viernes, octubre 05, 2012

Pensamiento Del Día

Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse. Daniel 1:8. 
El intelecto debe adquirir ensanchamiento, vigor, agudeza y actividad. Debe obligársele a hacer trabajo arduo; de otro modo se volverá débil y deficiente. Se requiere poder cerebral para pensar con más ahínco; se ha de exigir al cerebro el máximo de lo que da con el fin de resolver y dominar problemas difíciles, o... la mente decrecerá en fuerza y capacidad de pensar. La mente debe idear, trabajar y esforzarse con el fin de dar solidez y vigor al intelecto; y si los órganos físicos no se mantienen en la más sana condición por medio de alimentos sustanciosos y nutritivos, el cerebro no recibirá la nutrición que le corresponde para poder trabajar.

Daniel comprendía esto, y adoptó para sí un régimen alimentario sencillo y nutritivo, rechazando los manjares de la mesa del rey. Los postres, cuya preparación lleva tanto tiempo, son, muchos de ellos, perniciosos para la salud. Los alimentos sólidos que requieren masticación serán mucho mejores que los alimentos blandos o líquidos. Insisto en esto como cosa esencial...

Al intelecto se lo ha de mantener despierto con trabajo nuevo, activo y ardoroso. ¿Cómo se hace eso? El poder del Espíritu Santo debe purificar los pensamientos y limpiar el alma de su contaminación moral. Los hábitos corruptores no sólo envilecen el alma sino que también degradan el intelecto. La memoria sufre, sacrificada sobre el altar de prácticas bajas y dañinas... Cuando los maestros y estudiantes consagren a Dios alma, cuerpo y espíritu, y purifiquen sus pensamientos por medio de la obediencia a las leyes de Dios, recibirán continuamente una nueva dotación de fuerza física y mental. Entonces habrá ardientes anhelos de Dios y ferviente oración para discernir con claridad...

El estudio diligente es esencial, como también el arduo trabajo diligente... Una mente bien equilibrada no se logra por lo general consagrando las facultades físicas a las diversiones. El trabajo físico que se combina con el esfuerzo mental con el fin de ser útil, es una disciplina en la vida práctica, dulcificada siempre por el pensamiento de que está habilitando y educando la mente y el cuerpo para hacer mejor la obra que Dios se propuso que hiciésemos en ramos diversos... La mente educada así para gozarse en el esfuerzo físico en la vida práctica, se ensancha y, mediante la cultura y preparación, se disciplina bien y se abastece abundantemente para prestar servicio; adquiere además el conocimiento esencial para ser una bendición para los propios jóvenes y para otros.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 388-391.

jueves, octubre 04, 2012

Pensamiento Del Día

Entonces nacerá tu luz como el alba, y su salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. Isaías 58:8. 
Nuestros ministros deben llegar a conocer los principios de la reforma pro salud. Necesitan llegar a familiarizarse con la fisiología y la higiene; deberían entender las leyes que gobiernan la vida física y su influencia sobre la salud de la mente y del alma.

Miles y miles de personas saben poco acerca del cuerpo maravilloso que Dios les ha dado o acerca del cuidado que debe recibir; y ellos consideran de mayor importancia estudiar materias de mucho menor consecuencia. Los pastores tienen una obra que hacer aquí.

Cuando ellos asuman una posición correcta sobre este asunto, mucho se podrá ganar. En su propia vida y en sus hogares deben obedecer las leyes de la vida, practicar los rectos principios y vivir en forma saludable. Entonces podrán hablar correctamente sobre este asunto, conduciendo a la gente constantemente a nuevas alturas en la obra de reforma. Viviendo en la luz ellos mismos, pueden dar un mensaje de gran valor a los que necesiten precisamente ese testimonio.

Existen preciosas bendiciones y una rica experiencia que pueden obtenerse si los ministros combinan la presentación del tema de la salud con todas sus labores en las iglesias. El pueblo debe tener la luz sobre la reforma pro salud. Esta obra ha sido descuidada, y muchos están por morir porque necesitan la luz que deberían tener y que necesitan tener antes de poder abandonar la complacencia egoísta.

