miércoles, agosto 31, 2011

Pensamiento Del Día

Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo. Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. 2 Juan 8, 9. 
Pronto se hará todo esfuerzo posible para desestimar y pervertir la verdad de los testimonios del Espíritu de Dios. Debemos estar siempre atentos a los claros y directos mensajes que, desde 1846, han estado viniendo al pueblo de Dios.

Habrá quienes una vez estuvieron unidos con nosotros en la fe, que buscarán nuevas y extrañas doctrinas, algo extraordinario y sensacional que presentar a la gente. Introducirán todos los sofismas imaginables y los presentarán como provenientes de la Sra. de White para que engañen a las personas...

Los que han tratado como una cosa común la luz que el Señor ha dado, no serán beneficiados con la instrucción presentada.

Habrá quienes interpreten mal los mensajes que Dios ha dado, de acuerdo con su ceguera espiritual.

Algunos dejarán su fe y negarán la verdad de los mensajes, mostrándolos como falsedades.

Algunos los exhibirán para ridiculizarlos, trabajando contra la luz que Dios ha estado dando durante años, y algunos débiles en la fe serán así descarriados.

Pero otros serán grandemente ayudados por los mensajes. Aunque no les sean dirigidos personalmente, serán corregidos y eludirán los males especificados... El Espíritu del Señor estará en la instrucción y se eliminarán las dudas que existen en muchas mentes. Los testimonios mismos serán la clave que explicará los mensajes dados, a medida que se explique un texto con otro. Muchos leerán con avidez los mensajes que reprochan el mal, a fin de saber lo que deben hacer para ser salvos... Amanecerá luz sobre el entendimiento y el Espíritu hará impresión sobre las mentes, a medida que la verdad bíblica sea clara y sencillamente presentada en los mensajes que desde 1846 Dios ha estado enviando a su pueblo. Esos mensajes han de recibirse en los corazones y se efectuarán transformaciones.—Mensajes Selectos 1:46, 47.

martes, agosto 30, 2011

Pensamiento Del Día

Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen. Apocalipsis 14:13.
En estos últimos días, se ha dado luz abundante a nuestro pueblo. Ya sea que mi vida sea preservada o no, mis escritos hablarán constantemente, y su obra irá adelante mientras dure el tiempo. Mis escritos son guardados en la oficina, y aunque yo no viviera, esas palabras que me han sido dadas por el Señor todavía tendrán vida y hablarán a la gente. Pero mi vigor todavía está preservado, y espero continuar para hacer mucha obra útil. Quizá viva hasta la venida del Señor, pero si no fuera así, confío en que se diga de mí: “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”. Apocalipsis 14:13.

Agradezco a Dios por la seguridad de su amor, y porque tengo diariamente su dirección y orientación. Estoy muy ocupada con mis escritos. Temprano y tarde redacto los asuntos que el Señor me presenta. La responsabilidad de mi obra es preparar a un pueblo que esté en pie en el día del Señor. La promesa de Cristo es segura. El tiempo no es prolongado. Debemos trabajar, velar y esperar al Señor Jesús. Se nos demanda que seamos firmes, inconmovibles, siempre abundando en la obra del Señor. Todas nuestras esperanzas tienen su fundamento en Cristo.

¿Están repasando nuestros hermanos el pasado, presente y futuro, a medida que se despliega ante el mundo? ¿Prestan atención a los mensajes de amonestación que se les ha dado? ¿Es nuestra mayor preocupación hoy día que nuestras vidas sean refinadas y purificadas y que reflejemos la semejanza divina? Esto deben experimentar todos los que se unan a la compañía de los que son lavados y emblanquecidos en la sangre del Cordero. Deben estar ataviados con la justicia de Cristo. El nombre de Cristo debe estar escrito en sus frentes.—Mensajes Selectos 1:63, 64.

lunes, agosto 29, 2011

Pensamiento Del Día

Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. 2 Timoteo 4:6-8.
No espero vivir mucho tiempo más. Mi obra está casi completa. Digan a nuestros jóvenes que quiero que mis palabras los animen a experimentar una manera de vivir que sea la más atrayente ante las inteligencias celestiales, y para que su influencia sobre otros pueda ser la más ennoblecedora.

En las horas de la noche estuve seleccionando y poniendo a un lado libros que no son de beneficio para los jóvenes. Debemos escoger para ellos libros que los animen a la sinceridad de la vida y los conduzcan a abrir la Palabra. Esto se me había presentado en lo pasado, y pensé que lo daría a conocer a ustedes para destacarlo bien. No podemos permitirnos el lujo de dar a los jóvenes lectura sin valor. Se necesitan libros que sean una bendición para la mente y el corazón. Estas cosas son consideradas con demasiada liviandad; por lo tanto, nuestro pueblo debería familiarizarse con lo que estoy diciendo.

