martes, mayo 31, 2011

Pensamiento Del Día

El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. Apocalipsis 22:11.
Cuando culmine la proclamación del mensaje del tercer ángel, la misericordia divina no intercederá más por los habitantes culpables de la tierra. El pueblo de Dios habrá cumplido su obra; habrá recibido “la lluvia tardía”, el “refrigerio de la presencia del Señor” (Hechos 3:19), y estará preparado para la hora de prueba que le espera. Los ángeles se apresuran, van y vienen de acá para allá en el cielo. Un ángel que regresa de la tierra anuncia que su obra está terminada; el mundo ha sido sometido a la prueba final, y todos los que han resultado fieles a los preceptos divinos han recibido “el sello del Dios vivo” Apocalipsis 7:2.

Entonces Jesús dejará de interceder en el santuario celestial. Levantará sus manos y con gran voz dirá “Hecho es”, y todas las huestes de los ángeles depositarán sus coronas mientras él anuncia en tono solemne:“¡El que es injusto, sea injusto aún; y el que es justo, sea justo aún; y el que es santo, sea aún santo” Apocalipsis 22:11, VM. Cada caso ha sido fallado para vida o para muerte. Cristo ha hecho propiciación por su pueblo y borrado sus pecados. El número de sus súbditos está completo; “el reino, y el señorío y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo” (Daniel 7:27), van a ser dados a los herederos de la salvación, y Jesús va a reinar como Rey de reyes y Señor de señores.

Cuando él abandone el santuario, las tinieblas envolverán a los habitantes de la tierra. Durante ese tiempo terrible, los justos deben vivir sin intercesor a la vista del Dios santo. Nada refrena ya a los malos y Satanás domina por completo a los impenitentes empedernidos. La paciencia de Dios ha concluido. El mundo ha rechazado su misericordia, despreciado su amor y pisoteado su ley. Los impíos han dejado concluir su tiempo de gracia; el Espíritu de Dios, al que se opusieron obstinadamente, acabó por apartarse de ellos.—El gran conflicto, 671, 672.

lunes, mayo 30, 2011

Pensamiento Del Día

Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tenga sed venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente. Apocalipsis 22:17. 
El tiempo de prueba no continuará por mucho tiempo. Ahora Dios está retirando sus manos refrenadoras de la tierra. Utilizando al Espíritu Santo como su agente, por mucho tiempo ha estado instando a los mortales; sin embargo, no han prestado atención a su llamado. Por intermedio de sus juicios, ahora le está hablando a su pueblo y al mundo. Este período es un tiempo de gracia para los que todavía no han tenido la oportunidad de descubrir la verdad. Con ternura el Señor cuida de ellos. Su misericordioso corazón está sensibilizado, y sus manos todavía están extendidas para salvar. Muchos de los que en estos días finales quieran escuchar la verdad para este tiempo serán admitidos en el redil que los abrigará con seguridad.

El Señor convoca a los que creen para que sean obreros juntamente con él. ¿Por las señales admitiremos que éste es el tiempo del fin sin anunciarle a la gente lo que está por sobrevenir? ¿Dejaremos que las tinieblas los envuelvan más sin esforzarnos para que comprendan la necesitad de prepararse para recibir al Salvador? A menos que cada uno haga la obra que le corresponde realizar a su alrededor, el día del Señor nos sobrecogerá como ladrón. La confusión predomina en el mundo, y pronto se desencadenará el terror sobre los seres humanos. El fin está muy cerca, y los que sabemos acerca de la preparación que es necesaria para este tiempo debemos estar listos para lo que sobrecogerá al mundo con desconcertante sorpresa.

Como pueblo debemos preparar el camino del Señor bajo la orientación del Espíritu Santo. El evangelio debe ser proclamado en toda su pureza. Las corrientes de aguas vivas están ensanchando y profundizando su curso. De lugares cercanos y distantes, algunos serán llamados a dejar el arado y las actividades comerciales más comunes para relacionarse con hombres de experiencia, y, en la medida que aprendan a testificar con eficiencia, proclamarán la verdad con poder. Gracias a la maravillosa obra de la providencia serán removidas montañas de dificultades.

El mensaje que significa mucho para los que habitan sobre el planeta será escuchado y entendido. La gente sabrá qué es la verdad. Adelante, siempre adelante, la obra continuará avanzando hasta que toda la tierra haya sido amonestada. Entonces vendrá el fin.—The Review and Herald, 22 de noviembre de 1906.

domingo, mayo 29, 2011

Pensamiento Del Día

Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. Apocalipsis 18:1. 
Muchos días están pasando a la eternidad, y con ellos se nos aproxima el tiempo de prueba. Como nunca antes, ahora debemos orar para que se nos conceda el Espíritu Santo. También debemos esperar que su santificadora influencia actúe en los servidores, para que la gente, a la cual ellos sirven, pueda ver que han estado con Jesús y aprendido de él. Como fieles vigilantes, más que nunca necesitamos percepción espiritual para anunciar el peligro a tiempo, a fin de ver a la distancia las trampas e intenciones del enemigo. Tanto como la mente humana pueda, debemos tener poder espiritual para captar los grandes temas del cristianismo y cuán trascendentes son sus principios.

Cuando el pueblo de Dios se humille en su presencia, e individualmente busque al Espíritu Santo de todo corazón, de los labios humanos se escucharán testimonios como este que registra las Escrituras: “Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria” Apocalipsis 18:1. Entonces se verán rostros fulgurantes gracias al amor de Dios, y habrá labios que, al ser tocados con fuego santo, dirán: “La sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado” 1 Juan 1:7.

