa en el mundo entre las fuerzas del bien y del mal? ¿Entienden la naturaleza del gran conflicto entre Cristo, el Príncipe de la vida, y Satanás, el príncipe de las tinieblas? ¿Se les presenta el conflicto lo mismo que se presenta ante las inteligencias celestiales?

Oh, si todos los que profesan ser seguidores de Cristo fueran en verdad canales vivos de luz para el mundo, imbuidos por el Espíritu de Dios, con corazones llenos hasta rebosar con el mensaje del evangelio, con sus semblantes radiantes con devoción a Dios y amor a los demás, ¡qué obra podría realizarse en un corto tiempo! Los mensajeros de la verdad no hablarían con vacilación, incertidumbre, sino con intrepidez y confianza. Sus palabras y el mismo tono de la voz producirían la convicción en el corazón de los oyentes.—The Review and Herald, 23 de agosto de 1892.

martes, septiembre 25, 2012

Pensamiento Del Día

Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Isaías 60:1, 2. 
Nuestro Redentor pasó noches enteras en oración con su Padre; y el fundamento de la iglesia cristiana y de la actividad misionera fue puesto en el mismísimo elemento de oración. Los discípulos estaban unánimes juntos en un lugar, invocando al Señor para que pudiera venir sobre ellos el derramamiento del Espíritu Santo.

Mientras el Espíritu Santo se da copiosamente a través de varios canales, cuanto más lo buscamos, más amplia será su difusión. Por eso, en la obra ferviente que se está haciendo para salvar almas, habrá necesidad de volver a la Fuente de poder, y de esa manera se establecerá una comunicación habitual entre el alma y Dios. Haremos uso constantemente de la fuente del agua de vida, y nunca se agotará.

La obra es progresiva: acción y reacción. El amor y la devoción a Dios vigorizarán la benevolencia, y la benevolencia incrementará la fe y la espiritualidad. Oh, ¡cuánto necesitamos divina sabiduría! “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a la otra. No piense pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor”. Santiago 1:5-7. ¡Qué seguridad es esta! Tomemos la promesa al pie de la letra. El Señor desea que vayamos a él en plena certidumbre de fe, creyendo en su Palabra, de que hará exactamente como dijo que haría.

Ojalá que sintamos la importancia de educar a cada miembro individual de la iglesia para hacer algo. Debemos individualmente sentir la solemne obligación que tenemos como cristianos para poner en actividad todos los recursos y las capacidades que nos fueron confiados divinamente, para hacer, al máximo de su capacidad, la obra que el Señor espera que hagan los cristianos.

Necesitamos más fe, más talentos santificados. Delante de nosotros están motivos más elevados y ennoblecedores. No tenemos tiempo, ni palabras, para gastar en polémicas... Se necesita fuerza y actividad santificada. Los ejércitos de los cielos están en movimiento, ¿y dónde está el agente humano para cooperar con Dios?—Testimonies to Southern Africa, 43, 44.

lunes, septiembre 24, 2012

Pensamiento Del Día

El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia se acabará. 1 Corintios 13:8. 
Dios espera un servicio personal de aquellos a quienes ha confiado el conocimiento de la verdad para este tiempo. No todos pueden ir como misioneros a países lejanos, pero todos pueden ser misioneros en el lugar donde viven, entre sus familiares y vecinos. Hay muchas maneras como los miembros de iglesia pueden dar el mensaje a las personas con quienes se relacionan. Uno de los recursos que tiene más éxito es vivir una vida cristiana útil y desinteresada.

Los que luchan en la batalla de la vida con desventajas pueden ser refrescados y fortalecidos por medio de pequeñas atenciones que nada cuestan. Las palabras bondadosas pronunciadas con sencillez, las pequeñas atenciones ofrecidas con gracia, eliminarán las nubes de tentación y duda que se acumulan sobre el alma. La expresión sincera de una simpatía como la manifestada por Cristo, ofrecida con sencillez, tiene poder para abrir las puertas de los corazones que necesitan el toque sincero y delicado del espíritu de Cristo.—Testimonies for the Church 9:30, 31.

Jesús acepta con gozo los servicios de cualquier ser humano que se entrega a él. Asocia lo humano con lo divino, con el fin de comunicar al mundo los misterios del amor encarnado. Sea este amor el objeto de sus conversaciones, de sus oraciones y de sus cantos; llenen el mundo con el mensaje de su verdad, y lleven este mensaje hacia las regiones lejanas. Los seres celestiales están listos para cooperar con nosotros, con el fin de revelar al mundo lo que pueden llegar a ser los seres humanos, y lo que puede cumplirse por medio de su influencia, para la salvación de las almas que están a punto de perecer. Una persona verdaderamente convertida está tan llena del amor de Dios, que anhela comunicar a otros el gozo que posee.

El Señor desea que su iglesia manifieste al mundo los esplendores de la santidad y que demuestre el poder de la religión cristiana. El cielo se ha de reflejar en el carácter cristiano. El cántico de agradecimiento y alabanza debe ser oído por quienes están en tinieblas. Esforzándonos por hacer bien a otros, hemos de expresar nuestra gratitud por las buenas nuevas del evangelio, por las promesas que encierra y las seguridades que nos da. Al realizar esta obra, impartiremos rayos de justicia celestial a las almas cansadas, inquietas y dolientes. Este ministerio es como un manantial abierto al viandante cansado y sediento. Los ángeles de Dios asisten a cada obra de misericordia y amor.—Joyas de los Testimonios 3:298.

domingo, septiembre 23, 2012

Pensamiento Del Día

El pueblo que andaba en tinieblas, vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. Isaías 9:2. 
Todo cristiano tendrá un espíritu misionero. Llevar fruto es trabajar como Cristo trabajó, amar a las almas como él nos amó. El primer impulso de un corazón renovado es llevar a otros al Salvador; y tan pronto como una persona se convierte a la verdad, siente un deseo fervoroso de que los que están en tinieblas vean la luz preciosa que brilla de la Palabra de Dios...

Se necesitan misioneros para esparcir la luz de la verdad en... las grandes ciudades, y los hijos de Dios, aquellos a los que él llama la luz del mundo, deben estar haciendo todo lo que pueden en esa dirección. Se encontrarán con desánimo, tendrán oposición. El enemigo les susurrará: ¿Qué pueden hacer estas pocas personas en esta gran ciudad? Pero si ustedes caminan en la luz, cada uno de ustedes puede ser un portador de luz para el mundo.

No traten de realizar alguna gran obra y [al mismo tiempo] descuidar las pequeñas oportunidades que tienen a mano. Podemos hacer mucho siendo ejemplos de la verdad en nuestra vida diaria. La influencia que así podemos ejercer, no puede ser resistida fácilmente.

La gente puede combatir y desafiar nuestra lógica; puede resistir nuestras súplicas, pero una vida con un propósito santo, de amor desinteresado en su favor, es un argumento en favor de la verdad que no pueden contradecir. Se puede realizar mucho más por una vida humilde, dedicada y virtuosa de lo que puede lograrse por la predicación cuando falta un ejemplo piadoso. Usted puede trabajar para edificar la iglesia, para animar a sus compañeros creyentes y hacer interesantes las reuniones de testimonios, y puede dejar que sus oraciones salgan como hoces afiladas, junto con los trabajadores en el campo de la cosecha. Cada uno debe tener un interés personal, una carga del alma, para velar y orar por el éxito de la obra.

