lunes, abril 30, 2012

Pensamiento Del Día

Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Juan 8:31, 32. 
Los jóvenes y las jóvenes que hacen de la Biblia su guía, no están condenados a equivocar la senda del deber y de la seguridad. Este libro les enseñará a conservar su integridad de carácter, a ser más veraces, a no practicar el engaño. Les enseñará que nunca deben transgredir la ley de Dios con el fin de lograr algo deseado, aunque el obedecer signifique un sacrificio. Les enseñará que la bendición del cielo no descansa sobre el que se aparta de la senda del deber; que aunque algunos parezcan prosperar en la desobediencia, cosecharán seguramente el fruto de la siembra que hayan hecho.

Únicamente los que estiman las Escrituras como la voz de Dios que les habla son los que aprenden verdaderamente. Tiemblan a la voz de Dios, porque para ellos es una realidad viva. Abren su entendimiento a la instrucción divina, y oran por gracia, con el fin de obtener una preparación para servir. Cuando el buscador de la verdad tiene en su mano la antorcha divina, ve en su propia flaqueza la desesperanza de mirarse a sí mismo en busca de justicia. Ve que no hay en él nada que lo pueda recomendar a Dios. Ora para que el Espíritu Santo, el representante de Cristo, sea su guía constante y que lo conduzca a toda verdad. Repite la promesa: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas”. Juan 14:26...

Los estudiantes diligentes de la Biblia crecerán constantemente en conocimiento y discernimiento. Su intelecto abarcará temas elevados, y echarán mano de la verdad de las realidades eternas. Sus motivos de acción serán correctos. Emplearán el talento de la influencia para ayudar a otros a comprender más perfectamente las responsabilidades que Dios les ha dado. Su corazón será un manantial de gozo mientras ven cómo el éxito acompaña sus esfuerzos por impartir a otros las bendiciones que han recibido.—Consejos para los maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación, 434, 435 (edición de 1991).

domingo, abril 29, 2012

Pensamiento Del Día

El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta. Juan 7:17. 
Los que investigan las Escrituras humilde y piadosamente, para conocer y hacer la voluntad de Dios, no dudarán acerca de sus obligaciones para con Dios. Porque “el que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios”. Si quiere conocer el misterio de la piedad, debe seguir la clara palabra de verdad, lo sienta o no, con emoción o sin ella. Debe rendirse obediencia a partir de un sentido del principio, y debe proseguirse lo correcto bajo todas las circunstancias. Ese es el carácter que es elegido por Dios para salvación.

La prueba de un genuino cristiano se da en la Palabra de Dios. Dice Jesús: “Si me amáis, guardad mis mandamientos”. Juan 14:15... Aquí están las condiciones sobre las cuales cada alma será elegida para tener vida eterna. Su obediencia a los mandamientos de Dios demostrará su derecho a la herencia de los santos en luz. Dios ha elegido una cierta excelencia de carácter, y todos los que, por medio de la gracia de Cristo, alcancen el nivel de su requerimiento, tendrán abundante entrada en el reino de la gloria. Todos los que alcancen esta norma de carácter tendrán que emplear los medios que Dios ha provisto para este fin.

Si quiere heredar el reposo que queda para los hijos de Dios, debe llegar a ser un colaborador con Dios. Usted está elegido para llevar el yugo de Cristo, para llevar su carga, para alzar su cruz. Debe ser diligente para “hacer firme vuestra vocación y elección”. 2 Pedro 1:10.

Investigue las Escrituras y verá que no se elige ni un hijo o una hija de Adán para ser salvo en desobediencia a la ley de Dios. El mundo invalida la ley de Dios, pero los cristianos son llamados a la santificación por medio de la obediencia a la verdad. Si quieren tener la corona, son elegidos para llevar la cruz.

La Biblia es la única regla de fe y doctrina... Sólo la verdad de la Biblia y la religión de la Biblia permanecerán como la prueba del juicio. No debemos pervertir la Palabra de Dios para que se adapte a nuestra conveniencia e interés mundano, sino que con honestidad debemos preguntar: “¿Qué quieres que haga?”—The Review and Herald, 17 de julio de 1888. Este texto viene del libro Ser semejante a Jesús escrito por Elena G. de White.

sábado, abril 28, 2012

Pensamiento Del Día

Amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro... Porque: Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; mas la Palabra del Señor permanece para siempre. 1 Pedro 1:22, 24, 25. 
La bendita Biblia nos da un conocimiento del gran plan de salvación y nos muestra cómo cada persona puede tener vida eterna. ¿Quién es el autor del Libro? Jesucristo. Él es el Testigo Fiel, y le dice a los suyos: “Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”. Juan 10:28.

La Biblia está para mostrarnos el camino a Cristo, y en Cristo se revela la vida eterna. Dijo Jesús a los judíos y a todos los que se agolpaban a su alrededor en grandes multitudes: “Escudriñad las Escrituras”. Los judíos tenían la Palabra en el Antiguo Testamento, pero lo habían mezclado tanto con opiniones humanas, que sus verdades estaban envueltas en el misterio, y la voluntad de Dios para los seres humanos estaba encubierta. En esta era, los maestros religiosos del pueblo están siguiendo su ejemplo.

Aunque los judíos tenían la Escritura que testificaba de Cristo, no fueron capaces de percibir a Cristo en las Escrituras; y aunque tenemos el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, hoy la gente tuerce las Escrituras para esquivar sus verdades, y en sus interpretaciones de las Escrituras enseña, como lo hicieron los fariseos, las máximas y tradiciones de la humanidad en lugar de enseñar los mandamientos de Dios. En el tiempo de Cristo, los líderes religiosos habían presentado ideas humanas por tanto tiempo ante el pueblo, que la enseñanza de Cristo se oponía en todo a sus teorías y prácticas.

Su Sermón del Monte virtualmente contradijo las doctrinas de la justicia propia de los escribas y fariseos. Habían representado tan mal a Dios, que se lo consideraba como un Juez severo, incapaz de tener compasión, misericordia y amor. Cuando no tenían un “Así dice el Señor” como su autoridad, presentaban al pueblo máximas y tradiciones interminables como procedentes de Dios. Aunque profesaban conocer y adorar al Dios vivo y verdadero, lo desfiguraban totalmente; y el carácter de Dios, como lo representaba su Hijo, fue como un asunto original, un nuevo don al mundo. Cristo hizo todo esfuerzo para eliminar las falsificaciones de Satanás, para que pudiera ser restaurada la confianza del pueblo en el amor de Dios.—Fundamentals of Christian Education, 308, 309.

viernes, abril 27, 2012

Pensamiento Del Día

El corazón entendido busca la sabiduría; mas la boca de los necios se alimenta de necedades. Proverbios 15:14. 
Nadie puede investigar el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento en el Espíritu de Cristo sin ser recompensado. “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados”, dice el Salvador, “y yo os haré descansar. Llevad mi yugo [de obediencia] sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga!” Mateo 11:28-30. Ante usted está la invitación del gran Maestro.

¿Responderá voluntariamente a ella? Usted no puede acercarse, colocándose como un estudiante a los pies de Cristo, sin que su mente se le ilumine y su corazón se avive con una admiración pura y santa. Entonces dirá: “Bendito el que viene en el nombre del Señor”. Mateo 23:39.

La desobediencia ha cerrado la puerta a una enorme cantidad de conocimientos que podrían haberse obtenido de la Palabra de Dios. Entendimiento significa obediencia a los mandamientos de Dios. Si los hombres y las mujeres hubieran sido obedientes, habrían comprendido el plan del gobierno de Dios. El mundo celestial habría abierto sus cámaras de gracia y de gloria para la exploración; los seres humanos habrían sido totalmente diferentes de lo que son ahora, en su estado físico, en el habla y en el canto, porque se habrían ennoblecido al explorar las minas de la verdad. El misterio de la redención, la encarnación de Cristo y su sacrificio expiatorio no habrían sido, como lo son ahora, asuntos vagos en nuestra mente. Habrían sido no sólo mejor comprendidos, sino también muchísimo más apreciados.