Los presidentes de nuestras asociaciones necesitan darse cuenta de que ya es tiempo para asumir la debida actitud en esta materia. Los pastores y los maestros han de dar a los demás la luz que ellos han recibido. Se necesita su obra en relación con cada uno de los aspectos. Dios los ayudará; Dios fortalecerá a sus siervos que toman una firme posición, y que no serán desviados de la verdad y de la justicia para acomodarse a la complacencia propia.

La tarea de educar en el ramo médico-misionero es un paso de avance de gran importancia en la obra de despertar a los hombres y a las mujeres a sus responsabilidades morales. Si los pastores hubieran recurrido a esta labor en sus diversos departamentos de acuerdo con la luz que Dios ha dado, habría habido una reforma más decidida en el comer, el beber y el vestir... Ellos mismos y una gran cantidad de otras personas han estado sufriendo hasta la muerte, pero no todos han aprendido todavía a ser sabios.—Consejos sobre el Régimen Alimenticio, 543, 544.

miércoles, octubre 03, 2012

Pensamiento Del Día

Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. Proverbios 3:5, 6. 
Hay un mensaje que presentar en cada iglesia con respecto a la reforma pro salud. Hay una obra que hacer en cada escuela. Ni al director ni a los maestros debiera encargárseles la educación de los jóvenes hasta que tengan un conocimiento práctico sobre este tema.

Algunos se han sentido con libertad para criticar y poner en duda y encontrar faltas en los principios de la reforma pro salud, de la cual saben poco por experiencia. Ellos deben sostener, hombro a hombro y corazón a corazón, a los que están trabajando en la debida dirección.

El asunto de la reforma pro salud ha sido presentado en las iglesias; pero la luz no ha sido recibida de todo corazón. Las complacencias egoístas y destructoras de la salud practicadas por hombres y mujeres han contrarrestado la influencia del mensaje que ha de preparar al pueblo para el gran día de Dios.

Si las iglesias esperan fuerza, deben vivir la verdad que Dios les ha dado. Si los miembros de nuestras iglesias no prestan atención a la luz sobre este asunto, cosecharán el seguro resultado en una degeneración tanto espiritual como física. Y la influencia de estos miembros de iglesia más antiguos se hará sentir sobre los que han aceptado recientemente la fe.

El Señor no obra para traer muchas almas a la verdad debido a los miembros de iglesia que nunca han estado convertidos, y a quienes una vez se convirtieron pero que han apostatado. ¿Qué influencia tendrían sobre los nuevos conversos estos miembros no consagrados? ¿No anularían el efecto del mensaje dado por Dios que su pueblo ha de presentar?—Consejos sobre el Régimen Alimenticio, 547.

Que todos examinen sus propias prácticas para ver si no se están complaciendo en lo que es un daño positivo para ellos. Que prescindan de cada placer malsano en comer y beber. Algunos van a países distantes para encontrar un clima mejor, pero doquiera que vayan, el estómago les crea una atmósfera nociva. Provocan sufrimientos que nadie puede aliviar. Coloquen su práctica diaria en armonía con las leyes de la naturaleza, y al hacer y creer esto, podrá crearse una atmósfera alrededor del alma y del cuerpo que será un sabor de vida para vida.—Testimonies for the Church 6:371.

martes, octubre 02, 2012

Pensamiento Del Día

Venid y ved las obras de Dios, temible en hechos sobre los hijos de los hombres. Salmos 66:5. 
La iglesia está haciendo historia. Cada día es una batalla y una marcha. Por todos lados estamos acosados por enemigos invisibles. O vencemos por medio de la gracia que nos da Dios, o somos vencidos. Insto a quienes están adoptando una posición neutral con respecto a la reforma pro salud a que se conviertan. Esta luz es preciosa, y el Señor me da el mensaje para instar, a todos los que llevan responsabilidades en algún ramo de la obra de Dios, a prestar oídos al hecho de que la verdad debe tener la primacía en el corazón y en la vida. Solamente así puede alguien hacer frente a las tentaciones que con toda seguridad ellos encontrarán en el mundo.