Usted también puede con mansedumbre llamar la atención de otros a las verdades preciosas que hay en la Palabra de Dios. Debería instruirse a los jóvenes para que puedan trabajar en esas ciudades. Tal vez nunca puedan ser capaces de presentar la verdad desde su mesa de trabajo, pero pueden ir de casa en casa y señalar a la gente al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. El polvo y la basura del error han enterrado las preciosas gemas de la verdad; pero los obreros del Señor pueden dejar al descubierto esos tesoros, de manera que muchos puedan contemplarlos con placer y con respeto.—Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 181, 182.

sábado, septiembre 22, 2012

Pensamiento Del Día

Respondió Jesús y le dijo: De cierto de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Juan 3:3. 
El maestro de Escuela Sabática debe ser un colaborador con Dios, cooperando con Cristo. No deben contentarse con una religión sólo exterior y sin vida. El objetivo de la obra de la Escuela Sabática debe ser el de cosechar almas. Puede ser que el orden de trabajar sea sin tacha, que las facilidades sean todo lo que se pudiera desear; pero si los niños y jóvenes no son traídos a Cristo, la escuela es un fracaso; porque a menos que las almas sean traídas a Cristo, llegan a ser más y más inimpresionables, bajo la influencia de una religión exterior.

El maestro debería cooperar, mientras Jesús llama a la puerta del corazón de quienes necesitan ayuda. Si los alumnos corresponden a las suplicas del Espíritu, y abren la puerta del corazón para que entre Jesús, él abrirá el entendimiento de ellos con el fin de que comprendan las cosas de Dios. La obra del maestro es una obra sencilla, pero si es hecha en el espíritu de Jesús, le serán añadidas profundidad y eficiencia por causa de la operación del Espíritu de Dios.

Debería hacerse mucha obra directa y personal en la Escuela Sabática. La necesidad de esta clase de obra no es reconocida ni apreciada como debe ser. Con corazón lleno de gratitud por el amor de Dios que ha sido comunicado al alma, el maestro debería trabajar con ternura y fervor por la conversión de sus discípulos.

¿Qué evidencia podemos dar al mundo de que la obra de la Escuela Sabática no es una mera pretensión? Por sus frutos será juzgada. Será estimada por el carácter y la obra de los discípulos. En nuestras escuelas sabáticas debería confiárseles responsabilidades a la juventud cristiana, para que puedan desarrollar sus aptitudes y adquirir poder espiritual.

Que la juventud se entregue primero a Dios, y entonces, en su temprana experiencia, enséñeseles a ayudar a otros. Esta obra pondrá en ejercicio sus facultades y les hará capaces de aprender cómo hacer planes y cómo ponerlos por obra para bien de sus compañeros. Busquen la compañía de quienes necesitan ayuda, no para ocuparse en conversación indiscreta, sino para representar el carácter cristiano y ser colaboradores con Dios, ganando a quienes no se han entregado a sí mismos a Dios.—Testimonios sobre la obra de la Escuela Sabática, 52, 53.

viernes, septiembre 21, 2012

Pensamiento Del Día

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. 1 Pedro 2:9. 
Mientras leemos la Palabra de Dios, con cuánta claridad se presenta que su pueblo debe ser peculiar y distinto del mundo no creyente que está a su alrededor. Nuestra posición es interesante y alarmante. Al vivir en los últimos días, cuán importante es que imitemos el ejemplo de Cristo y caminemos como él caminó. “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. Mateo 16:24. Las opiniones y la guía de los mortales no deben guiarnos ni gobernarnos. Siempre llevan lejos de la cruz.

Los siervos de Cristo no tienen ni su hogar ni su tesoro aquí. Quisiera que todos ellos pudieran entender que es sólo porque el Señor reina que se nos permite morar en paz y seguridad entre nuestros enemigos. No es nuestro privilegio pretender favores especiales del mundo. Debemos consentir en ser pobres y despreciados entre los hombres hasta que termine la lucha y se gane la victoria. Los miembros de Cristo son llamados a salir y separarse de la amistad y del espíritu del mundo; su fuerza y poder consiste en ser elegidos y aceptados por Dios...

El mundo está madurando para su destrucción. Dios puede tener paciencia con los pecadores pero por poco tiempo. Deben beber las heces de la copa de su ira sin mezcla de misericordia. Los que sean herederos de Dios, y coherederos con Cristo a la herencia inmortal, serán peculiares. Sí, tan especiales, que Dios coloca una marca sobre ellos como siendo suyos, totalmente suyos. ¿Piensan que Dios recibirá, honrará y reconocerá a un pueblo tan mezclado con el mundo que difieren de ellos sólo en el nombre? Lean de nuevo. Tito 2:13-15.

Pronto se va a saber quién está del lado del Señor, quién no se avergonzará de Jesús. Los que no tienen valor moral para tomar su posición concienzudamente frente a los no creyentes, para dejar las modas del mundo y para imitar la abnegada vida de Cristo, es porque están avergonzados de él y no aman su ejemplo.—Testimonies for the Church 1:286, 287.

jueves, septiembre 20, 2012

Pensamiento Del Día

Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad. Lucas 4:32. 
Se me ha dicho que a medida que nos aproximemos al fin habrá gran hacinamiento de gente en nuestras ciudades... y que en vista de eso hay que hacer preparativos para presentar la verdad a esas muchedumbres. Cuando Cristo estuvo en el mundo aprovechó tales oportunidades. Dondequiera que la gente se reunía en grupos numerosos con cualquier propósito, allí se escuchaba su voz, clara y distinta, dando su mensaje. Y como resultado de esto, después de su crucifixión y ascensión, miles de personas se convirtieron en un solo día. La semilla sembrada por Cristo penetró profundamente en su corazón y germinó, y cuando los discípulos recibieron el don del Espíritu Santo, entonces reunieron la cosecha.

Los discípulos predicaron la Palabra en todas partes con un poder tan grande que sus enemigos quedaron sobrecogidos de temor, y no se atrevieron a realizar lo que habrían hecho si no hubieran tenido una evidencia tan clara de que Dios estaba obrando.

Algunos de nuestros ministros deberían asistir a cada reunión que congregue mucha gente. Deberían actuar sabiamente para conseguir que la gente los escuche, y para presentar la luz de la verdad al mayor número posible de personas...

A todas esas reuniones deberían asistir hombres y mujeres a quienes Dios pueda utilizar. Deberían distribuirse, con la abundancia de las hojas de otoño, folletos que expongan la verdad presente. Para muchas personas que asisten a esas reuniones, estos folletos serán como las hojas del árbol de la vida, que son para sanidad de las naciones.

Le envío esto, hermano mío, para que lo comparta con otros. Los que salen a proclamar la verdad deben recibir la bendición de Aquel que les ha dado la preocupación de proclamar esta verdad... Ha llegado el tiempo cuando los adventistas, como nunca antes, deben levantarse y resplandecer, porque ha venido su luz, y la gloria de Dios ha nacido sobre ellos.—El Evangelismo, 30, 31.

miércoles, septiembre 19, 2012

Pensamiento Del Día

Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. Hebreos 11:5. 
El Señor tiene una gran obra que ha de ser hecha, y él recompensará en mayor escala, en la vida futura, a los que presten un servicio más fiel y voluntario en la vida presente. El Señor escoge sus propios agentes, y cada día, bajo diferentes circunstancias, los prueba en su plan de acción. En cada esfuerzo hecho de todo corazón para realizar su plan, él escoge a sus agentes, no porque sean perfectos, sino porque, mediante la relación con él, pueden alcanzar la perfección.