En la eternidad aprenderemos aquello que, de haber recibido la iluminación que fue posible obtener aquí, habría abierto nuestro entendimiento. Los temas de la redención llenarán el corazón, la mente y la lengua de los redimidos a través de las edades eternas. Entenderán las verdades que Cristo anheló abrir ante sus discípulos, pero que ellos no tenían fe para entender. Eternamente irán apareciendo nuevas visiones de la perfección y la gloria de Cristo.—The Review and Herald, 3 de julio de 1900.

jueves, abril 26, 2012

Pensamiento Del Día

Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las razones de mi boca. Proverbios 4:5. 
No hay tiempo ahora para llenar la mente con ideas falsas de lo que se llama educación superior. No puede haber otra educación superior que la que viene del Autor de la verdad. La Palabra de Dios debe ser nuestro estudio. Debemos educar a nuestros hijos en las verdades que se encuentran en ella. Es un tesoro inagotable, pero los hombres y las mujeres fracasan en encontrar ese tesoro porque no escudriñan hasta que esté al alcance de su posesión. En esta Palabra se encuentra sabiduría, sabiduría indisputable e inagotable, que no se originó en la mente finita sino en la infinita.

Cuando los hombres y las mujeres estén dispuestos a ser instruidos como niñitos, cuando se sometan completamente a Dios, encontrarán en las Escrituras la ciencia de la educación. Cuando maestros y estudiantes entren en la escuela de Cristo, para aprender de él, hablarán inteligentemente de educación superior, porque entenderán que es ese conocimiento el que capacita a la gente para entender la naturaleza de la ciencia.

Los que buscan con éxito el tesoro escondido, deben ascender a actividades más elevadas que las cosas de este mundo. Sus afectos y todas sus facultades deben ser consagrados a esta investigación. Los hombres y las mujeres de piedad y talento pueden captar perspectivas de las realidades eternas, pero a menudo dejan de entenderlas porque las cosas que se ven eclipsan la gloria de las que no se ven. Muchos evalúan la sabiduría humana como más elevada que la sabiduría del Maestro divino, y de esa manera el libro de texto de Dios es considerado como pasado de moda, al punto que se lo evalúa como aburrido y anticuado. No es considerado así por los que han sido vivificados por el Espíritu Santo. Ven el tesoro inapreciable y venderían todo para comprar el campo que lo contiene...

Los que hacen de la Palabra de Dios su estudio, los que cavan en busca de los tesoros de la verdad, apreciarán los importantes principios que enseña, y los asimilarán. Como resultado, llegarán a estar imbuidos con el Espíritu de Cristo, y por medio de la contemplación serán cambiados a su semejanza. La enseñarán como discípulos que han estado sentados a los pies de Jesús y se han acostumbrado a aprender de él, con el fin de poder conocer a Aquel cuyo conocimiento correcto es vida eterna.—The Review and Herald, 3 de julio de 1900.

miércoles, abril 25, 2012

Pensamiento Del Día

Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él. 1 Juan 2:27.
Creamos en la Palabra de Dios. Quien se alimente de ese modo del Pan del cielo, y se nutra así todos los días, sabrá qué significan las palabras: “No tenéis necesidad de que nadie os enseñe”. Disponemos de lecciones puras disponibles de los labios de nuestro Dueño, quien nos ha comprado por el precio de su propia sangre. La preciosa Palabra de Dios es un fundamento sólido sobre el cual podemos construir. Cuando aparezca la gente con sus suposiciones, díganles que el gran Maestro les ha dejado su Palabra, que es de incalculable valor, y que ha enviado un Consolador en su propio nombre, es a saber, el Espíritu Santo. “Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”. Juan 14:26.

Aquí se nos presenta un rico banquete, del cual pueden participar todos los que creen que Cristo es su Salvador personal. Es el árbol de la vida para todos los que sigan alimentándose de él.—Cada Día con Dios, 292.

Se me ha ordenado que pregunte a los que profesan recibir a Cristo como su Salvador personal: ¿Por qué no hacen caso de las palabras del Gran Maestro, y envían sus cartas a seres humanos para conseguir palabras de consuelo? ¿Por qué confían en la ayuda humana cuando tienen las numerosas, plenas y grandes promesas: “El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece y yo en él... Éste es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente” Juan 6:56, 58? Pueden morir, pero la vida de Cristo en ellos es eterna, y serán resucitados en el último día. “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida” Juan 6:63...

Se me ha instruido por la Palabra de Dios que sus promesas son para mí y para cada hijo e hija de Dios. El banquete está puesto delante de nosotros; estamos invitados a comer la Palabra de Dios que fortalecerá cada músculo y tendón espirituales.—Manuscript Releases, 132, 133.

martes, abril 24, 2012

Pensamiento Del Día

Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe. Hebreos 12:1, 2. 
Ningún hombre, ninguna mujer o ningún joven podrá lograr la perfección cristiana si descuida el estudio de la Palabra de Dios. Al escudriñar cuidadosa y atentamente su Palabra, obedeceremos la orden de Cristo: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”. Juan 5:39. Este estudio capacita al que lo efectúa a observar atentamente el Modelo divino, pues ellas testifican de Cristo. El Modelo debe ser examinado a menudo y con toda intención con el fin de imitarlo.

A medida que los seres humanos llegan a estar familiarizados con la historia del Redentor, descubren en sí mismos defectos de carácter; su falta de semejanza a Cristo es tan grande, que no pueden ser sus seguidores sin efectuar un gran cambio en su vida. Continúan estudiando, con un deseo de ser iguales a su gran Ejemplo; captan las miradas, el espíritu de su amado Maestro; observando se transforman. “Puestos los ojos en el autor y consumador de la fe, en Jesús”. No está en desviar la mirada de él, y en perderlo de vista como imitamos la vida de Jesús; sino posesionándonos de él, hablando acerca de él y tratando de refinar el gusto y elevar el carácter; procurando acercarnos al Modelo perfecto, por medio de un esfuerzo ferviente y perseverante, por medio de la fe y el amor.

Al estar la atención fijada en Cristo, su imagen pura y sin mancha llega a estar atesorada en el corazón como “señalado entre diez mil... y todo él codiciable”. Cantares 5:10, 16. Aun inconscientemente imitaremos aquello que nos es familiar. Al tener un conocimiento de Cristo, de sus palabras, sus hábitos, sus lecciones de instrucción, y copiando sus virtudes de carácter, las que hemos estudiado tan íntimamente, llegaremos a estar imbuidos con el espíritu del Maestro a quien hemos admirado tanto...

La Palabra de Dios hablada al corazón tiene un poder vivificante, y los que inventen una excusa para descuidar el llegar a familiarizarse con ella, desatenderán las demandas de Dios en muchos respectos. El carácter se deformará y sus palabras y hechos serán un oprobio para la verdad.—The Review and Herald, 28 de noviembre de 1878.

lunes, abril 23, 2012

Pensamiento Del Día

Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. Romanos 15:4. 
Los maestros de Israel no sembraban la simiente de la Palabra de Dios. La obra de Cristo como Maestro de la verdad se hallaba en marcado contraste con la de los rabinos de su tiempo. Ellos se espaciaban en las tradiciones, teorías y especulaciones humanas. A menudo colocaban lo que los mortales habían enseñado o escrito acerca de la Palabra en lugar de la Palabra misma. Su enseñanza no tenía poder para vivificar el alma.

El tema de la enseñanza y la predicación de Cristo era la Palabra de Dios. Él hacía frente a los inquiridores con un sencillo “Escrito está”. “¿Qué dice esta Escritura?” “¿Cómo lees?” En toda oportunidad, cuando se despertaba algún interés, ya fuera por obra de un amigo o un enemigo, él sembraba la simiente de la Palabra. Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida, siendo él mismo la Palabra viviente, señalaba a las Escrituras y decía: “Ellas son las que dan testimonio de mí”. Juan 5:39. “Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían”. Lucas 24:27.

Los siervos de Cristo han de hacer la misma obra. En nuestros tiempos, así como antaño, las verdades vitales de la Palabra de Dios son puestas a un lado para dar lugar a las teorías y especulaciones humanas. Muchos profesos ministros del evangelio no aceptan toda la Biblia como palabra inspirada. Una persona sabia rechaza una porción; otro objeta otra parte. Valoran su juicio como superior a la Palabra, y los pasajes de la Escritura que enseñan se basan en su propia autoridad. La divina autenticidad de la Biblia es destruida. Así se difunden semillas de incredulidad, pues la gente se confunde y no sabe qué creer. Hay muchas creencias que la mente no tiene derecho a albergar.

