sábado, junio 30, 2012

Pensamiento Del Día

Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto del pueblo, por luz de las naciones. Isaías 42:6. 
Se me ha mostrado que algunos que generalmente son astutos, prudentes y perspicaces con respecto a las transacciones comerciales, que se distinguen por su prontitud y minuciosidad, manifiestan imprevisión y una falta de prontitud en relación con un traspaso apropiado de sus bienes mientras viven. No saben cuán pronto terminará su tiempo de prueba, y sin embargo pasan de un año a otro con sus asuntos pendientes, y con frecuencia terminan finalmente su vida sin haber hecho uso de su razón. O pueden morir repentinamente, sin previa advertencia, y puede disponerse de sus bienes de una manera que no habrían aprobado si vivieran. Estas personas son culpables de negligencia; son mayordomos infieles.

Los cristianos que creen en la verdad presente deberían manifestar sabiduría y previsión. No deberían descuidar el disponer de sus recursos esperando una oportunidad favorable para arreglar sus negocios mientras padecen una larga enfermedad. Deberían tener sus asuntos en tal estado que, si fueran llamados a dejar la vida en cualquier momento, y no tuviesen voz en la disposición de sus bienes, éstos pudieran ser puestos en orden tal como ellos habrían deseado si estuvieran vivos.

A muchas familias se las ha despojado en forma deshonesta de todos sus bienes y han estado sujetos a la pobreza, porque la obra que podría haberse hecho muy bien en un momento fue descuidada. Los que hacen sus testamentos no deben escatimar esfuerzos o gastos para obtener consejo legal y para tenerlos preparados de una forma que resistan la prueba. Vi que los que profesan creer la verdad deberían mostrar su fe por sus obras. Deben ganar amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, los reciban en las moradas eternas ver. Lucas 16:9. Dios hizo a los hombres y a las mujeres mayordomos de sus medios. Colocó en sus manos el dinero con el cual llevar adelante la gran obra para la salvación de las almas por las cuales Cristo dejó su hogar celestial, sus riquezas, su gloria y se hizo pobre para que pudiera, por su propia humillación y sacrificio, llevar muchos hijos y muchas hijas de Adán a Dios.

En su providencia el Señor ha ordenado que la obra en su viña debe ser sostenida por los medios confiados en las manos de sus mayordomos. Un descuido por parte de los mayordomos para responder a los llamados de la causa de Dios en hacer avanzar su obra, muestra que son siervos malos y negligentes.—Testimonies for the Church 3:116, 117.

viernes, junio 29, 2012

Pensamiento Del Día

Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia, la cual quita la vida de sus poseedores. Proverbios 1:19. 
Acada persona se le da su obra. Cada una tiene un lugar en el plan eterno del cielo. Es el deber de los padres y las madres vencer su propio desorden, sus hábitos poco metódicos. La verdad es limpia y pura, y de gran valor, y necesita ser incorporada en la edificación del carácter. Los que tienen la verdad, que tienen el amor de la verdad en su corazón, harán cualquier sacrificio para que esta verdad pueda tener el primer lugar en cada cosa...

Están en nuestras iglesias quienes tienen mucho que decir en cuanto al cristianismo, pero en cuya presencia siempre debemos estar en guardia, porque descartan la Palabra de Dios de sus transacciones comerciales. Cuando hay que comprar o vender, Dios no está a su lado. El enemigo está sobre el terreno, y se posesiona de ellos. Se coloca a la hermandad y al amor cristianos como un sacrificio sobre el altar de la codicia. Dios, el Cielo, los preceptos de Jehová, sus repetidos mandatos, se eliminan con frecuencia del alma. No saben lo que significa practicar los principios establecidos en la Palabra de Dios. Venden su alma por una ganancia ilícita. Tan espeso es el velo que ciega sus ojos, que sólo pueden ver la ganancia fraudulenta. Tan dura es la costra que rodea al corazón, que no sienten por sus semejantes el amor y la ternura y la piedad de Cristo. Excluyen de su alma la santidad y la verdad de Dios.

¿Desaprobará el pueblo de Dios toda esta influencia corruptora? ¿Entregarán su corazón a Dios? ¿Tratarán misericordiosamente con sus semejantes mortales? ¿Tendrán presente los adventistas del séptimo día que no pueden desviarse de la verdad en sus tratos con sus semejantes, que no pueden violar la justicia, o perder su integridad, sin dejar a Dios? Nunca lo beneficiará a usted cualquier cosa que deshonre a Dios. Los que esperan prosperar violando los principios eternos de la justicia, están amontonando una cosecha que no quisieran segar. Se colocan en las filas del enemigo y acarrean degradación sobre sí mismos. Aunque parezca que prosperan por un tiempo, nunca pueden ser contados entre la familia de Dios.—Sermons and Talks, 133, 134.

jueves, junio 28, 2012

Pensamiento Del Día

Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera. 1 Timoteo 4:8. 
Las cuentas de cada negocio, los detalles de cada transacción, son sometidos al escrutinio de inspectores invisibles, agentes de Aquel que nunca transige con la injusticia, nunca tolera el mal, nunca disculpa el agravio...