Dios aceptará únicamente a los que están determinados a ponerse un blanco elevado. Coloca a cada agente humano bajo la obligación de hacer lo mejor que puede. De todos exige perfección moral. Nunca debiéramos rebajar la norma de justicia con el fin de contemporizar con las malas tendencias heredadas o cultivadas. Necesitamos comprender que la imperfección de carácter es pecado. En Dios se hallan todos los atributos justos del carácter como un todo perfecto y armonioso, y cada uno de los que recibe a Cristo como su Salvador personal tiene el privilegio de poseer estos atributos...

Nadie diga: “No puedo remediar mis defectos de carácter”. Si llegan a esta conclusión, dejarán ciertamente de obtener la vida eterna. La imposibilidad reside en su propia voluntad. Si no quieren, no pueden vencer. La verdadera dificultad proviene de la corrupción de un corazón no santificado y de la falta de voluntad para someterse al gobierno de Dios. Muchos a quienes Dios ha calificado para hacer un excelente trabajo, realizan muy poco, porque intentan poco. Miles pasan por la vida como si no tuvieran objeto definido por el cual vivir, ni norma que alcanzar. Los tales recibirán una recompensa proporcional a sus obras...

Para gloria del Maestro, ambicionen cultivar todas las gracias del carácter. Deben agradar a Dios en todos los aspectos de la formación de su carácter. Pueden hacerlo, pues Enoc agradó al Señor aunque vivía en una época degenerada. Y en nuestros días también hay Enocs.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 265-267.

martes, septiembre 18, 2012

Pensamiento Del Día

Decid entre las naciones: Jehová reina. También afirmó el mundo, no será conmovido; juzgará a los pueblos con justicia. Salmos 96:10. 
Los hombres y las mujeres no deben empequeñecerse espiritualmente por una conexión con la iglesia, sino que deben ser fortalecidos, elevados, ennoblecidos, preparados para la obra más sagrada que alguna vez le fuera confiada a los mortales. Es el propósito de Dios tener un ejército bien entrenado, listo para ser llamado a la acción inmediatamente. Este ejército estará compuesto de hombres y mujeres bien disciplinados que se habrán colocado bajo influencias que los prepararon para el servicio.

Los obreros de Dios deben velar por las almas como algo por lo cual deben dar cuenta, y necesitan la presencia constante de Cristo en su corazón, con el fin de que puedan ganar a pecadores para Cristo. Deben haber rendido todo a Dios, para que puedan contarle, a aquellos por los cuales trabajan, la necesidad y el significado de una entrega sin reservas. Deben recordar que son obreros juntamente con el Señor, y deben guardarse contra movimientos dilatorios e inciertos. Satanás observa incansablemente con el fin de conseguir oportunidades para tener control de aquellos a quienes están buscando ganar para Cristo. Sólo por medio de una vigilancia incesante pueden los obreros de Jesús vencer al enemigo. Sólo en la fuerza del Redentor pueden conducir a los tentados hacia la cruz. No es el estudio ni la elocuencia la que realizará esto, sino la presentación de la verdad de Dios, hablada con sencillez y con poder del Espíritu.

Hay sólo un poder que puede convertir al pecador del pecado a la santidad: el poder de Cristo. Nuestro Redentor es el único que puede quitar el pecado. Él solo puede perdonar el pecado. Él solo puede hacer firmes a los hombres y a las mujeres, y mantenerlos así.

La verdad no es sencillamente para ser pronunciada por los que hacen la obra de Cristo; es para ser vivida. La gente está observando y pesando a los que afirman creer las verdades especiales para este tiempo. Están mirando para ver en dónde su vida representa a Cristo. Al ocuparse humildemente y con seriedad en la obra de hacer el bien a todos, el pueblo de Dios ejercerá una influencia que repercutirá en todos aquellos con los que se ponen en contacto. Si los que conocen la verdad se encargan de esta obra según se presenten las oportunidades, haciendo cada día obras de amor y bondad en el barrio donde viven, Cristo se revelará en su vida.—The Review and Herald, 2 de junio de 1903.

lunes, septiembre 17, 2012

Pensamiento Del Día

Cantad a Jehová cántico nuevo; cantad a Jehová, toda la tierra. Cantad a Jehová, bendecid su nombre; anunciad de día en día su salvación. Salmos 96:1, 2. 
Hace unas pocas noches mi mente estuvo muy preocupada con lo que podríamos hacer para llevar la verdad a los pobladores de las grandes ciudades. Estamos seguros de que si logran escuchar el mensaje, algunos aceptarán la verdad y a su vez la comunicarán a otros.

Los ministros advierten a sus congregaciones y dicen que es una doctrina peligrosa la que se está presentando, y que si van a escuchar serán engañados con esa doctrina extraña. Desaparecerían los prejuicios si consiguiésemos que la gente salga para oír. Estamos orando acerca de este asunto, y creemos que el Señor proporcionará un lugar donde estos mensajes de amonestación e instrucción sean dados a la gente en estos últimos días.

Una noche me pareció estar en una reunión donde se hablaba de estos asuntos. Y un hombre muy serio y digno vino y me dijo: “Ustedes están orando para que el Señor envíe a hombres y a mujeres de talento para que se dediquen a la obra. Tienen talentos en su medio que necesita recibir reconocimiento”.

Se formularon proposiciones sabias y se pronunciaron las palabras cuyo resumen doy a continuación. Él dijo: “Llamo la atención de ustedes al talento del canto que debiera cultivarse, porque la voz humana expresada en cantos constituye uno de los talentos dados por Dios y que deben emplearse para su gloria. El enemigo de la justicia utiliza provechosamente este talento en su servicio. Y lo que es un don de Dios, dado para bendecir a las almas, es pervertido, mal aplicado y sirve a los propósitos de Satanás.

“Este talento de la voz es una bendición si se consagra para servir a su causa. [Carrie Gribble] tiene talento, pero éste no es apreciado. Debiera tomarse en cuenta su posición, y su talento atraerá a la gente y así ésta oirá el mensaje de verdad”.—El Evangelismo, 363.

domingo, septiembre 16, 2012

Pensamiento Del Día

Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. 1 Timoteo 4:16. 
La obra que usted realiza al ayudar a nuestras hermanas a sentir su responsabilidad individual hacia Dios es una obra buena y necesaria. Ha sido descuidada durante mucho tiempo; pero cuando esta obra es expuesta en forma clara, sencilla y definida, podemos esperar que los deberes caseros, en lugar de ser descuidados, sean hechos en forma mucho más inteligente. El Señor desea que siempre destaquemos el valor de un alma humana ante los que no comprenden este valor.

Si pudiésemos tomar las disposiciones necesarias para contar con grupos organizados e instruidos cabalmente acerca de la parte que deberían desempeñar como siervos del Maestro, nuestras iglesias tendrían una vida y vitalidad que han necesitado desde hace mucho.