En los días de Cristo los rabinos interpretaban en forma forzada y mística muchas porciones de la Escritura. Dado que la sencilla enseñanza de la Palabra de Dios condenaba sus prácticas, trataban de destruir su fuerza. Lo mismo sucede hoy. Se hace aparecer a la Palabra de Dios como misteriosa y oscura para excusar la violación de la ley divina. Cristo reprendió esas prácticas... Enseñó que la Palabra de Dios había de ser entendida por todos. Señaló las Escrituras como algo de incuestionable autoridad, y nosotros debemos hacer lo mismo. La Biblia ha de ser presentada como la Palabra del Dios infinito, como el fin de toda controversia y el fundamento de toda fe.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 20-22.

domingo, abril 22, 2012

Pensamiento Del Día

Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. Hechos 17:11. 
Cristo declaró: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”. Juan 5:39. Los que cavan debajo de la superficie encuentran las gemas de la verdad que están ocultas. El Espíritu Santo acompaña al investigador fervoroso. Su inspiración fulgura sobre la Palabra, estampa la verdad sobre la mente y le da una importancia renovada y actual. El investigador se siente invadido por una sensación de paz y de gozo que nunca había experimentado. Comprende como nunca antes el inmenso valor de la verdad. Una nueva luz celestial brilla sobre la Palabra y la ilumina como si cada letra estuviera matizada con oro. Dios mismo ha hablado a la mente y el corazón, y ha hecho que la Palabra sea espíritu y vida.

Cada verdadero investigador de la Palabra eleva a Dios su corazón e implora la ayuda del Espíritu. Y pronto descubre aquello que lo lleva por encima de todas las declaraciones ficticias de quien se considera maestro, cuyas teorías débiles y vacilantes no están respaldadas por la Palabra del Dios viviente. Estas teorías fueron inventadas por quienes no habían aprendido la gran lección: que el Espíritu de Dios y la vida están en su Palabra. Si hubieran recibido de corazón los principios eternos contenidos en la Palabra de Dios, verían cuán insustanciales e inexpresivos son todos los esfuerzos realizados por obtener algo nuevo con el fin de crear sensación. Necesitan aprender los primeros rudimentos de la Palabra de Dios; después de eso podrán poseer la palabra de vida para el pueblo, que pronto distinguirá la paja del trigo, porque así lo prometió Jesús a los discípulos...—Mensajes Selectos 2:44, 45.

“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”. Juan 14:27. Estas palabras no son comprendidas ni la mitad por parte de personas, familias o miembros de iglesia a quienes, y por medio de quienes, como su familia, Dios quiere representar la verdad pura y no adulterada, la cual, si se recibe y se digiere adecuadamente, produce vida eterna.—Manuscript Releases, 132.

sábado, abril 21, 2012

Pensamiento Del Día

Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras. Lucas 24:45. 
Abran la Biblia ante los jóvenes, dirijan su atención a los tesoros ocultos que ella encierra, enséñenles a buscar sus joyas de verdad y obtendrán ellos una fuerza intelectual que no podrá impartirles el estudio de todo lo que abarca la filosofía. Los grandes temas que la Biblia trata, la digna sencillez de sus declaraciones inspiradas, los temas elevados que presenta a la mente, la luz penetrante y clara que fluye del trono de Dios y alumbra el entendimiento, desarrollarán las facultades de la mente hasta un punto que difícilmente pueda ser comprendido y que nunca será plenamente explicado.

La Biblia presenta a la imaginación un campo ilimitado, tanto más elevado y noble que las creaciones superficiales del intelecto no santificado como los cielos son más altos que la tierra. La historia inspirada de nuestra especie es colocada en las manos de todo individuo. Todos pueden ahora empezar su investigación. Pueden familiarizarse con nuestros primeros padres cuando estaban en el Edén, en estado de santa inocencia, gozando de la comunión con Dios y los ángeles inmaculados. Pueden investigar la introducción del pecado y sus resultados sobre la especie, y seguir paso a paso el curso de la historia sagrada que registra la desobediencia e impenitencia de la raza humana y la justa retribución por el pecado.

Los lectores pueden tener trato con los patriarcas y profetas; pueden moverse a través de las escenas más inspiradoras; pueden contemplar a Cristo, el Monarca del cielo, igual a Dios, que tomó la forma humana y realizó el plan de salvación, quebrantando las cadenas con que Satanás había atado a los mortales y haciendo posible para ellos recobrar su condición de humanidad hecha a la imagen de Dios. El hecho de que Cristo adoptara la naturaleza humana, y se mantuviera al nivel del hombre durante treinta años, y entonces ofrendara su alma en propiciación por el pecado para que la familia humana no pereciese, constituye un tema digno del más profundo pensamiento y del más concentrado estudio...

La gente pudo haber disfrutado de la preparación de las escuelas, y pudo haberse familiarizado con los grandes escritores en teología; sin embargo, la verdad abrirá la mente y la impresionará con un poder nuevo y sorprendente cuando la Palabra de Dios se escudriñe y se examine con un deseo ferviente y piadoso de entenderla.—The Review and Herald, 11 de enero de 1881. Mensajes para los Jóvenes, 252, 253.

viernes, abril 20, 2012

Pensamiento Del Día

Escribirá para sí en un libro una copia de esta ley... y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra. Deuteronomio 17:18, 19. 
La lectura liviana fascina la mente y quita interés por la lectura de la Palabra de Dios. La Biblia requiere reflexión y escudriñamiento con oración. No basta con recorrerla superficialmente.

Aunque algunos pasajes son demasiado claros para que se los entienda mal, otros son más intrincados y exigen estudio cuidadoso y paciente. Como el metal precioso oculto en las colinas y las montañas, es necesario buscar sus gemas de verdad y almacenarlas en la mente para un uso futuro.

Cuando usted escudriñe las Escrituras con el ferviente deseo de aprender la verdad, Dios impartirá su Espíritu a su corazón e impresionará su mente con la luz de su Palabra. La Biblia es su propio intérprete, pues un pasaje explica al otro. Comparando los textos que se refieren a los mismos temas, usted verá una belleza y armonía que nunca soñó. No hay otro libro cuya lectura fortalezca, amplíe, eleve y ennoblezca la mente como la lectura de este Libro de los libros.

El mandato de la Palabra de Dios es: “Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”. Filipenses 2:12, 13. Dios y los seres humanos deben cooperar. Todos deben desarrollar lo que Dios introduce. Los estudiantes de la Palabra de Dios deben usar el conocimiento que han obtenido. Deben mejorar las oportunidades que se les presentan en su camino. Con una convicción establecida del deber, deben usar su conocimiento e influencia en cualquier medio, con el fin de que puedan obtener más por medio de su uso...

Estudie la vida de Cristo en este respecto. Sígalo desde el pesebre hasta el Calvario, y actúe como él actuó. Debe sostener los grandes principios que él sostuvo. Su norma es tener el carácter de él, que fue puro, santo e inmaculado.—The Youth’s Instructor, 30 de junio de 1898. Joyas de los Testimonios 1:572.

jueves, abril 19, 2012

Pensamiento Del Día

Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala. Eclesiastés 12:14. 
La Biblia es una guía infalible para la raza humana en cada fase de la vida. En ella se indican claramente las condiciones de la vida eterna. La distinción entre lo bueno y lo malo está definida claramente, y el pecado se muestra en su carácter más repugnante, vestido con las vestiduras de la muerte. Si se estudia y obedece esta guía, será para nosotros como la columna de nube que condujo a los hijos de Israel por el desierto; pero si se ignora y se desobedece, testificará contra nosotros en el día del juicio. Dios juzgará a todos por su Palabra; permanecerán o caerán según hayan cumplido o pasado por alto sus requerimientos...

“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros”, dijo Cristo, “así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas”. Mateo 7:12. Estas palabras son de la más alta importancia y deben ser la regla de nuestra vida. Pero, ¿cumplimos este principio divino? Cuando estamos en contacto con nuestros prójimos, ¿los tratamos como desearíamos que ellos nos tratasen en circunstancias similares?

Dios prueba a los hombres y a las mujeres por su vida diaria. Pero muchos que hacen una alta profesión de servicio no pueden pasar esta prueba. En su ansia por ganancia, usan pesas engañosas y balanzas falsas. No hacen de la Biblia su regla de vida, y por lo tanto no ven la necesidad de una integridad y fidelidad estrictas. Ansiosos por amasar riquezas, permiten que la deshonestidad entre en su trabajo. El mundo observa su conducta y no es lento en medir su dignidad cristiana por sus tratos en los negocios...