¿Por qué algunos de nuestros ministros manifiestan tan poco interés en la reforma pro salud? Porque la instrucción en la temperancia en todas las cosas se opone a su práctica de complacerse a sí mismos. En ciertos lugares ésta ha sido la gran piedra de tropiezo en la tarea de hacer que el pueblo investigue, practique y enseñe la reforma pro salud. Nadie debe ser consagrado como maestro del pueblo mientras su propia enseñanza o ejemplo contradiga el testimonio que Dios ha dado a sus siervos para que presenten con respecto al régimen, porque eso traerá confusión. Su falta de consideración por la reforma pro salud los descalifica para presentarse como mensajeros del Señor.

La luz que el Señor ha dado sobre este tema en su Palabra es clara, y los dirigentes serán probados de muchas maneras para ver si le prestarán oído. Cada iglesia, cada familia, necesita ser instruida con respecto a la temperancia cristiana. Todos deben saber cómo comer y beber para preservar la salud. Estamos en medio de las escenas finales de la historia de este mundo, y debe haber una acción armoniosa en las filas de los observadores del sábado. Los que se apartan de la gran obra de instruir al pueblo sobre este asunto, no están siguiendo en los pasos del gran Médico se cita. Mateo 16:24.

El Señor me ha manifestado que muchísimas personas serán rescatadas de la degeneración física, mental y moral por medio de la influencia práctica de la reforma pro salud. Se darán disertaciones sobre la salud, y se multiplicarán publicaciones sobre el mismo tema. Los principios de la reforma pro salud serán recibidos con favor; y muchos serán iluminados. Las influencias asociadas con la reforma pro salud la recomendarán al juicio de todos los que quieran la luz; y ellos avanzarán paso tras paso para recibir las verdades especiales para este tiempo. Así la verdad y la justicia se encontrarán.—Consejos sobre el Régimen Alimenticio, 545, 546, 530.

lunes, octubre 01, 2012

Pensamiento Del Día

Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón; porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo. Proverbios 4:20-22. 
El aire puro, el sol, la abstinencia, el descanso, el ejercicio, un régimen alimentario conveniente, el agua y la confianza en el poder divino son los verdaderos remedios. Todos debieran conocer los agentes que la naturaleza provee como remedios, y saber aplicarlos. Es de suma importancia darse cuenta exacta de los principios implicados en el tratamiento de los enfermos, y recibir una instrucción práctica que le habilite a uno para hacer un uso correcto de estos conocimientos.

El empleo de los remedios naturales requiere más cuidados y esfuerzos de lo que muchos quieren prestar. El proceso natural de curación y reconstitución es gradual, y les parece lento a los impacientes. El renunciar a la satisfacción dañina de los apetitos impone sacrificios. Pero al fin se verá que, si no se le pone trabas, la naturaleza desempeña su obra con acierto, y los que perseveren en la obediencia a sus leyes encontrarán recompensa en la salud del cuerpo y del espíritu.

Muy escasa atención se suele dar a la conservación de la salud. Es mucho mejor prevenir la enfermedad que saber tratarla una vez contraída. Es deber de toda persona, para su propio bien y el de la humanidad, conocer las leyes de la vida y obedecerlas con toda conciencia. Todos necesitan conocer el organismo más maravilloso: el cuerpo humano. Deberían comprender las funciones de los diversos órganos y cómo éstos dependen unos de otros para que todos actúen con salud. Deberían estudiar la influencia de la mente en el cuerpo, la del cuerpo en la mente, y las leyes que los rigen.

No se nos recordará demasiado que la salud no depende del azar. Es el resultado de la obediencia a la ley. Así lo reconocen quienes participan en deportes atléticos y pruebas de fuerza, pues se preparan con todo esmero y se someten a un adiestramiento cabal y a una disciplina severa. Todo hábito físico queda regularizado con el mayor cuidado. Bien saben que el descuido, el exceso o la indolencia, que debilitan o paralizan algún órgano o alguna función del cuerpo, provocarían la derrota...

Pero si tenemos en cuenta los resultados contingentes, nada de aquello con que tenemos que ver es cosa baladí. Cada acción echa su peso en la balanza que determina la victoria o la derrota en la vida. La Escritura nos manda que corramos de tal manera que obtengamos el premio.—El Ministerio de Curación, 89-91.