Así se apreciaría la excelencia de las almas que Cristo ha salvado. Nuestras hermanas, generalmente, pasan un tiempo difícil con sus familias que aumentan y sus aflicciones que otros no comprenden. He anhelado durante mucho tiempo contar con mujeres que puedan ser educadas para que ayuden a nuestras hermanas a superar su desánimo y a sentir que pueden hacer algo para el Señor. Esto está llevando rayos de sol a su propia vida, los cuales se reflejan en el corazón de otros. Dios la bendecirá a usted y a todos los que se unan a usted en esta grandiosa obra.—El Evangelismo, 337, 338.

Muchas hermanas jóvenes, como también otras de más edad, parecen rehuir la conversación religiosa. No aprecian sus oportunidades. La Palabra de Dios debe ser su garantía, su esperanza, su paz. Cierran las ventanas del alma que deberían abrirse hacia el cielo, y abren ampliamente las que miran hacia la tierra. Pero cuando vean la excelencia del alma humana, cerrarán las ventanas que dan a la tierra, que dependen de las diversiones mundanales y las relaciones insensatas y pecaminosas, y abrirán las que dan al cielo, para contemplar las cosas espirituales. Entonces podrán decir: “Recibiré la luz del Sol de justicia, con el fin de que resplandezca sobre otros”.

Las personas que trabajan con más éxito son aquellas que asumen alegremente la obra de servir a Dios en las cosas pequeñas. Cada ser humano debe trabajar con el hilo de su vida, entretejiéndolo con la trama para completar el modelo.—The Review and Herald, 9 de mayo de 1899. Ver Joyas de los Testimonios 2:401, 402.

sábado, septiembre 15, 2012

Pensamiento Del Día

Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro... Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Marcos 2:3, 5. 
Es necesario acercarse a la gente por medio del esfuerzo personal. Si se dedicara menos tiempo a sermonear y más al servicio personal, se conseguirían mayores resultados. Hay que aliviar a los pobres, atender a los enfermos, consolar a los afligidos y dolientes, instruir a los ignorantes y aconsejar a los inexpertos. Hemos de llorar con los que lloran y regocijarnos con los que se regocijan. Acompañada del poder de persuasión, del poder de la oración, del poder del amor de Dios, esta obra no será ni puede ser infructuosa.

Hemos de recordar siempre que el objeto de la obra médico-misionera consiste en dirigir a los enfermos del pecado hacia el Mártir del Calvario, el que quita el pecado del mundo. Contemplándole, se transmutarán a su semejanza. Debemos animar al enfermo y al doliente a que miren a Jesús y vivan. Pongan los obreros cristianos a Cristo, el divino Médico, en continua presencia de aquellos a quienes desalentó la enfermedad del cuerpo y del alma... Persuádanles a que se entreguen al cuidado de Aquel que dio su vida para que ellos puedan obtener vida eterna. Háblenles de su amor, del poder que tiene para salvar.

Este es el alto deber y el precioso privilegio del médico misionero. Y el ministerio personal prepara a menudo el camino para esta obra. Con frecuencia, Dios llega a los corazones por medio de nuestros esfuerzos por aliviar los padecimientos físicos...

En casi todas las poblaciones hay muchos que no escuchan la predicación de la Palabra de Dios ni asisten a ningún servicio religioso. Para que conozcan el evangelio, hay que llevárselo a sus casas. Muchas veces la atención prestada a sus necesidades físicas es la única manera de llegar a ellos.

Los enfermeros misioneros que cuidan a los enfermos y alivian la miseria de los pobres encontrarán muchas oportunidades para orar por ellos, leerles la Palabra de Dios y hablarles del Salvador. Pueden orar con los desamparados que no tienen fuerza de voluntad para dominar los apetitos degradados por las pasiones. Pueden llevar un rayo de esperanza a los vencidos y desalentados. Su amor abnegado, manifestado en actos de bondad desinteresada, ayudará a esos dolientes a creer en el amor de Cristo.—El Ministerio de Curación, 102, 103.

viernes, septiembre 14, 2012

Pensamiento Del Día

El sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino... Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. Mateo 13:3, 4, 8, 9. 
Después de haber terminado la reunión [un culto del congreso en Míchigan], una hermana me tomó sinceramente de la mano, expresando gran regocijo por encontrarse de nuevo con la Hna. White. Preguntó si yo recordaba hacer visitado una vez una casa de madera en los bosques, 22 años atrás. Ella nos sirvió un refrigerio, y yo le dejé un librito titulado Experience and Views.

Declaró que había prestado ese librito a sus vecinos, a medida que nuevas familias se establecían en su vecindario, hasta que el librito se gastó casi completamente; expresó su gran deseo de obtener otro ejemplar del mismo libro. Sus vecinos estaban profundamente interesados en él, y se sentían anhelosos de ver a la autora. Dijo que cuando la visité, le hablé de Jesús y de las hermosuras del cielo, y que las palabras fueron habladas con tal fervor, que quedó encantada y que nunca las había olvidado.

Desde ese tiempo el Señor había enviado a pastores para predicarles la verdad, y ahora había todo un grupo de observadores del sábado. La influencia de ese librito, ahora gastado por el uso, se había extendido de uno a otro, realizando su obra silenciosa, hasta que el terreno estaba listo para la simiente de la verdad.

Bien recuerdo el largo viaje que realizamos hace 22 años, en Míchigan. Estábamos de viaje para realizar una reunión en Vergennes. Nos encontrábamos a 20 km de nuestro destino. Nuestro conductor había recorrido repetidamente ese camino, y lo conocía bien, pero tuvo que reconocer que se había perdido. Viajamos 65 kilómetros ese día, por los bosques, sobre troncos y árboles caídos, donde apenas había un rastro de camino...

No podíamos entender por qué debíamos ser abandonados en este extraordinario errar por el desierto. Nunca nos sentimos más satisfechos que cuando distinguí un pequeño claro en el cual había una cabaña, donde encontramos a la hermana que mencioné. Bondadosamente nos dio la bienvenida a su hogar, y nos proporcionó un refrigerio, que fue recibido con agradecimiento. Mientras descansábamos, hablé con la familia y les dejé un librito. Ella lo aceptó alegremente y lo ha conservado hasta el día de hoy.

Durante 22 años las idas y venidas que caracterizaron ese viaje nos han parecido misteriosas, pero aquí encontramos a todo un grupo que ahora está compuesto por creyentes en la verdad, y que atribuyen su primer conocimiento a la influencia de ese librito.—El Evangelismo, 328, 329.

jueves, septiembre 13, 2012

Pensamiento Del Día

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6. 
Se me ha mostrado que muchos tienen ideas confusas con respeto a la conversión. A menudo han oído repetir desde el púlpito las frases: “Es necesario nacer otra vez”. “Deben tener un nuevo corazón”. Estas expresiones los han preocupado. No podían comprender el plan de salvación.

Muchos han marchado a los tumbos hacia la ruina debido a las erróneas doctrinas enseñadas por algunos pastores concernientes al cambio que ocurre en la conversión. Algunos han vivido en la tristeza durante muchos años, esperando alguna señalada evidencia de que eran aceptados por Dios. Se han separado en gran medida del mundo, y hallan placer en asociarse con el pueblo de Dios; sin embargo no osan profesar a Cristo, porque temen que sería presunción decir que son hijos de Dios. Están esperando el cambio extraordinario que han sido inducidos a creer que está relacionado con la conversión.