La Biblia siempre nos cuenta la misma historia. Con ella, el pecado es siempre pecado, ya sea que lo cometa el millonario o el mendigo que vaga por las calles. Es mucho mejor tener una vida de profunda pobreza coronada por las bendiciones de Dios, que todos los tesoros del mundo sin sus bendiciones. Podemos ser muy ricos, pero a menos que tengamos la conciencia de que Dios nos honra, seremos verdaderamente pobres.—The Signs of the Times, 24 de diciembre de 1896.

miércoles, abril 18, 2012

Pensamiento Del Día

Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos. Esdras 7:10. 
Nacido entre los descendientes de Aarón, Esdras recibió preparación sacerdotal. Se familiarizó, además, con los escritos de los magos, astrólogos y sabios del reino medo-persa. Pero no estaba satisfecho con su condición espiritual. Anhelaba estar en completa armonía con Dios; deseaba tener sabiduría para cumplir la voluntad divina. De manera que “había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla”.

Esto le indujo a estudiar diligentemente la historia del pueblo de Dios, según estaba registrada en los escritos de los profetas y reyes. Fue impresionado por el Espíritu de Dios a escudriñar. Escudriñó los libros históricos y poéticos de la Biblia, con el fin de aprender por qué había permitido el Señor que Jerusalén fuese destruida y su pueblo llevado cautivo a tierra pagana.

Esdras meditó en forma especial en lo experimentado por Israel desde el tiempo en que fuera hecha la promesa a Abraham, hasta la liberación de la esclavitud egipcia y el éxodo. Estudió las instrucciones dadas en el monte Sinaí y durante el largo plazo de las peregrinaciones por el desierto. A medida que aprendía cada vez más acerca de cómo Dios había obrado con sus hijos, y comprendía mejor el carácter sagrado de la ley dada en el Sinaí, su corazón se conmovió como nunca antes. Experimentó una conversión nueva y cabal, y resolvió dominar los anales de la historia sagrada con el fin de utilizar ese conocimiento no para un propósito egoísta, sino para beneficiar e ilustrar a su pueblo. Algunas de las profecías estaban a punto de cumplirse; escudriñaría diligentemente en busca de la luz que había sido oscurecida.

Esdras se afanó en sus estudios. Se esforzó por obtener una preparación del corazón para la obra que creía que se le había señalado. Buscaba fervientemente a Dios con el fin de ser un obrero de quien el Señor no tuviera que avergonzarse. Escudriñaba las palabras que habían sido escritas con respecto a los deberes del pueblo llamado por Dios, y encontró la solemne promesa hecha por los israelitas de que obedecerían las palabras del Señor, y la promesa que Dios había hecho, a cambio, prometiéndoles sus bendiciones como una recompensa por su obediencia.—The Review and Herald, 30 de enero de 1908. Ver La Historia de Profetas y Reyes, 446, 447.

martes, abril 17, 2012

Pensamiento Del Día

Entonces respondiendo Jesús les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios. Mateo 22:29.
La voz de Dios nos habla por medio de su Palabra, y hay muchas voces que vamos a oír; pero Cristo nos advirtió que debemos cuidarnos de los que nos dijeren: “Aquí está el Cristo, o allí está”. Entonces, ¿cómo sabremos que los tales no tienen la verdad a menos que cotejemos cada cosa con las Escrituras? Cristo nos amonestó a que estemos alerta de los falsos profetas que vendrán a nosotros en su nombre diciendo que son el Cristo.

Ahora, si ustedes toman la posición de que no tiene importancia que entiendan las Escrituras por sí mismos, estarán en peligro de ser extraviados por esas doctrinas. Cristo ha dicho que habrá muchos que en el día del juicio retributivo dirán: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” Pero Cristo les responderá: “Apartaos de mí, hacedores de maldad”. Mateo 7:22, 23.

Ahora bien, nosotros queremos entender qué es pecado: es la transgresión de la ley de Dios. Esta es la única definición que dan las Escrituras. Por consiguiente, vemos que los que pretenden ser guiados por Dios, pero se apartan de él y de su ley, no escudriñan las Escrituras. Pero el Señor conducirá a su pueblo; porque él dice que sus ovejas lo seguirán si oyen su voz, pero que no seguirán a un extraño. Entonces, nos resulta apropiado comprender cabalmente las Escrituras. Y no necesitamos inquirir si otros tienen la verdad, porque se echará de ver en sus caracteres.

Se acerca el tiempo cuando Satanás obrará milagros directamente a la vista de ustedes, proclamando que él es el Cristo; y si sus pies no están firmemente establecidos en la verdad de Dios, entonces ustedes serán apartados de su fundamento. La única seguridad para ustedes es buscar la verdad como [se buscan los] tesoros escondidos. Excaven en busca de la verdad como lo harían para hallar tesoros en la tierra, y presenten la Palabra de Dios, la Biblia, delante de su Padre celestial, y digan: “Ilumíname, enséñame qué es verdad”. Y cuando el Espíritu Santo entre en su corazón, para grabar la verdad en el alma, no la dejarán desvanecerse fácilmente.—Fe y Obras, 56, 57.

lunes, abril 16, 2012

Pensamiento Del Día

Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí. Juan 5:39. 
Estamos sumamente agradecidos de poseer la segura palabra profética, de modo que ninguno de nosotros necesita ser engañado. Sabemos que actualmente existen herejías y fábulas en nuestro mundo, y deseamos conocer cuál es la verdad. Para lograr ese conocimiento nos conviene investigar cuidadosamente por nosotros mismos. Pero no se lo puede lograr con una simple lectura de la Biblia, sino que se necesita comparar un texto con otro.

Debemos escudriñar las Escrituras por nosotros mismos, para que no nos descarriemos; y aunque muchos pierdan el camino debido a la diversidad de doctrinas que hay en nuestro mundo, hay una sola verdad. Muchos se podrán acercar a ustedes para decirles que tienen la verdad, pero ustedes tienen el privilegio de escudriñar las Escrituras por su propia cuenta. “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido”. Isaías 8:20. Necesitamos tener un conocimiento personal de las Escrituras, para que podamos comprender la verdadera razón de la esperanza que hay en nosotros.

El apóstol nos dice que a cada persona que nos pregunte debemos dar una razón de la esperanza que hay en nosotros con humildad y temor. “La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples”. Salmos 119:130. No basta leer solamente, sino que la Palabra de Dios debe penetrar en nuestro corazón y nuestro entendimiento, para que podamos ser establecidos en la verdad bendita. Si descuidamos el estudio personal de las Escrituras, para saber en qué consiste la verdad, entonces se nos considerará responsables de nuestros propios extravíos. Debemos investigar cuidadosamente las Escrituras para que lleguemos a conocer cada estipulación que el Señor nos ha dado; y si poseemos una mente de capacidad limitada, al estudiar diligentemente la Palabra de Dios nos podemos hacer poderosos en la Escrituras y seremos capaces de explicárselas a otros.

Cada iglesia que se levante... debe ser instruida con respecto a esta verdad. “La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos”. Lucas 10:2. Los maestros que presenten la verdad no pueden estar con ustedes para ver que no abrazan los errores que están inundando nuestra tierra; pero si están fundados en las Escrituras, sentirán la responsabilidad e investigarán las Escrituras por ustedes mismos, de tal manera que puedan ser una ayuda para otros.—The Review and Herald, 3 de abril de 1888.

domingo, abril 15, 2012

Pensamiento Del Día

Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina... sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo. Efesios 4:14, 15. 
El Señor invita a su pueblo para que mejore la habilidad que le ha dado. Los poderes mentales deben desarrollarse al máximo; deben ser fortalecidos y ennoblecidos al espaciarse en las verdades espirituales. Si se permite que la mente divague casi enteramente sobre cosas insignificantes y los asuntos comunes de la vida diaria, de conformidad con una de sus leyes invariables llegara a ser débil y frívola, y deficiente en poder espiritual.—Testimonies for the Church 5:272.

Están por sobrecogernos tiempos que probarán a las almas, y los que son débiles en la fe no resistirán la prueba de aquellos días de peligro. Las grandes verdades de la revelación deben ser estudiadas cuidadosamente, porque todos necesitaremos un conocimiento inteligente de la Palabra de Dios. El estudio de la Biblia y la comunión diaria con Jesús nos darán nociones bien definidas de responsabilidad personal y fuerza para subsistir en el día de fuego y tentación. Aquel cuya vida esté unida con Cristo por vínculos ocultos, será guardado por el poder de Dios mediante la fe que salva.