La ley de Dios condena a todos aquellos que obran maldad. Éstos pueden desatender su voz, tratar de acallar su advertencia, pero es en vano. Los sigue a todas partes. Se hace oír. Perturba su paz. Si no le presta atención, lo persigue hasta el sepulcro. Da testimonio contra él en el juicio. Como fuego inextinguible, consume al fin el alma y el cuerpo.

“Porque, ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” Marcos 8:36, 37.

Este asunto requiere la consideración de todo padre, maestro y alumno, de todo ser humano, joven o viejo. No puede ser perfecto o completo ningún proyecto de negocios o plan de vida que abarque únicamente los breves años de la vida actual y no haga provisión para el futuro eterno. Enséñese a los jóvenes a considerar la eternidad al hacer sus cálculos. Enséñeseles a escoger los principios y buscar las cosas durables, a acumular para sí aquel “tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye”. Lucas 12:33...

Todos los que hacen esto se están preparando de la mejor manera posible para la vida en este mundo. Nadie puede acumular tesoros en el cielo sin descubrir que de esa manera se enriquece y ennoblece su vida en la tierra. “La piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera”. 1 Timoteo 4:8.—La Educación, 144, 145.

miércoles, junio 27, 2012

Pensamiento Del Día

Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Romanos 12:3. 
Vivan para algo además del yo. Si sus motivos son puros y abnegados, si siempre están buscando el trabajo que alguien debe hacer, si siempre están atentos para mostrar atenciones bondadosas y actos de cortesía, inconscientemente están edificando su propio monumento. En la vida de hogar, en la iglesia y en el mundo están representando a Cristo en carácter. Esta es la obra que Dios nos invita a todos... a realizar...

Que sus aspiraciones y motivos sean puros. En cada transacción comercial, sean estrictamente honrados. Aunque se sientan tentados, no engañen ni mientan en lo más mínimo. A veces un impulso natural puede tentar a alejarse del camino recto de la honradez, pero no varíen ni en el grosor de un cabello. Si en algún asunto han hecho una declaración acerca de lo que harán, y después descubren que han favorecido a otro contra sus propios intereses, no se alejen ni un milímetro del principio. Cumplan su convenio.

Al tratar de cambiar sus planes, demostrarán que no son dignos de confianza. Y si se desdicen en las pequeñas transacciones, también lo harán en las de mayor cuantía. En tales circunstancias, algunos se sienten tentados a engañar, diciendo: “No me comprendieron. Han hecho decir a mis palabras más de lo que yo quería”. La verdad es que en realidad querían decir lo que dijeron, pero, perdido el buen impulso, quisieron anular su convenio para que no les resultara perjudicial. El Señor quiere que hagamos justicia, que amemos la misericordia, la verdad y la rectitud...

Los hombres y las mujeres están destituidos de las virtudes de carácter requeridas para edificar la iglesia. No son capaces de trazar métodos y planes de un carácter saludable y sólido. Son deficientes en las mismas calificaciones que son esenciales para la prosperidad de la iglesia. Es esta clase de educación la que necesita cambiarse por una educación que sea firme y sensible, en armonía con los principios de la Biblia.—Manuscript Releases, 343, 344. Ver Conducción del Niño, 142.

martes, junio 26, 2012

Pensamiento Del Día

No multipliquéis palabras de grandeza y altanería; cesen las palabras arrogantes de vuestra boca. 1 Samuel 2:3. 
En cierta ocasión se me hizo contemplar una noche los edificios que, piso tras piso, se elevaban hasta el cielo. Esos inmuebles, que eran la gloria de sus propietarios y constructores, eran garantizados incombustibles. Se elevaban siempre más alto y los materiales más costosos entraban en su construcción. Los propietarios no se preguntaban cómo podían glorificar mejor a Dios. El Señor estaba ausente de sus pensamientos.

Yo pensaba: “¡Ojalá que las personas que emplean así sus riquezas pudiesen apreciar su proceder como Dios lo aprecia! Levantan edificios magníficos, pero el Soberano del universo sólo ve locura en sus planes e invenciones. No se esfuerzan por glorificar a Dios con todas las facultades de su corazón y de su espíritu. Se han olvidado de esto, que es el primer deber de los seres humanos”.

Mientras esas altas construcciones se levantaban, sus propietarios se regocijaban con orgullo por tener suficiente dinero para satisfacer sus ambiciones y excitar la envidia de sus vecinos. Una gran parte del dinero así empleado había sido obtenido injustamente, explotando al pobre. Olvidaban que en el cielo toda transacción comercial es anotada, que todo acto injusto y todo negocio fraudulento son registrados. El tiempo vendrá cuando hombres y mujeres llegarán en el fraude y la insolencia a un punto que el Señor no les permitirá sobrepasar, y entonces aprenderán que la paciencia de Jehová tiene límite...

Raros son, aun entre los educadores y los gobernantes, quienes perciben las causas reales de la actual situación de la sociedad. Quienes tienen en sus manos las riendas del poder son incapaces de resolver el problema de la corrupción moral, del pauperismo y el crimen que siempre aumentan. En vano se esfuerzan por dar a los asuntos comerciales una base más segura. Si los hombres y las mujeres quisieran prestar más atención a las enseñanzas de la Palabra de Dios, hallarían la solución de los problemas que los preocupan.—Joyas de los Testimonios 3:281, 282.