Después de un tiempo, algunos de éstos reciben evidencia de su aceptación por parte de Dios, y entonces son inducidos a identificarse con su pueblo. Ellos hacen datar su conversión desde ese tiempo. Pero se me ha mostrado que fueron adoptados en la familia de Dios antes de ese tiempo. Dios los aceptó cuando sintieron dolor por el pecado, y habiendo perdido su deseo por los placeres del mundo, resolvieron buscar a Dios fervientemente. Pero al no comprender la sencillez del plan de salvación, perdieron muchos privilegios y bendiciones que podrían haber reclamado si solamente hubieran creído, cuando por primera vez se volvieron a Dios, que él los había aceptado.

Otros caen en un error aún más peligroso. Son gobernados por los impulsos. Sus simpatías se despiertan y consideran esta irrupción de sentimientos como una evidencia de que son aceptados por Dios y están convertidos. Pero los principios de su vida no han cambiado. Las evidencias de una genuina obra de gracia en el corazón han de fundarse, no en los sentimientos, sino en su vida. “Por sus frutos”, dijo Cristo, “los conocerán”...

La obra de la gracia en el corazón no es una obra instantánea. Se efectúa por medio de una vigilancia continua y cotidiana y creyendo en las promesas de Dios. A la persona arrepentida y creyente, que alberga fe y anhela con fervor la gracia renovadora de Cristo, Dios no la devolverá vacía. Le dará gracia. Y los ángeles ministradores la ayudarán mientras persevera en sus esfuerzos para avanzar.—El Evangelismo, 211, 212.

miércoles, septiembre 12, 2012

Pensamiento Del Día

Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era con todos ellos. Hechos 4:33. 
¿Cuál fue el resultado del derramamiento del Espíritu en el día de Pentecostés? Las buenas nuevas de un Salvador resucitado fueron llevadas a las más alejadas partes del mundo habitado. El corazón de los discípulos quedó sobrecargado de una benevolencia tan completa, profunda y abarcante, que los impulsó a ir hasta los fines de la tierra testificando: “Lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo”. Gálatas 6:14.

Mientras proclamaban la verdad tal cual es en Jesús, los corazones cedían al poder del mensaje. La iglesia veía a los conversos afluir a ella desde todas las direcciones. Los apóstatas se volvían a convertir. Los pecadores se unían con los cristianos en la búsqueda de la perla de gran precio. Los que habían sido acérrimos oponentes del evangelio, llegaron a ser sus campeones... La única ambición de los creyentes consistía en revelar un carácter semejante al de Cristo, y trabajar para el engrandecimiento de su reino...

Gracias a sus labores se añadieron elegidos a la iglesia, quienes, recibiendo la palabra de vida, consagraron su vida a la obra de comunicar a otros la esperanza que había llenado su corazón de paz y gozo. Centenares proclamaron el mensaje: “El reino de Dios se ha acercado”. No se los podía constreñir ni intimidar con amenazas. El Señor hablaba por su medio y, dondequiera que fuesen, los enfermos eran sanados y el evangelio era predicado a los pobres. Tal es el poder con que Dios puede obrar cuando los seres humanos se entregan al dominio de su Espíritu.

A nosotros, tan ciertamente como a los primeros discípulos, nos pertenece la promesa del Espíritu. Dios dotará hoy a hombres y a mujeres del poder de lo alto, como dotó a los que, en Pentecostés, oyeron el mensaje de salvación. En este mismo momento su Espíritu y su gracia son para todos los que los necesitan y quieran aceptar su palabra al pie de la letra.

Notemos que el Espíritu fue derramado después que los discípulos hubieron llegado a la unidad perfecta, cuando ya no contendían por el puesto más elevado. Eran unánimes. Habían desechado todas las diferencias. Y el testimonio que se da de ellos después que les fue dado el Espíritu es el mismo. Advirtamos la expresión: “Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma”. Hechos 4:32. El espíritu de Aquel que había muerto para que los pecadores viviesen animaba a toda la congregación de creyentes.—Joyas de los Testimonios 3:209-211.

martes, septiembre 11, 2012

Pensamiento Del Día

El Rey les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Mateo 25:40. 
Mientras Dios en su providencia ha cargado la tierra con sus abundantes bendiciones y llenado sus depósitos con cosas para gozar la vida, no hay en absoluto excusa para que la tesorería de Dios permanezca vacía. Los cristianos no tienen excusa al permitir que los clamores de la viuda y las oraciones del huérfano asciendan al cielo debido a las necesidades que tienen, mientras una Providencia liberal ha colocado en las manos de esos cristianos abundancia para suplir las necesidades de los pobres.

Que los clamores de la viuda y de los huérfanos no pidan la venganza del cielo sobre nosotros como pueblo. En el profeso mundo cristiano, hay demasiado dinero que se gasta en ostentaciones extravagantes, en joyas y adornos, como para suplir las necesidades de todos los hambrientos y para vestir a los desnudos en nuestras poblaciones y ciudades; y sin embargo, estos profesos seguidores del manso y humilde Jesús no necesitan privarse a sí mismos de alimento adecuado o de vestimenta confortable.

¿Qué dirán estos miembros de iglesia cuando sean confrontados en el día de Dios por los pobres honestos, los afligidos, las viudas y los huérfanos, quienes han conocido la severa pobreza para las escasas necesidades de la vida, mientras estos profesos seguidores de Cristo gastaron en ropa superflua y adornos innecesarios, que además están prohibidos expresamente en la Palabra de Dios, lo suficiente como para suplir todas sus necesidades?

Vemos damas que profesan piedad usando elegantes cadenas de oro, collares, anillos y otras alhajas... mientras la necesidad está al acecho en las calles, y a cada lado están los que sufren y los indigentes. Éstos no les interesan, no despiertan su simpatía, y sin embargo llorarán al leer el sufrimiento imaginario que se describe en la última novela. No tienen oídos para oír los clamores de los necesitados, ni ojos para contemplar el frío y las formas casi desprovistas de ropa de las mujeres y los niños que hay a su alrededor. Miran las necesidades reales como una especie de delito, y se retiran de la humanidad doliente como de una enfermedad contagiosa. A los tales, Cristo les dice: “Tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber... enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis”. Mateo 25:42, 43.

Pero Cristo dice a los justos: “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí”... De ese modo Cristo identifica su interés con el de la humanidad doliente. Las obras de amor y caridad hechas a los dolientes son como si lo hiciéramos a él mismo.—The Review and Herald, 21 de noviembre de 1878.

lunes, septiembre 10, 2012

Pensamiento Del Día

Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león. 2 Timoteo 4:17. 
Resuelvan, no en su fuerza sino en la fuerza y en la gracia dadas por Dios, que consagrarán a él ahora, exactamente ahora, todo poder y toda capacidad. Después seguirán a Jesús porque él se los pide, y ustedes no van a preguntar adónde, o qué recompensa se les dará. Les irá bien si obedecen la palabra “Síganme”. Su tarea es dirigir a otros a la luz por medio de esfuerzos juiciosos y fieles. Bajo la tutela del Líder divino, decidan y resuelvan actuar sin un momento de vacilación.