Debiera reflexionarse más en las cosas de Dios, y menos en los asuntos temporales. El cristiano profeso que ama al mundo puede llegar a familiarizarse tanto con la Palabra de Dios, como lo ha hecho ya con los asuntos mundanales, si ejercita su mente en esa dirección. “Escudriñad las Escrituras”, dijo Cristo, “porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”. Juan 5:39.

Se requiere del cristiano que sea diligente en escudriñar las Escrituras, en leer una y otra vez las verdades de la Palabra de Dios. La ignorancia voluntaria con respecto a ellas hace peligrar la vida cristiana y el carácter. Ciega el entendimiento y corrompe las facultades más nobles. Esto es lo que produce confusión en nuestra vida. Nuestros hermanos necesitan comprender los oráculos de Dios; necesitan tener un conocimiento sistemático de los principios de la verdad revelada, lo cual los preparará para sobrellevar aquello que está por sobrevenir sobre la tierra e impedirá que sean llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina.—Joyas de los Testimonios 2:101.

sábado, abril 14, 2012

Pensamiento Del Día

Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación. Salmos 25:5. 
Es peligroso que hagamos de la carne nuestro brazo. Deberíamos apoyarnos sobre el brazo de poder infinito. Por años Dios nos ha estado revelando esto. Debemos tener fe viva en nuestro corazón y alcanzar un conocimiento mayor y una luz más avanzada. No confíen en la sabiduría o las investigaciones de cualquier persona. Vayan ustedes mismos a las Escrituras, escudriñen la Palabra inspirada con corazón humilde. Pongan a un lado sus opiniones preconcebidas, porque no obtendrán beneficio a menos que vayan como niños a la Palabra de Dios. Deben decir: “Si Dios tiene algo para mí, lo quiero. Si Dios le ha dado evidencias de su Palabra a esta o a aquella persona de que una cierta cosa es verdad, también me la dará a mí. Puedo encontrar esa evidencia si escudriño las Escrituras con oración constante, y puedo saber que conozco lo que es verdad”.

No necesitan predicar la verdad como el producto de la mente de otra persona; deben hacerla de la propia. Cuando la mujer de Samaria se convenció de que Jesús era el Mesías, se apresuró a hablar con sus vecinos y ciudadanos. Les dijo: “Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo? Entonces salieron de la ciudad y vinieron a él... Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer... Y creyeron muchos más por la palabra de él, y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo”. Juan 4:29, 30, 39, 41, 42.

Debemos cavar profundamente en la mina de la verdad. Podemos examinar ciertos asuntos personalmente y con otros, siempre y cuando lo hagamos con el debido espíritu; pero demasiado a menudo el yo toma la delantera, y tan pronto como comienza la investigación se manifiesta un espíritu anticristiano. Esto... deleita a Satanás; pero debemos venir con un corazón humilde para saber por nosotros mismos qué es la verdad. Se aproxima el momento cuando seremos separados y esparcidos, y cada cual tendrá que sostenerse sin el privilegio de la comunión con los que comparten su preciosa fe. ¿Cómo podrán prevalecer a menos que Dios esté a su lado y sepan que los está guiando y dirigiendo? Cada vez que nos reunimos para estudiar la verdad bíblica, el Maestro está con nosotros. El Señor no permite ni un solo instante que el barco sea gobernado por pilotos ignorantes...—The Review and Herald, 25 de marzo de 1890; Cada Día con Dios, 93.

viernes, abril 13, 2012

Pensamiento Del Día

Toda palabra de Dios es limpia; él es escudo a los que en él esperan. No añadas a sus palabras para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso. Proverbios 30:5, 6. 
Nuestra carga ahora es convencer a las almas de la verdad. Eso se puede hacer mejor mediante esfuerzos personales, llevando la verdad a sus casas, orando con ellos y abriendo ante ellos las Escrituras.

Todos los que se dedican a esta labor personal, como así también el ministro que predica la Palabra, deben tener mucho cuidado de no volverse mecánicos en su manera de obrar. Deben aprender constantemente. Deben tener un celo concienzudo por poseer las calificaciones más elevadas, para llegar a ser capaces en las Escrituras... Deben cultivar hábitos de actividad mental y dedicarse especialmente a la oración y al estudio diligente de las Escrituras. Muchos son culpables de deficiencias en este punto. Las demandas de Dios sobre ellos no son pequeñas. Pero están contentos con el entendimiento limitado que tienen de las Escrituras, y no tratan de mejorar ni la mente ni los hábitos.

Cada línea de la historia profética, cada lección práctica dada por Cristo, debería estudiarse cuidadosamente para que no sean hallados faltos en alguna cosa. La mente gana en fuerza, anchura y agudeza por medio del ejercicio activo. Tiene que trabajar o se debilitará. Debe acostumbrarse a pensar, a pensar en forma habitual, o en gran medida perderá la facultad de hacerlo. Que la mente luche con los problemas difíciles que hay en la Palabra de Dios, y el intelecto se despertará cabalmente para producir, no discursos inferiores, sino los que serán refrescantes y edificantes, y serán expuestos con el ardor de una mente activa.

Los siervos de Cristo deben alcanzar la norma más elevada. Son educadores y deben estar completamente versados en las Escrituras... El estudio de la Biblia pone a prueba la mente del obrero, fortalece la memoria, y agudiza el intelecto más que el estudio de todos los asuntos que abarca la filosofía. La Biblia contiene la única verdad que purifica el alma, y es el mejor libro para la cultura intelectual. La sencillez dignificada con la cual trata doctrinas importantes es precisamente lo que necesita cada joven y cada obrero que trabaja para Cristo, para enseñarle cómo debe presentar los misterios de la salvación a los que están en tinieblas.—The Review and Herald, 8 de diciembre de 1885.

jueves, abril 12, 2012

Pensamiento Del Día

Me volví y fije mi corazón para saber y examinar e inquirir la sabiduría y la razón, y para conocer la maldad de la insensatez y el desvarío del error. Eclesiastés 7:25.
Se me ha mostrado que muchos de los que profesan conocer la verdad presente no saben lo que creen. No comprenden las evidencias de su fe. No tienen una justa apreciación de la obra para el tiempo actual. Cuando venga el tiempo de prueba, habrá quienes, si bien están predicando ahora a otros, al examinar sus creencias hallarán que hay muchas cosas de las cuales no pueden dar una razón satisfactoria. Hasta que no sean así probados no conocerán su gran ignorancia.

Y en la iglesia son muchos los que se figuran comprender lo que creen, y no se percatan de su propia debilidad mientras no se levanta una controversia. Cuando estén separados de los que sostienen la misma fe, y estén obligados a destacarse solos para explicar su creencia, se sorprenderán al ver cuán confusas son sus ideas de lo que habían aceptado como verdad. Lo cierto es que ha habido entre nosotros un apartamiento del Dios vivo, una desviación hacia los mortales, y se pone la sabiduría humana en lugar de la divina.

Dios despertará a sus hijos; si otros medios fracasan, se levantarán herejías entre ellos, que los zarandearán, separando el tamo del trigo. El Señor invita a todos los que creen en su Palabra a que despierten. Ha llegado una luz preciosa, apropiada para este tiempo. Es la verdad bíblica, que muestra los peligros que están por sobrecogernos. Esta luz debe inducirnos a un estudio diligente de las Escrituras, y a un examen muy crítico de las creencias que sostenemos. Dios quiere que se examinen cabal y perseverantemente, con oración y ayuno, las opiniones y los fundamentos de la verdad. Los creyentes no han de confiar en suposiciones e ideas mal definidas de lo que constituye la verdad. Su fe debe estar firmemente basada en la Palabra de Dios, de manera que cuando llegue el tiempo de prueba, y sean llevados ante concilios para responder por su fe, puedan dar razón de la esperanza que hay en ellos con mansedumbre y temor.