No creo que tendré más testimonios para nuestra iglesia. Nuestros hombres de mente sólida saben qué es bueno para la elevación y la edificación de la obra. Pero con el amor de Dios en sus corazones, necesitan cavar cada vez más y más profundo en el estudio de las cosas de Dios. Estoy muy ansiosa de que nuestros jóvenes tengan un tipo adecuado de lectura; entonces los mayores la tendrán también. Debemos mantener nuestros ojos sobre la atracción religiosa de la verdad. Debemos mantener la mente y el cerebro abiertos a las verdades de la Palabra de Dios. Satanás se acerca cuando los hombres no se dan cuenta. No debemos estar satisfechos porque el mensaje de advertencia se presentó una vez. Hay que presentarlo una y otra vez.—The Review and Herald, 15 de abril de 1915.

domingo, agosto 28, 2011

Pensamiento Del Día

Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. Proverbios 3:6. 
Se esperan grandes logros de parte de los hijos y las hijas de Dios. Contemplo a los jóvenes de hoy, y mi corazón suspira por ellos. ¡Cuántas posibilidades están abiertas antes ellos! Si sinceramente quieren aprender de Cristo, les dará la misma sabiduría que le dio a Daniel. Ellos pueden obtener instrucciones de Aquel que es poderoso en consejo. “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová”. Salmos 111:10. Dice el salmista: “La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples”. Salmos 119:130. Y el sabio escribe: “Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”. Proverbios 3:6.

Que los jóvenes traten de apreciar el privilegio que puede pertenecerles: ser dirigidos por la infalible sabiduría de Dios. Que tomen la Palabra de verdad como su consejera, y lleguen a ser hábiles en el uso de “la espada del Espíritu”. Satanás es un general sabio; pero el humilde y consagrado soldado de Jesucristo puede vencerlo. Acerca de los victoriosos se dice: “Le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos”. Apocalipsis 12:11.

No debemos confiar en el yo. Nuestra fuerza finita es sólo debilidad. Dice Jesús: “Separados de mí nada podéis hacer”; pero promete, “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”. Juan 15:5, 7.

Se piensa que es un gran honor ser invitado a la presencia de un rey terrenal. Pero consideremos el sorprendente privilegio que se nos ofrece. Si obedecemos los requerimientos de Dios, somos hijos e hijas del Rey del universo. Mediante un Salvador crucificado y resucitado podemos estar llenos de los frutos de justicia y preparados para brillar en las cortes del Rey de reyes por las edades sin fin... Nuestro trabajo consiste en buscar la unión más íntima posible con el Hijo de Dios, aprender en su escuela y llegar a ser mansos y humildes de corazón para hacer las obras de Cristo, extender su reino y apresurar su venida.—The Review and Herald, 28 de febrero de 1888.

sábado, agosto 27, 2011

Pensamiento Del Día

Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 1 Juan 1:5-7. 
Durante más de medio siglo he sido la mensajera del Señor, y mientras dure mi vida continuaré entregando las comunicaciones que Dios me da para su pueblo. No me atribuyo ninguna gloria para mí; en mi juventud el Señor me hizo su portavoz para comunicar a su pueblo testimonios de ánimo, advertencia y reprensión. Durante sesenta años he estado en comunicación con mensajeros celestiales y aprendiendo constantemente de seres divinos, en relación con la forma en que Dios está continuamente obrando para sacar a las personas del camino del error a la luz de la verdad.

Muchas personas recibieron ayuda, porque creyeron que los mensajes que se me dieron habían sido enviados por misericordia a los que yerran. Cuando veía a quienes necesitaban una fase diferente de la experiencia cristiana, la compartía para su bien presente y eterno. Y mientras el Señor me conserve la vida, haré mi obra fielmente, ya sea que los hombres y las mujeres escuchen y obedezcan mi mensaje o no. Se me dio claramente mi obra, y mientras sea obediente recibiré gracia.

Yo amo a Dios. Amo a Jesucristo, el Hijo de Dios, y siento un intenso interés en cada persona que dice ser hija de Dios. Estoy decidida a ser un fiel mayordomo mientras el Señor me conserve la vida. No le fallaré ni me desanimaré...

Yo amo al Señor; amo a mi Salvador, y mi vida está totalmente en las manos de Dios. Mientras él me sostenga, daré un testimonio decidido.—Manuscript Releases 5:152, 153.