Cuando mueran al yo, cuando se sometan a Dios, para hacer su obra, para que la luz que os ha dado resplandezca en buenas obras, no trabajarán solos. La gracia de Dios está presente para colaborar con todo esfuerzo para iluminar al ignorante y a quienes no saben que el fin de todas las cosas está cerca.

Pero Dios no hará la obra que les toca hacer a ustedes. La luz puede resplandecer en abundancia, mas la gracia proporcionada convertirá el alma únicamente en la medida en que los inste a colaborar con los instrumentos divinos... Son llamados a revestirse de la armadura cristiana y entrar en el servicio del Señor como soldados activos. El poder divino debe cooperar con el esfuerzo humano para quebrantar el embrujo del mundo que el enemigo ha lanzado sobre el alma. ...

Permitan que su corazón se extienda en amor por las almas que perecen. Obedezcan el impulso dado por el Alto Cielo. No contristen al Espíritu Santo demorándose en obedecer. No resistan los métodos de Dios de recuperar almas de la esclavitud del pecado. A cada uno, de acuerdo con sus diversas capacidades, se le da una obra. Hagan lo mejor, y Dios aceptará sus esfuerzos.—Testimonies for the Church 8:55, 56.

domingo, septiembre 09, 2012

Pensamiento Del Día

Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y tu madre. Marcos 10:19. 
La gente no admite las exigencias de la ley de Dios, que son muy claras, y toma generalmente un curso de acción ilegal; por causa de que se han puesto por mucho tiempo al lado del gran rebelde en su guerra contra la ley de Dios, ley que es el fundamento de su gobierno en el cielo y en la tierra, es que ya están adiestrados en hacer ese trabajo. En su lucha no abrirán sus ojos o conciencia a la luz. Cierran sus ojos, no sea que lleguen a iluminarse.

El caso es tan desesperado como fue el de los judíos que no vieron la luz que Cristo les trajo. Las evidencias maravillosas que les dio de su mesianismo en los milagros que realizó, al curar a los enfermos, levantar a los muertos y en hacer las obras que ningún otro hombre había hecho o podía hacer, en vez de ablandar y subyugar su corazón, y vencer sus malvados prejuicios, los inspiró con odio y furia satánicas como las que Satanás poseía cuando fue arrojado del cielo. Cuanto mayor luz y evidencia tuvieron, mayor fue su odio. Estaban decididos a extinguir la luz matando a Cristo...

Nuestra obra debe consistir en aprovechar cada oportunidad de presentar la verdad en su pureza y sencillez, siempre que exista el deseo o el interés de escuchar las razones de nuestra fe. Los que se han espaciado mayormente sobre las profecías y los puntos teóricos de nuestra fe, deben sin demora llegar a ser estudiantes de la Biblia sobre temas prácticos. Deben tomar una dosis más profunda de la fuente de la divina verdad. Deben estudiar cuidadosamente la vida de Cristo y sus lecciones de piedad práctica, dadas para el beneficio de todos y para ser la regla del correcto vivir para todos los que creen en su nombre. Deben ser imbuidos con el espíritu de su gran Ejemplo, y tener un sentido elevado de la vida sagrada de un seguidor de Cristo.—Testimonies for the Church 3:213, 214.

sábado, septiembre 08, 2012

Pensamiento Del Día

Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 2 Timoteo 4:1, 2. 
¿Qué uso ha hecho usted de este don de Dios? Le ha provisto fuerzas motivadoras de acción, con el fin de que con paciencia y esperanza, y con una vigilancia sin descanso, pueda predicar a Cristo y a él crucificado, llamando a los perdidos a arrepentirse de sus pecados, haciendo resonar la nota de amonestación de que Cristo pronto va a venir con poder y grande gloria.

Si los miembros de la iglesia de____________ no se levantan ahora y van a trabajar a los campos misioneros, retrocederán a un sueño semejante a la muerte. ¿Cómo trabajó el Espíritu Santo en su corazón?... ¿No fueron inspirados para valerse de los talentos que Dios les dio, que cada hombre, mujer y joven deben emplear para mostrar la verdad para este tiempo, haciendo esfuerzos personales, yendo a las ciudades donde la verdad nunca ha sido proclamada, y levantando el estandarte?

¿No han sido avivadas sus energías por causa de la bendición que Dios les ha concedido? ¿No ha sido la verdad grabada más profundamente en su alma? ¿No pueden ver con más claridad su importancia relativa para los que están pereciendo sin Cristo? Desde la reveladora manifestación de la bendición de Dios, ¿están testificando por Cristo de una manera más clara y decidida que nunca antes?

El Espíritu Santo ha traído decididamente a su mente las verdades importantes y vitales para este tiempo. ¿Debe vendarse este conocimiento en una servilleta y esconderse en la tierra? No, no. Debe ser dado a los banqueros. Cuando una persona usa sus talentos, aunque sean pequeños, con fidelidad, el Espíritu Santo toma las cosas de Dios y las presenta de nuevo a la mente. Por medio de su Espíritu, Dios hace que su Palabra sea un poder vivificante. Es ágil y poderosa, y ejerce una tremenda influencia sobre las mentes no debido a la erudición o inteligencia del instrumento humano, sino porque el poder divino obra con el poder humano. Y toda la alabanza debe darse al poder divino.—Testimonies for the Church 8:54, 55.

viernes, septiembre 07, 2012

Pensamiento Del Día

Andad sabiamente con los de afuera, redimiendo el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno. Colosenses 4:5, 6. 
Es verdad que se nos ha ordenado: “Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado”. Isaías 58:1. Es necesario proclamar este mensaje, pero mientras lo damos, debemos ser cuidadosos para no herir, mortificar y condenar a quienes no tienen la luz que tenemos...

Los que han tenido grandes privilegios y oportunidades, y que han fracasado en mejorar sus facultades físicas, morales y espirituales, que han vivido para satisfacerse a sí mismos y han rehusado cumplir su responsabilidad, se encuentran en gran peligro y en mayor condenación delante de Dios que los que están en el error en cuestiones doctrinales, pero que procuran vivir para hacer bien a otros. No censuren ni condenen a esas personas.

Si permitimos que las consideraciones egoístas, los razonamientos falsos y las excusas erróneas nos conduzcan a un estado pervertido de mente y corazón, de manera que no reconozcamos los caminos y la voluntad de Dios, seremos mucho más culpables que el pecador que peca abiertamente. Necesitamos ser muy prudentes para no condenar a quienes, delante de Dios, son menos culpables que nosotros mismos.

Que todos recuerden que en ningún caso debemos invitar la persecución. No debemos emplear palabras duras y cortantes. Exclúyanlas de cada artículo escrito, elimínenlas de cada discurso que se presenta. Que la Palabra de Dios sea la que corte y reprenda; que los seres finitos se oculten y moren en Jesucristo. Permitamos que se manifieste el espíritu de Cristo. Tengan cuidado con sus palabras, no sea que coloquen a los que no son de nuestra fe en una oposición acerba contra nosotros, y le den una oportunidad a Satanás para usar las palabras imprudentes con las cuales levantar barreras en nuestro camino.

Habrá un tiempo de tribulación como no ha existido desde que ha habido nación. Nuestra tarea es eliminar de todos nuestros discursos cualquier cosa que tenga sabor a desquite y desafío, y que ataque a iglesias o a individuos, porque esto no es el camino ni el método de Cristo.