Los que se han educado como disputadores están en grave peligro de no manejar la Palabra de Dios con justicia. Cuando hacemos frente a un oponente, nuestro ferviente esfuerzo debe tener por objeto presentar los temas de tal manera que despierten la convicción en su mente en vez de tratar simplemente de dar confianza al creyente.—Joyas de los Testimonios 2:312, 313.

miércoles, abril 11, 2012

Pensamiento Del Día

Y di mi corazón a inquirir y buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo; este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres, para que se ocupen de él. Eclesiastés 1:13.
Cualquiera que sea el progreso intelectual de la humanidad, no debe pensar por un momento que no necesita escudriñar cabal y continuamente las Escrituras para obtener mayor luz. Como pueblo somos llamados individualmente a ser estudiantes de la profecía. Debemos velar con fervor para notar cualquier rayo de luz que Dios nos presente. Debemos discernir los primeros reflejos de la verdad; por medio de un estudio acompañado de oración podremos obtener una luz más clara, para comunicarla a otros.

Cuando el pueblo de Dios se siente cómodo y satisfecho con su ilustración presente, podemos estar seguros de que él no los favorece. Es su voluntad que avancen siempre, para recibir la abundante y siempre creciente luz que resplandece para ellos. La actitud actual de la iglesia no agrada a Dios. Ha penetrado en ella una confianza propia que ha inducido a sus miembros a no sentir necesidad de más verdad ni de mayor luz. Estamos viviendo en un tiempo en que Satanás trabaja a diestra y siniestra, delante y detrás de nosotros; sin embargo, como pueblo estamos dormidos. Dios quiere que se oiga una voz que despierte a su pueblo para que obre.

En vez de abrir el alma para que reciba los rayos de la luz del cielo, algunos han estado obrando en la dirección opuesta. Tanto por medio de la prensa como desde el púlpito se han presentado opiniones acerca de la inspiración de la Biblia que no tienen la sanción del Espíritu o de la Palabra de Dios. Lo cierto es que ningún ser humano o grupo de seres humanos debe adelantar teorías acerca de un tema de tan grande importancia sin que las sostenga un claro “Así dice Jehová”.

Y cuando el pueblo, rodeado de flaquezas humanas, afectado en menor o mayor grado por las influencias que lo rodean, y teniendo tendencias heredadas y adquiridas que distan mucho de hacerlo sabio o mentalizado celestialmente, se pone a atacar la Palabra de Dios y a juzgar lo que es divino y lo que es humano, obra sin consejo de Dios. El Señor no prosperará una obra tal. El efecto será desastroso, tanto para el que se empeña en ella como para quienes la aceptan como obra de Dios.—Joyas de los Testimonios 2:313, 314.

martes, abril 10, 2012

Pensamiento Del Día

Si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová y hallarás el conocimiento de Dios. Proverbios 2:4, 5.
Nadie piense que ya no hay más conocimiento que adquirir. La profundidad del intelecto humano puede ser medida; las obras de los autores humanos pueden dominarse; pero el más alto, profundo y ancho arrebato de la imaginación no puede descubrir a Dios. Hay una infinidad más allá de todo lo que podamos comprender. Hemos contemplado solamente una vislumbre de la gloria divina y de la infinitud del conocimiento y la sabiduría; hemos estado trabajando, por así decirlo, en la superficie de la misma, cuando el rico metal del oro está debajo de la superficie para recompensar al que cave en su búsqueda. El pozo de la mina debe ser ahondado cada vez más, y el resultado será el hallazgo del glorioso tesoro. Por medio de una fe correcta, el conocimiento divino llegará a ser el conocimiento humano.

Nadie puede escudriñar las Escrituras con el Espíritu de Cristo y quedar sin recompensa. Cuando los hombres y las mujeres estén dispuestos a ser instruidos como un niñito, cuando se sometan completamente a Dios, encontrarán la verdad en su Palabra. Si los seres humanos fueran obedientes, comprenderían el plan del gobierno de Dios. El mundo celestial abriría sus cámaras de gracia y de gloria a la exploración. Los seres humanos serían totalmente diferentes de lo que son ahora; porque al explorar las minas de la verdad, quedarían ennoblecidos. El misterio de la redención, la encarnación de Cristo, su sacrificio expiatorio, no serían, como ahora, vagos en nuestra mente. Serían no solamente mejor comprendidos, sino más altamente apreciados en su conjunto...

El valor de este tesoro es superior al oro o la plata. Las riquezas de las minas de la tierra no pueden compararse con él. “El abismo dice: No está en mí; y el mar dijo: Ni conmigo. No se dará por oro, ni su precio será a peso de plata. No puede ser apreciada con oro de Ofir, ni con ónice precioso, ni con zafiro. El oro no se le igualará, ni el diamante; no se cambiará por alhajas de oro fino. No se hará mención de coral ni de perlas; la sabiduría es mejor que las piedras preciosas”. Job 28:14-18.—The Signs of the Times, 12 de septiembre de 1906; Palabras de Vida del Gran Maestro, 85, 86, 78.

lunes, abril 09, 2012

Pensamiento Del Día

Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová; dame entendimiento conforme a tu palabra. Salmos 119:169.
Se ha colocado a la Biblia en un segundo plano, mientras que se han puesto en su lugar los dichos de los llamados grandes hombres y mujeres. Que el Señor nos perdone el menosprecio que hemos puesto sobre su Palabra. Aunque en la Biblia hay tesoros inestimables, y es semejante a una mina llena de mineral precioso, no se la valora, no se la escudriña y no se descubren sus riquezas.

La misericordia, la verdad y el amor son valiosos, más allá de lo que puede calcular nuestro poder; sin embargo, [si] no podemos tener una provisión demasiado grande de estos tesoros, [aunque] es en la Palabra de Dios [donde] encontramos cómo podemos llegar a ser poseedores de estas riquezas celestiales, ¿por qué la Palabra de Dios es de tan poco interés para muchos profesos cristianos? ¿Es porque la Palabra de Dios no es espíritu y vida? ¿Ha puesto Jesús sobre nosotros una tarea poco interesante cuando ordena que escudriñemos las Escrituras? Dice Jesús: “Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”. Juan 6:63. Pero las cosas espirituales se disciernen espiritualmente, y la razón de su falta de interés es que les falta el Espíritu de Dios.

Cuando el corazón se pone en armonía con la Palabra, brota una nueva vida dentro de usted; resplandecerá una nueva luz sobre cada línea de la Palabra, y llegará a ser la voz de Dios para su alma. De esta manera usted tomará las observaciones celestiales, y sabrá a dónde va, y podrá sacar el mayor provecho de sus privilegios actuales.

Deberíamos pedirle al Señor que abra nuestro entendimiento, para que podamos comprender la verdad divina. Si humillamos nuestro corazón ante Dios, vaciándolo de la vanidad, el orgullo y el egoísmo por medio de la gracia que nos es concedida abundantemente; si deseamos sincera y firmemente creer, los resplandecientes rayos del Sol de justicia brillarán en nuestra mente e iluminarán nuestro entendimiento oscurecido. Jesús es la luz que alumbra a todo hombre que viene a este mundo. Él es la luz del mundo, y nos invita a que vayamos a él y aprendamos de él. Él vino para buscar y salvar lo que se había perdido, y no permitiría ser cambiado de su objetivo. No permitió que nada lo desviara. Nos ha puesto esta obra en nuestras manos. ¿La haremos?—The Review and Herald, 24 de noviembre de 1891.

domingo, abril 08, 2012

Pensamiento Del Día

En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. Salmos 119:11.
Estudien la Palabra, la cual Dios en su sabiduría, amor y bondad ha hecho tan clara y sencilla. El (capítulo 6) de Juan nos dice lo que significa el estudio de la Palabra. Los principios revelados en las Escrituras deben enseñarse a todos. Debemos comer la Palabra de Dios; esto significa que no debemos apartarnos de sus preceptos. Debemos introducir sus verdades en nuestra vida diaria y captar los misterios de la Deidad.

Oren a Dios. Estén en comunión con él. Estudien la mente de Dios, como quienes se esfuerzan por alcanzar la vida eterna y necesitan conocer su voluntad. Pueden revelar la verdad únicamente como la conocen en Cristo. Deben recibir y asimilar sus palabras; éstas deben llegar a formar parte de ustedes. Esto es lo que significa comer la carne y beber la sangre del Hijo de Dios. Deben vivir por cada palabra que procede de la boca de Dios; es decir, lo que Dios ha revelado. No todo ha sido revelado; porque no podríamos soportar tal revelación. Pero Dios ha revelado todo lo que es necesario para nuestra salvación. No debemos dejar su Palabra para aceptar las suposiciones de los seres humanos.