Los que se encuentran bajo la influencia del Espíritu Santo no serán fanáticos; en cambio, habrá en ellos serenidad, determinación y estarán libres de cometer disparates. Todos los que en su manera de ser brillen con la luz de la verdad, serán prudentes en la forma como claman por paz y seguridad. Seamos cuidadosos con la influencia que ejercemos en este tiempo.

Jesús desea conceder a su pueblo dones en abundancia. Diariamente están ascendiendo oraciones que reclaman el cumplimiento de la promesa. Ninguna que haya sido expresada con fe quedará sin atención. Cristo ascendió a lo alto y llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres. Después de la ascensión de Jesús, y conforme a su promesa, el Espíritu descendió en la forma de un viento recio que llenó el lugar donde se encontraban reunidos sus discípulos. ¿Cuál fue el resultado?

Miles se convirtieron en un día. Se nos ha enseñado que debemos esperar a un ángel que descenderá del cielo, y que la tierra será iluminada con su gloria. Entonces contemplaremos la cosecha de creyentes semejante a la que hubo en Pentecostés.—The Home Missionary, Extra No 2, 1 de noviembre de 1893.

sábado, mayo 28, 2011

Pensamiento Del Día

¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de ladrones? El dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo. Lucas 10:36, 37. 
Es imposible que el corazón en el cual Cristo mora esté desprovisto de amor. Si amamos a Dios, porque él nos amó primero, amaremos a todos aquellos por quienes Cristo murió. No podemos llegar a estar en contacto con la divinidad sin estar en contacto con la humanidad; porque en Aquel que está sentado sobre el trono del universo, se combinan la divinidad y la humanidad. Vinculados con Cristo estamos relacionados con nuestros semejantes por los áureos eslabones de la cadena del amor. Entonces la piedad y la compasión de Cristo se manifestarán en nuestra vida. No esperemos que se nos traigan a los menesterosos e infortunados. No necesitaremos que se nos suplique para sentir las desgracias ajenas. Será para nosotros tan natural ministrar a los menesterosos y doliente como lo fue para Cristo andar haciendo bienes.

Siempre que haya un impulso de amor y simpatía, siempre que el corazón anhele beneficiar y elevar a otros, se revela la obra del Espíritu Santo de Dios. En las profundidades del paganismo, hombres que no tenían conocimiento de la ley escrita de Dios, que nunca oyeron el nombre de Cristo, han sido bondadosos para con sus siervos, protegiéndolos con peligro de sus propias vidas. Sus actos demuestran la obra de un poder divino. El Espíritu Santo ha implantado la gracia de Cristo en el corazón del salvaje, despertando sus simpatías que son contrarias a su naturaleza y a su educación. La luz “que alumbra a todo hombre que viene a este mundo” (Juan 1:9), está resplandeciendo en su alma; si presta atención a esta luz, ella guiará sus pies al reino de Dios.

La gloria del cielo consiste en elevar a los caídos, consolar a los angustiados. Siempre que Cristo more en el corazón humano, se revelará de la misma manera. Siempre que actúe, la religión de Cristo beneficiará. Donde quiera que obre, habrá alegría. {

Dios no reconoce ninguna distinción por causa de la nacionalidad, la raza o la casta. Es el Hacedor de toda la humanidad. Todos los hombre son una familia por la creación, y todos son uno por la redención.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 366, 367.

viernes, mayo 27, 2011

Pensamiento Del Día

Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó su heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Lucas 10:33, 34. 
Me ha sido mostrado que la obra médico-misionera hallará en la más profunda degradación a hombres que una vez tuvieron mentes puras y preciosas cualidades, los cuales serán rescatados de su condición caída por medio de un trabajo apropiado. La verdad, tal como es en Jesús, es la que ha ser presentada delante de las mentes humanas después de que se les ha atendido bondadosamente y se ha suplido sus necesidades físicas. El Espíritu Santo está actuando y cooperando con los agentes humanos que están trabajando por tales personas y algunas apreciarán el fundamento [puesto] sobre una roca para su fe religiosa. No han de presentarse doctrinas que resulten chocantes a estos individuos a quienes Dios ama y compadece; pero cuando son ayudados físicamente por quienes realizan la obra médico-misionera, el Espíritu Santo coopera con la labor de los agentes humanos para despertar las facultades morales. Los poderes de la mente se despiertan a la actividad, y esas pobres vidas, muchas de ellas, serán salvas en el reino de Dios.

No hay, ni habrá jamás, nada comparable a la obra del buen samaritano para dar carácter a la misión de presentar la verdad que ayude a la gente, llegando hasta ella donde esté. Un trabajo adecuadamente conducido para salvar a los pobres pecadores que han sido pasados por alto por las iglesias, será una cuña metida por donde la verdad establecerá su morada. Un diferente orden de cosas necesita establecerse entre nosotros como pueblo, y si esta clase de obra se realiza, entonces se creará una atmósfera enteramente diferente alrededor de los obreros, porque el Espíritu Santo se comunicará a todos los que están haciendo el servicio de Dios, y aquellos que están obrando con el Espíritu Santo serán un poder de Dios para levantar, fortalecer y salvar a las personas que están próximas a perecer.—El Ministerio de la Bondad, 135, 136.