El hecho de que el pueblo de Dios, que conoce la verdad, ha fracasado en cumplir con su deber de acuerdo con la luz presentada en la Palabra de Dios, hace necesario que seamos sumamente cautelosos, no sea que ofendamos a los que no son creyentes antes de que hayan oído las razones para nuestra fe con respecto al sábado y al domingo.—Testimonies for the Church 9:243, 244.

jueves, septiembre 06, 2012

Pensamiento Del Día

De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre. Hechos 10:43.
Dios obra por medio de agentes celestiales para que los que conocen la verdad puedan ser puestos en conexión con las almas que necesitan luz y conocimiento. Lean el capítulo 10 del libro de Hechos. El Dios del cielo contempló la devoción y la piedad de Cornelio. Fue testigo de sus oraciones y de sus limosnas, y señaló el poder de su influencia. Deseó darle la luz con respecto a la misión de Cristo y conectarlo con su obra.

El Señor envió a su ángel para comunicarle esto a Cornelio y colocarlo en contacto con el apóstol Pedro. El ángel le dijo a Cornelio dónde vivía Pedro, y le aseguró: “Él te dirá lo que es necesario que hagas”. Después envió un ángel a Pedro para quitarle sus dudas en cuanto a la conveniencia de trabajar en favor de los gentiles. “Lo que Dios limpió, no lo llames tú común”. Mientras Pedro estaba pensando en la visión misteriosa que se le había dado, el Espíritu le dijo: “He aquí tres hombres te buscan. Levántate, pues, y desciende, y no dudes ir con ellos, porque yo los he enviado”. Hechos 10:19, 20.

Qué historia es esta para mostrar que el cielo está en íntima relación con nuestro mundo. En la escalera que vio Jacob, los ángeles de Dios ascendían y descendían. Dios estaba en lo alto de la escalera, y rayos de luz y gloria estaban brillando en todo el trayecto desde el cielo a la tierra. Aún está abierta esta línea de comunicación.

¿Y cuál fue el resultado del trato de Dios con Cornelio? Lean la preciosa historia, y aprendan, y alaben a Dios, porque su lección es para nosotros... Y Dios “nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos de que él es al que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos. De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre”. Hechos 10:42, 43.

Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso, y fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. De esta manera, en Cesarea, se estableció una compañía de creyentes cristianos para mantener en alto la luz de la verdad.

Esta es la obra que debe ser hecha hoy. Tenemos un mensaje para dar a la gente... Cristo declara: “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás... Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera”. Juan 6:35, 37.—(Australasian) Union Conference Record, 1 de enero de 1900.

miércoles, septiembre 05, 2012

Pensamiento Del Día

Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 1 Juan 3:1. 
“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica así mismo, así como él es puro”. 1 Juan 3:2.

En esta escritura se describen los privilegios cristianos que, comparativamente, comprenden sólo muy pocas personas. Cada uno debería familiarizarse con las bendiciones que Dios nos ha ofrecido en su Palabra. Nos ha dado muchas promesas en cuanto a lo que hará por nosotros. Y todo eso que ha prometido es hecho posible por el sacrificio de Cristo en favor de nosotros. Juan el Bautista dio testimonio de Aquel por medio de quien podemos llegar a ser hijos e hijas de Dios... “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Juan 1:12.

La filiación divina no es algo que obtenemos por nosotros mismos. Sólo a los que reciben a Cristo como su Salvador se les da la facultad de llegar a ser hijos e hijas de Dios. El pecador no puede librarse del pecado por ningún poder inherente. Para el logro de este resultado, debe buscar un Poder superior. Juan exclamó: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Juan 1:29. Sólo Cristo tiene poder para limpiar el corazón. El que busque perdón y aceptación, sólo puede decir: “Nada traigo en mi mano, sólo me aferro a la cruz”.

Pero la promesa de filiación se brinda a todos los que “creen en su nombre”. Todo el que venga a Jesús con fe, recibirá perdón. Tan pronto como el penitente mira al Salvador para que lo ayude a volverse del pecado, el Espíritu Santo comienza su obra transformadora en el corazón. “Mas a todos los que le recibieron, les dio poder de ser hechos hijos de Dios”.

Qué incentivo para un esfuerzo mayor debe ser esto para todos los que están tratando de presentar la esperanza del evangelio ante quienes aún están en las tinieblas del error.—The Review and Herald, 3 de septiembre de 1903.

martes, septiembre 04, 2012

Pensamiento Del Día

Hubo un hombre enviado de Dios... se llamaba Juan. Este vino... para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen... Juan 1:6, 7. La palabra de Dios para nosotros es: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”. Mateo 5:48. 
Pide que cada uno crucifique el yo. Los que responden, crecen fuertes en él. Aprenden cada día de Cristo, y cuanto más aprenden, más grande es su deseo de edificar el reino de Dios ayudando a sus semejantes. Cuanta más luz tienen, mayor es su deseo de iluminar a otros. Cuanto más caminan con Dios, menos viven para sí mismos. Cuanto más grandes son sus privilegios, oportunidades y habilidades para la obra cristiana, mayor es la obligación que sienten para trabajar por otros.

La naturaleza humana pugna siempre por expresarse. Una persona que fue hecha completa en Cristo, debe primero vaciarse del orgullo, de la autosuficiencia. Entonces hay silencio en el alma y se puede escuchar la voz de Dios. Entonces el Espíritu puede encontrar una entrada libre. Permita que Dios trabaje en usted y por medio de usted. Entonces podrá decir como dijo Pablo: “Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”. Gálatas 2:20. Pero hasta que se coloque el yo sobre el altar, hasta que permitamos que el Espíritu Santo nos moldeé y nos forme de acuerdo con la similitud divina, no podemos alcanzar el ideal de Dios para nosotros. Dijo Cristo: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Juan 10:10. Esta vida es la que debemos tener para trabajar por Cristo, y debemos tenerla “en abundancia”. Dios soplará esta vida en cada alma que muere al yo, pero se requiere abnegación completa. A menos que suceda esto, llevaremos con nosotros lo que destruye nuestra felicidad y utilidad.

El Señor necesita hombres y mujeres que lleven con ellos en su vida diaria la luz de un buen ejemplo; hombres y mujeres cuyas palabras y acciones muestren que Cristo está morando en el corazón, enseñando, dirigiendo, guiando. Necesita hombres y mujeres de oración, quienes, al luchar solos con Dios, obtengan la victoria sobre el yo, y que salgan después para impartir a otros lo que recibieron de la Fuente de poder.