Obtengan un conocimiento experimental de Dios llevando el yugo de Cristo. Él concede sabiduría a los humildes y a los mansos, y les permite juzgar lo que es la verdad y captar las razones fundamentales, con el fin de señalar los resultados de ciertas acciones. El Espíritu Santo enseña a los estudiantes de las Escrituras a juzgar todas las cosas por medio de las normas de justicia y de verdad. La revelación divina le proporciona los conocimientos necesarios...

Conviertan la Biblia en su consejero. Llegarán a familiarizarse rápidamente con ella si mantienen su mente libre de la escoria del mundo. Cuanto más se estudie la Biblia, tanto más profundo llegará a ser el conocimiento de Dios. Las verdades de su Palabra serán escritas en su alma y realizarán una impresión imborrable...

No sólo se beneficiará el estudiante mismo por el estudio de la Palabra de Dios. Su estudio es vida y salvación para todos los que se relacionan con él. Experimentará una responsabilidad sagrada de impartir el conocimiento que recibe. Su vida revelará la ayuda y el poder que recibe de la comunión con la Palabra... El Señor Jesús puede decir de los tales: “Ustedes son colaboradores juntamente con Dios”.—Consejos sobre la Salud, 367-369.

sábado, abril 07, 2012

Pensamiento Del Día

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:16, 17.
El que enseña la verdad debe avanzar en conocimiento, creciendo en la gracia y en la experiencia cristiana, cultivando hábitos y prácticas que honren a Dios y a su Palabra. Debe mostrarle a otros cómo hacer una aplicación práctica de la Palabra. Cada adelanto que hagamos en la habilidad santificada, en estudios variados, nos ayudará a entender la Palabra de Dios; y el estudio de las Escrituras nos ayuda en el estudio de otras ramas esenciales en educación.

Después del primer conocimiento de la Biblia, crece rápidamente el interés de los investigadores fervorosos. La disciplina que se gana por causa de un estudio regular de la Palabra de Dios los capacita para ver una frescura y una belleza en la verdad que nunca antes habían notado. Para un estudiante de la Biblia, cuando habla, llega a ser natural y fácil el hacer referencia a textos bíblicos.

Por encima de todo es esencial que los maestros de la Palabra de Dios busquen de la manera más ferviente poseer las evidencias internas de las Escrituras. Los que sean bendecidos con esta evidencia deben escudriñar las Escrituras por sí mismos. A medida que aprendan las lecciones dadas por Cristo y comparen escritura con escritura, para ver si llevan sus credenciales, obtendrán un conocimiento de la Palabra de Dios y la verdad se grabará en su alma.

La verdad es la verdad. No es para que sea envuelta en bellos adornos para que se admire su apariencia exterior. El maestro debe hacer que la verdad sea clara y eficaz para el entendimiento y la conciencia. La Palabra es una espada de dos filos que corta por ambos lados. No pisa con pies calzados con zapatos suaves.

Hay muchos casos de hombres que han defendido el cristianismo contra los escépticos, pero que después perdieron su propia alma en los laberintos del escepticismo. Respiraron los miasmas de la incredulidad y murieron espiritualmente. Tenían poderosos argumentos en favor de la verdad y de muchas evidencias externas, pero no tenían una fe permanente en Cristo. ¡Oh, hay miles y miles de aparentes cristianos que nunca estudian la Biblia! Estudien la sagrada Palabra con oración para beneficio de su propia alma. Cuando escuchen la palabra del predicador viviente, si él tiene una relación viva con Dios, encontrarán que concuerdan el Espíritu y la Palabra.—The Review and Herald, 20 de abril de 1897.

viernes, abril 06, 2012

Pensamiento Del Día

Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento. Efesios 1:17, 18.
La mejor manera de impedir el crecimiento del mal es ocupar previamente el suelo. Se necesita el mayor cuidado y la mayor vigilancia para cultivar la mente y sembrar en ella las preciosas semillas de la verdad de la Biblia. El Señor, en su gran misericordia, nos ha revelado en las Escrituras las reglas del santo vivir. Nos dice los pecados que debemos evitar; nos explica el plan de salvación, y nos señala el camino hacia el cielo. Inspiró a santos hombres a registrar, para nuestro beneficio, instrucciones sobre los peligros que asedian nuestro sendero y cómo evitarlos. Los que obedecen su mandato de escudriñar las Escrituras no ignorarán esas cosas. En medio de los peligros de los últimos días, los miembros de iglesia deberían entender las razones de su esperanza y su fe; razones que no son de difícil comprensión. Hay suficiente para ocupar la mente si crecemos en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo...

Si la Biblia fuera estudiada como debiera serlo, llegaríamos a ser de intelecto fuerte. Los temas tratados en la Palabra de Dios, la digna sencillez de su lenguaje, los nobles temas que presenta a la mente, desarrollan facultades en nosotros que no podrían desarrollarse de otro modo...

Dios quiere que aprovechemos todo medio para cultivar y fortalecer nuestras facultades intelectuales. Fuimos creados para una existencia más elevada y noble de lo que es ahora la vida. Este tiempo es de preparación para la vida futura inmortal ¿Dónde pueden encontrarse temas más grandes para la contemplación, un asunto más interesante para el pensamiento, que las verdades sublimes expuestas en la Biblia? Estas verdades harán una obra poderosa por nosotros tan sólo si queremos seguir lo que enseñan...

 Si se leyera más la Biblia, si sus verdades fueran mejor entendidas, seríamos por lejos un pueblo más iluminado e inteligente. Al escudriñar sus páginas, se imparte energía al alma. Ángeles del mundo de la luz están al lado del ferviente investigador de la verdad para impresionar e iluminar su mente. Todos los que no entienden pueden encontrar luz al familiarizarse con las Escrituras.—Christian Temperance and Bible Hygiene, 125, 126.

jueves, abril 05, 2012

Pensamiento Del Día

Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Jeremías 9:23.
Dios es la fuente de toda sabiduría. Él es infinitamente sabio, justo y bueno. Aparte de Cristo, la gente más sabia no puede comprenderle. Pueden profesar ser sabios; pueden gloriarse por sus adquisiciones; pero el simple conocimiento intelectual, aparte de las grandes verdades que se concentran en Cristo, es como nada...

Si los hombres y las mujeres pudiesen ver por un momento más allá del alcance de la visión finita, si pudiesen discernir una vislumbre de lo eterno, toda boca dejaría de jactarse. Los seres humanos que viven en este pequeño átomo del universo son finitos; Dios tiene mundos innumerables que obedecen sus leyes y son conducidos para gloria suya. Cuando en sus investigaciones científicas los seres humanos han ido hasta donde se lo permiten sus facultades mentales, queda todavía más allá un infinito que no pueden comprender.

Antes que los humanos puedan ser verdaderamente sabios, deben comprender que dependen de Dios, y deben estar henchidos de su sabiduría. Dios es la fuente tanto del poder intelectual como del espiritual. Las personas célebres, que han llegado a lo que el mundo considera como admirables alturas de la ciencia, no pueden compararse con el amado Juan o el apóstol Pablo. La más alta norma de virilidad se alcanza cuando se combina el poder intelectual con el espiritual. A los que hacen esto, Dios los aceptará como colaboradores consigo en la preparación de las mentes.

Grande conocimiento es el conocerse a sí mismo. Los maestros que se estimen debidamente permitirán que Dios amolde y discipline su mente. Y reconocerán la fuente de su poder. Porque, “¿qué tienes que no hayas recibido?” 1 Corintios 4:7. El conocimiento propio lleva a la humildad y a confiar en Dios; pero no reemplaza a los esfuerzos para el mejoramiento de uno mismo. El que comprende sus propias deficiencias no escatimará empeño para alcanzar la más alta norma de la excelencia física, mental y moral.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 64, 65.

miércoles, abril 04, 2012

Pensamiento Del Día

¿De dónde, pues, vendrá la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia? Job 28:20.
Tendrán que luchar con dificultades, llevar cargas, dar consejos, hacer planes y ejecutarlos, buscando constantemente la ayuda de Dios. Oren y trabajen, trabajen y oren; como alumnos de la escuela de Cristo, aprendan de Jesús.