Dios acepta a los que crucifican al yo, y los hace vasos de honra. Están en sus manos como el barro en las manos del alfarero, y lleva a cabo su voluntad por medio de ellos. Tales hombres y mujeres recibirán poder espiritual. Cristo vive en ellos, y el poder del Espíritu acompaña sus esfuerzos. Se dan cuenta de que deben vivir en este mundo la vida que vivió Jesús: una vida libre de todo egoísmo; y él los capacita para que den testimonio de él, testimonio que atrae a las almas hacia la cruz del Calvario.—The Signs of the Times, 9 de abril de 1902.

lunes, septiembre 03, 2012

Pensamiento Del Día

Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:16. 
La obra práctica tendrá mucho más efecto que el mero sermonear. Hemos de dar aliento al hambriento, vestir al desnudo y proteger al que no tiene hogar. Y se nos llama a hacer más que esto. Únicamente el amor de Cristo puede satisfacer las necesidades del alma. Si Cristo habita permanentemente en nosotros, nuestro corazón estará lleno de divina simpatía. Las fuentes selladas del amor fervoroso, semejante al de Cristo, serán abiertas. Dios nos pide para los necesitados no sólo nuestros dones, sino además un semblante alegre, palabras llenas de esperanza, un bondadoso apretón de manos. Cuando Cristo sanaba a los enfermos, colocaba sus manos sobre ellos. De la misma manera debemos nosotros colocarnos en íntimo contacto con aquellos a quienes tratamos de beneficiar.

Hay muchas personas que han perdido la esperanza. Devuélvanles la luz del sol. Muchos han perdido su valor. Háblenles alegres palabras de aliento. Oren por ellos. Hay personas que necesitan el pan de vida. Léanles la Palabra de Dios. Muchos están afectados por una enfermedad del alma que ningún bálsamo humano puede alcanzar y que ningún médico puede curar. Oren por esas almas. Llévenlas a Jesús. Díganles que hay bálsamo en Galaad y que también allí hay Médico.

La luz es una bendición... universal que derrama sus tesoros sobre un mundo ingrato, impío, corrompido. Tal ocurre con la luz del Sol de justicia. Toda la tierra, envuelta... en las tinieblas del pecado, el dolor y el sufrimiento, debe ser iluminada con el conocimiento del amor de Dios. Ninguna secta, categoría o clase de gente ha de ser privada de la luz que irradia del trono celestial. El mensaje de esperanza y misericordia debe ser llevado a los confines de la tierra...

Ya no deben los paganos seguir envueltos en las tinieblas de medianoche. La lobreguez ha de desaparecer ante los brillantes rayos del Sol de justicia. El poder del infierno ha sido vencido. Pero nadie puede impartir lo que no ha recibido. En la obra de Dios, la humanidad no puede generar nada... Era el áureo aceite vertido por los mensajeros celestiales en los tubos de oro, para ser conducido del recipiente de oro a las lámparas del Santuario, lo que producía una luz continua, brillante y resplandeciente. Es el amor de Dios continuamente transferido a los hombres y a las mujeres lo que los capacita para impartir luz. En el corazón de todos los que están unidos a Dios por la fe, el áureo aceite del amor fluye libremente, para brillar en buenas obras, en un servicio real y sincero por Dios.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 343-345.

domingo, septiembre 02, 2012

Pensamiento Del Día

Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8. 
Mi corazón sintió regocijo de ver entre los conversos a tantos jóvenes de ambos sexos con corazones suavizados y subyugados por el amor de Jesús, que reconocían la buena obra llevada a cabo por Dios en su corazón. Fue realmente una preciosa ocasión. “Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”. Romanos 10:10. No permita Dios que estas almas pierdan alguna vez el calor de su primer amor, que por el orgullo y el amor al mundo, una frialdad desconocida llegue a tomar posesión de su mente y su corazón.

Es esencial que los que acaban de aceptar la fe tengan un sentido de su obligación hacia Dios, quien los ha llamado a conocer la verdad y ha llenado su corazón con su sagrada paz, para que puedan ejercer una influencia santificadora sobre todos aquellos con quienes se relacionen. “Vosotros sois mis testigos, dice Jehová”. Isaías 43:10.

A cada cual Dios le ha confiado una tarea: Dar a conocer su salvación al mundo. En la religión verdadera no hay egoísmo ni exclusividad. El evangelio de Cristo es expansivo y agresivo. Se lo describe como la sal de la tierra, como la levadura transformadora, como la luz que alumbra en lugar oscuro. Es imposible que alguien retenga el amor y el favor de Dios, y disfrute de comunión con él, y no sienta responsabilidad por las almas por las cuales Cristo murió, quienes se encuentran en el error y las tinieblas y perecen en sus pecados.

Si los que profesan ser seguidores de Cristo no resplandecen como luminarias en el mundo, el poder vital los abandonará y se volverán fríos y sin la semejanza de Cristo. El embrujo de la indiferencia se apoderará de ellos, junto con una mortal pereza espiritual, que los convertirá en cadáveres en lugar de representantes vivientes de Jesús. Todos debemos levantar la cruz, y asumir con modestia, humildad y sencillez intelectual los deberes que Dios nos asigna, para realizar esfuerzos personales en favor de los que nos rodean y necesitan auxilio y luz.

Todos los que acepten estos deberes gozarán de una experiencia rica y variada, su propio corazón irradiará fervor, y serán fortalecidos y estimulados para hacer esfuerzos renovados y perseverantes con el fin de obrar su propia salvación con temor y temblor, porque Dios es quien obra en ellos tanto el querer como el hacer según su buena voluntad.—The Review and Herald, 21 de julio de 1891. Ver Cada Día con Dios, 211.

sábado, septiembre 01, 2012

Pensamiento Del Día

Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí. Isaías 43:10. 
Satanás está tentando constantemente a los seres humanos para desviarlos de la fidelidad y de la consumación de las obras esenciales de preparación para el gran evento que probará el alma de cada persona. La obra en el Santuario celestial está avanzando. Jesús está purificando el Santuario. La obra en la tierra se corresponde con la obra en el cielo. Los ángeles celestiales están trabajando constantemente para llamar la atención de los seres humanos, el instrumento viviente, hacia la contemplación y meditación en Jesús, para que mirando la perfección de Cristo sean impresionados por las imperfecciones de sus propios caracteres. Cristo... declaró que el Consolador prometido “testificará de mí”. Esta es la carga del mensaje para este tiempo...

Hablen como Cristo habló. Trabajen como Cristo trabajó. Debemos mirar a Cristo y vivir. Al contemplar su hermosura, desearemos practicar sus virtudes y su justicia. Contemplando a Cristo somos transformados a su imagen, y renunciando a nosotros mismos al dar nuestro corazón completamente a Jesús para que su Espíritu nos refine, ennoblezca y eleve, estaremos en comunión íntima con el mundo futuro, bañados por los rayos brillantes del Sol de justicia. Nos alegramos con gozo inefable y glorioso. Entonces se nos encomienda que vayamos a otras ciudades y pueblos a llevar las buenas nuevas con el corazón encendido del amor divino, aun a los que están lejos, a todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios llame.

Comuniquemos a otros las benditas verdades de su Palabra, y obedeciendo las palabras de Cristo, permanezcamos en su amor. Él nos insta a que por el amor que le tenemos guardemos sus mandamientos. Lo hace, no para impulsarnos a hacer cosas imposibles, sino porque sabe lo que significa guardar los mandamientos de su Padre. Quiere que cada alma que escuche su invitación, invite a otros a escucharla y a recibir sus preciosos dones, porque sabe que al guardar los mandamientos de Dios no caeremos en servil esclavitud, sino que seremos hechos libres por medio de la sangre de Jesucristo. “En guardarlos [sus mandamientos] hay grande galardón”. Salmos 19:11.

Díganlo a otros con la pluma y la voz, con piedad, humildad y amor, representando el carácter de Cristo. “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”. Apocalipsis 22:17.—Alza tus Ojos, 342.