El Señor nos ha dado la promesa: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”. Santiago 1:5. Es conforme a la orden de Dios que los que llevan responsabilidades se reúnan a menudo para consultarse mutuamente, y para orar con fervor por aquella sabiduría que sólo él puede impartir. Hablen menos; se pierde mucho tiempo precioso en conversación que no produce luz. Únanse los hermanos en ayuno y oración por la sabiduría que Dios ha prometido dar liberalmente. Den a conocer a Dios sus dificultades. Díganle como Moisés: “No puedo conducir a este pueblo a menos que tu presencia vaya conmigo”. Luego pídanle aún más; oren con Moisés: “Te ruego que me muestres tu gloria”. Éxodo 33:18. ¿Qué es esta gloria? El carácter de Dios. Así lo proclamó el Señor a Moisés.

Que el alma se aferre con fe viva a Dios. Cante la lengua sus alabanzas. Cuando se hallen reunidos, dediquen su mente con reverencia a la contemplación de las realidades eternas. Así se ayudarán unos a otros a ser espirituales. Cuando la voluntad de ustedes esté en armonía con la divina, estarán en armonía unos con otros; tendrán a Cristo a su lado como consejero.

Enoc anduvo con Dios. Así pueden andar todos los que trabajan por Cristo. Pueden decir con el salmista: “A Jehová he puesto siempre delante de mí. Porque está a mi diestra, no seré conmovido”. Salmos 16:8. Mientras sientan que no tienen suficiencia propia, su suficiencia estará en Jesús. Si esperan que todo su consejo y sabiduría provengan de otras personas, mortales y limitadas como ustedes, recibirán tan sólo la ayuda humana. Si se allegan a Dios para obtener ayuda y sabiduría, él no frustrará nunca la fe de ustedes.—Obreros Evangélicos, 431, 432.

martes, abril 03, 2012

Pensamiento Del Día

Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido. 1 Corintios 2:12.
Dios quiere que, aun en esta vida, la verdad se vaya desarrollando siempre ante su pueblo. Hay tan sólo una manera en que puede obtenerse este conocimiento. Podemos alcanzar a comprender la Palabra de Dios únicamente por medio de la iluminación de aquel Espíritu por el cual fue dada la Palabra. “Nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios”; “porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios”. Y la promesa del Salvador a quienes le siguen es: “Cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad... porque tomará de lo mío, y os lo hará saber” 1 Corintios 2:11, 10; Juan 16:13, 14.

Dios desea que los seres humanos ejerciten sus facultades de raciocinio; y el estudio de la Biblia fortalecerá y elevará el intelecto como ningún otro estudio puede hacerlo. Es el mejor ejercicio intelectual y espiritual para la mente humana. Sin embargo, no debemos endiosar la razón, que está sujeta a la debilidad y flaqueza de la humanidad. Si no queremos que las Escrituras queden veladas para nuestro entendimiento, de manera que no podamos comprender las más claras verdades, debemos tener la sencillez y fe de un niñito, y estar listos para aprender y solicitar la ayuda del Espíritu Santo. Un sentido del poder y la sabiduría de Dios, y de nuestra incapacidad para comprender su grandeza, debe inspirarnos humildad, y debemos abrir su Palabra con tanta reverencia como si entráramos en su presencia. Cuando acudimos a la Biblia, la razón debe reconocer una autoridad superior a ella, y el corazón y el intelecto deben inclinarse ante el gran YO SOY.

Progresaremos en el verdadero conocimiento espiritual tan sólo en la medida en que comprendamos nuestra propia pequeñez y nuestra entera dependencia de Dios; pero todos los que acudan a la Biblia con un espíritu dispuesto a ser enseñados y a orar, para estudiar sus declaraciones como Palabra de Dios, recibirán iluminación divina. Hay muchas cosas, aparentemente difíciles u oscuras, que Dios hará claras y sencillas para quienes traten así de comprenderlas...

Hay minas de la verdad que ha de descubrir todavía el investigador ferviente. Cristo representó la verdad por medio de un tesoro oculto en un campo. No está en la misma superficie; debemos cavar para encontrarla. Pero nuestro éxito en esto no depende tanto de nuestra capacidad intelectual como de nuestra humildad de corazón y de una fe que se vale de la ayuda divina.—Joyas de los Testimonios 2:306, 307.

lunes, abril 02, 2012

Pensamiento Del Día

Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. 2 Pedro 2:20.
Alos reformadores se les dio gran luz, pero muchos de ellos recibieron la sofistería del error por causa de la interpretación errónea de las Escrituras. Estos errores han pasado a través de los siglos, pero, aunque están canosos con la edad, no tienen detrás de ellos un “Así dice el Señor”. Porque el Señor dijo: Yo no “mudaré lo que ha salido de mis labios”. Salmos 89:34. En su gran misericordia, aun así el Señor ha permitido que una luz mayor brille en estos últimos días. Nos ha enviado su mensaje a nosotros, revelando su ley y mostrando qué es verdad.

En Cristo está la fuente de todo conocimiento. En él están centradas nuestras esperanzas de vida eterna. Él es el gran Maestro que el mundo haya conocido, y si deseamos ensanchar la mente de los niños y los jóvenes, y ganarlos, si es posible, para que amen la Biblia, deberíamos asegurar su mente sobre la verdad clara y sencilla, excavando lo que ha estado enterrado debajo de las hojarascas de la tradición y permitiendo que brillen sus gemas. Anímelos a escudriñar estos temas, y el esfuerzo empleado será una disciplina inestimable.

La revelación de Dios, como está representada en Jesucristo, proporciona un tema que es grande para contemplar y que, si se lo estudia, agudiza la mente y eleva y ennoblece las facultades. Cuando los agentes humanos aprenden esas lecciones en la escuela de Cristo, tratando de llegar a ser como Cristo fue, manso y humilde de corazón, aprenderán la más provechosa de todas las lecciones: que el intelecto es supremo sólo si está santificado por medio de una relación viviente con Dios...

La mayor sabiduría, y la más indispensable, es el conocimiento de Dios. El yo se hunde en la insignificancia al contemplar a Dios y a Jesucristo, a quien envió. Debe hacerse de la Biblia el fundamento de todo estudio. Individualmente, debemos aprender de este libro de lecciones que Dios nos ha dado las condiciones de la salvación para nuestra alma; porque es el único Libro que nos dice qué debemos hacer para ser salvos. Y no sólo eso, sino que de ella puede recibirse fuerza para el intelecto.—Fundamentals of Christian Education, 450, 451.

domingo, abril 01, 2012

Pensamiento Del Día

Dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia. Proverbios 3:13.
La verdadera sabiduría es un tesoro tan duradero como la eternidad. Muchos de los que el mundo llama sabios sólo lo son en su propia estima. Contentos con la adquisición de la sabiduría mundana, nunca entran en el huerto de Dios para familiarizarse con los tesoros del conocimiento encerrados en su santa Palabra. Haciéndose sabios, son ignorantes de la sabiduría que todos debemos tener para ganar la vida eterna. Albergan desprecio por el Libro de Dios, el que si fuera estudiado y obedecido los haría realmente sabios.

Para ellos la Biblia es un misterio impenetrable; y le son oscuras las grandiosas y profundas verdades del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, porque no disciernen espiritualmente las verdades espirituales. Necesitan aprender que el temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y que sin esa sabiduría vale poco su conocimiento.

Los que se esfuerzan por lograr una educación científica, pero no han aprendido la lección de que el temor de Dios es el principio de la sabiduría, proceden incapazmente y sin esperanza, dudando de la realidad de todo. Pueden adquirir una educación científica, pero a menos que obtengan un conocimiento de la Biblia y un conocimiento de Dios, no poseen la verdadera sabiduría. El iletrado, si conoce a Dios y a Jesucristo, tiene más sabiduría perdurable que el más instruido que desprecia la instrucción de Dios.—Comentario Bíblico Adventista 3:1174.

La verdadera sabiduría está por encima de la comprensión del sabio mundano. La sabiduría oculta, que es Cristo formado en lo íntimo, la esperanza de gloria, es una sabiduría excelsa como el cielo. Los profundos principios de la piedad son sublimes y eternos. Una íntima vida cristiana es lo único que puede ayudarnos a entender este problema y a obtener los tesoros de conocimiento que han estado ocultos en los consejos de Dios, pero que ahora son dados a conocer a todos los que tienen una relación vital con Cristo.—The Review and Herald, 18 de julio de 1899.Comentario Bíblico Adventista 6:1114.